Los catalizadores, la pieza más codiciada para las bandas de ladrones

15 dic 2022 / 08:26 h - Actualizado: 15 dic 2022 / 08:29 h.
  • Los catalizadores, la pieza más codiciada para las bandas de ladrones

Su robo es sencillo, mucho más que ser cazado in fraganti por la Policía. Los catalizadores de los coches son la pieza más codiciada para el negocio de las bandas de ladrones en Madrid, que se han especializado en su extracción y que luego venden en la chatarra por un precio de entre 100 y 450 euros la unidad.

Los robos de esta pieza, hecha de cobre y que contiene preciados metales como paladio, rodio y platino, se han disparado desde la vuelta a la normalidad tras la pandemia, llegando a registrarse un robo al día en algunos puntos de la capital, como en el distrito de Moncloa-Aravaca.

Esas son las estadísticas que maneja este mes la Policía Judicial de la Comisaría de Policía Nacional de ese distrito. Su inspectora jefa, Paloma Heredia, destaca en una entrevista con EFE que las cifras son «preocupantes», ya que el robo de los catalizadores de los coches afecta de forma directa a la vida cotidiana de las víctimas.

En su demarcación, en la que se emplazan varios de los barrios con mayor renta media por habitante de Madrid, tuvieron que establecer dispositivos de vigilancia al detectar un aumento de los casos. «Si no les pillas in fraganti, es casi imposible imputarles el delito», explica, debido a que los catalizadores no presentan un número de serie que los relacione con los vehículos de los que han sido sustraídos.

Sin embargo, siguieron los pasos de una banda que había dejado su rastro por el distrito y el pasado 30 de noviembre lograron «cazar» in fraganti a dos jóvenes robando un catalizador tras dos meses aguardando junto a un «cebo».

UN NEGOCIO REDONDO

Los robos de los catalizadores son «difíciles» de investigar, mientras que la extracción de la pieza, con unas pocas herramientas de mecánica, es sencilla, así como su salida al mercado negro. «Ganan mucho dinero», asegura Paloma Heredia.

El perfil de los ladrones de este componente en Madrid es el de un delincuente común que se va especializando según la rentabilidad de los delitos que comete. Según la inspectora jefa de Moncloa-Aravaca, los detenidos por robar catalizadores suelen quedar en libertad y reincidir, además de que en muchas ocasiones sólo se les atribuye un delito leve, dependiendo del precio de la pieza sustraída.

Pese a los preciados metales que contiene cada catalizador, en su panel de cerámica, la mayoría de los ladrones buscan principalmente el cobre de su revestimiento. Después, venden la pieza en la chatarra por hasta 450 euros.

No obstante, los investigadores continúan ahondando en el recorrido que tienen en el mercado negro, donde las bandas más especializadas podrían hacer aún más negocio a partir de los componentes más valiosos.

DOS MESES TRAS LA PISTA

Hace unos meses, la Comisaría de Moncloa-Aravaca decidió poner en marcha un dispositivo de vigilancia contra el robo de catalizadores, que estaba provocando un auge de las denuncias en el distrito.

Paloma Heredia cuenta que robos se perpetraban en zonas muy concretas, en calles aledañas, y tenían como objeto los catalizadores de un modelo de coche concreto, el Toyota Auris.

«No sabemos si cuenta con una mayor cantidad de cobre o de metales, pero no era una casualidad», aclara.

A estos hechos se sumaban las sospechas que tenían sobre delincuentes habituales de la zona, por lo que decidieron desplegar a policías camuflados en franjas horarias concretas junto a un «cebo», un Toyota Auris.

El dispositivo tardó en dar sus frutos dos meses, cuando, la madrugada del 30 de noviembre, los agentes observaron cómo dos individuos encapuchados extraían el catalizador de dicho vehículo.

Los policías solicitaron el apoyo de un patrulla, que los interceptó cuando los dos jóvenes huían a bordo de un vehículo, en el que hallaron otros cinco catalizadores presuntamente robados.

Según la inspectora jefa, todos tenían las «muescas» (señales) de haberse extraído con la misma herramienta, una cadena dentada que utilizaron para no provocar el ruido de una radial y que también se encontró en el coche de los sospechosos.

Ambos fueron detenidos acusados de seis delitos de robo con fuerza en vehículo. Uno de ellos tenía antecedentes por hechos similares.

Horas después, y tras la «gran inversión» que supone un dispositivo de vigilancia que se prolongue durante dos meses para un delito «menor», los presuntos autores fueron puestos en libertad.