Gastronomía

La trufa negra, la gran triunfadora estas Navidades

Es un hongo muy apreciado por su alto valor gastronómico que además es «un luchador eficaz contra el cambio climático»

26 dic 2019 / 09:05 h - Actualizado: 26 dic 2019 / 09:15 h.
"Agricultura","Universidad","Gastronomía","Cambio climático","Restauración"
  • Una cesta de trufas. / EFE
    Una cesta de trufas. / EFE

La gran abundancia de lluvias otoñales y las tormentas y pedriscos del verano han propiciado una buena campaña para la trufa negra estas Navidades, que se está recogiendo en muchas comarcas castellanas, catalanas y aragonesas e incluso en las montañas de Albacete y Jaén con una calidad "excepcional".

Así lo ha explicado a EFE el director de la Cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid, Juan Andrés Oria de Rueda, que celebra el "fantástico comienzo de la reina del bosque en toda España", un hongo muy apreciado por su alto valor gastronómico que además es "un luchador eficaz contra el cambio climático".

Oria de Rueda ha afirmado que esta campaña hay "muchas y buenas trufas de excepcional calidad" en montes y plantaciones de muchas comarcas castellanas, catalanas y aragonesas, principalmente en Soria, Palencia, Burgos, Navarra, Teruel, Guadalajara, Barcelona, Lérida, e incluso las montañas de Albacete y Jaén.

Y es que, según este experto, que lidera un destacado grupo de trabajo e investigación sobre los hongos agroforestales comestibles, la abundancia de lluvias otoñales y las tormentas y pedriscos del verano han contribuido "muy positivamente" a la fructificación de trufa negra que está siendo excepcional en aroma, estructura y óptima maduración.

A ello contribuyen las 10.000 hectáreas de plantaciones de encinas y robles truferos que hay en España en las que se están aplicando exitosos sistemas de cultivo, modernos sustratos con aportes biotecnológicos apropiados y análisis genéticos que aseguran la obtención de trufas grandes y sin defectos, en equilibrio con la conservación de la biodiversidad.

"Esto permite conseguir muchas trufas de excepcional tamaño, homogeneidad y máxima calidad gastronómica", según Jaime Olaizola, director de la empresa biotecnológica IDForest, que investiga e innova en truficultura.

El director de la Cátedra de Micología ha asegurado que "la calidad de las trufas hispanas no desmerece de las otras regiones productoras europeas, sino que está resultando muy superior".

La mayor radiación solar y las atmósferas secas y frescas, explica, contribuyen a resaltar las esencias en estos hongos, de forma que "las trufas palentinas son más olorosas y aromáticas que las francesas o italianas".

Además, el cultivo de trufas negras contribuye a la plantación de encinas y robles en zonas desarboladas con lo que -indica- "se ayuda a los agricultores, se lucha contra la despoblación rural y se ayuda a la restauración ecológica".

Al respecto ha explicado que las plantaciones de encinas truferas son excelentes en la lucha contra el cambio climático porque acumulan una cantidad elevada de carbono, en comparación con el resto de cultivos agroalimentarios.

Pero además, el que estén micorrizadas con trufas hace que las redes de micelio del hongo asociado contribuyan a hacer mayor y más eficaz este efecto mitigador.

"Plantar encinas micorrizadas de trufa negra puede ser un buen negocio pero también un arma ambiental y climática de éxito", ha concluido el director de la Cátedra de Micología.