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Vivienda familiar donde fue hallado el cuerpo de la víctima. / Efe
Una mujer de 28 años falleció durante la madrugada de este miércoles a manos de su pareja, de 45 años y que fue detenido sobre las 04.30 horas, en un caso de violencia de género que tuvo lugar en el domicilio común de El Fraile, en Tenerife.
El varón no tenía antecedentes por hechos similares ni la mujer había presentado ningún tipo de denuncia con anterioridad, según confirmaron a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias. La pareja deja un hijo común de seis años y antes de los supuestos hechos se habría producido una discusión que acabó con la muerte de la mujer.
Agentes del equipo de la Policía Judicial de Playa de Las Américas trasladados al lugar fueron los que procedieron a la detención del hombre. Finalmente, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número 1 de San Cristóbal de La Laguna se hizo cargo del caso.
Sin antecedentes
En declaraciones a los medios de comunicación el subdelegado del Gobierno en la provincia precisó que la mujer fallecida tenía 28 años de edad, y no 24 como inicialmente se informó, y estaba casada con el presunto agresor, con quien tenía un niño de seis años. Ambos residían en la calle Tenerife del barrio de El Fraile, en Arona, desde donde esta madrugada se realizó una llamada telefónica y al lugar acudieron agentes de la Guardia Civil.
Allí encontraron el cuerpo de la mujer con evidencias de una muerte violenta, aunque no se han facilitado más detalles de la circunstancia del óbito. El hombre fue localizado posteriormente en el área metropolitana de la isla de Tenerife y fue detenido como presunto autor de un delito de violencia de género. No constan antecedentes por este motivo ni orden de protección que hubiera solicitado la mujer.
La instrucción del caso la ha asumido el juzgado de guardia de Arona y tanto el hombre detenido como la mujer fallecida son de nacionalidad cubana y estaban en situación regular en España. La familia se ha hecho cargo del hijo del matrimonio y la Comunidad Autónoma y el Cabildo de Tenerife han puesto en marcha el protocolo de atención psicológica previsto para estos casos.