Crónicas dominicales

Putin: tapadera y tonto útil

No siempre hay que ver lo que quieren que veas. Putin está matando gente en nombre de Rusia. Pero no es exactamente el malo de la historia, puede que también sea el tonto útil para otros a los que ya conocemos

27 mar 2022 / 04:00 h - Actualizado: 27 mar 2022 / 04:00 h.
"Crónicas dominicales"
  • E.P
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Cualquier reflexión que se salga de lo establecido como pensamiento único en este tema de la guerra provocada por la invasión rusa corre el riesgo de ser tachada como de simpatía pro Putin o pro Moscú. Al margen de que en una democracia uno puede ser simpatizante de quien crea conveniente, se debería dar por hecho que existe la libertad de pensamiento, opinión y análisis. Por supuesto -te responden “ellos”-, también existe la libertad de represaliar de diversas formas a quien se exprese al margen de lo que queramos. Lógico, así actúa el poder, sea Putin o sea Biden, sea Rusia o sea la OTAN, USA y su segura servidora la UE. Sin embargo, la historia no hubiera avanzado si no fuera por los que han disentido en todas sus fases y episodios. Lo han pagado, pero a la larga ha sido mejor para todos.

El gas USA y los molestos competidores

Después de los muertos y los padecimientos de numerosas víctimas inocentes que con tanta insistencia nos machacan los medios, los barcos yanquis ya vienen de camino con el gas de allí. Va a ser más caro en todos los sentidos y no es algo de hoy para mañana, pero se grita con entusiasmo que ya no vamos a depender de Rusia en tanta cuantía. Es decir, siempre gana el mismo y en esta ocasión sin derramar ni una gota de sangre, ¿para qué, si otros le hacen el juego y corren con los gastos de la tragedia?

Putin se ve en una tesitura a considerar: después de las promesas que ya le hicieron desde EEUU a Gorbachov en el sentido de que si el último dirigente de la extinta URSS no se oponía a la reunificación de Alemania la OTAN ya no se extendería más hacia el Este, el señor Putin, sin embargo, comprueba cómo Rusia se ve rodeada por cañones y misiles de la Alianza que se creó para vigilar a un comunismo que ya no existe.

Si Putin se queda quieto, mejor para EEUU. Y si le da por invadir Ucrania, mejor también para EEUU porque ya tiene al malo y la excusa para separar aún más a la dócil Europa. ¿Cuántos muertos hacen falta para eso? Los que sea, el culpable siempre será el mismo, lo que no se quiere para uno (misiles en Cuba en 1962, misiles en Nicaragua o Venezuela), se desea para los demás, Putin en primer lugar. ¿Por qué? Porque Putin dificulta el dominio mundial que unos EEUU en decadencia tenían planeado. Y, por supuesto, China, Irán y Corea del Norte, también. Hay ya mucha penetración de capital chino-ruso en África y América Latina, hay demasiada juventud latinoamericana apoyando las informaciones que lanzan los censurados medios rusos RT y Sputnik. Rusia y China han regalado vacunas del Covid a diversos países con nada o poco dinero para comprarlas, han convertido las vacunas en un arma política en mayor medida que lo ha hecho Occidente. Todo eso no estaba muy contemplado en la agenda que EEUU tenía para el mundo en los años 60 y 70 del pasado siglo.

El tonto útil

Si Putin hacía la vista gorda a la expansión de la OTAN, mejor para la OTAN y su dueño, EEUU. Si invadía Ucrania, mejor también. Putin será un atrevido y actuará por lo que estima el bien de Rusia, pero es asimismo un tonto útil para el imperio con sede central a miles de kilómetros de Europa pero que no deja de dar por ahí. ¿Qué haría USA sin Europa? La necesita a sus pies y a sus pies la tiene, el que se mueva no sale en la foto. Como sucedió en el caso de Irak, los estadounidenses primero deciden ir a la guerra y después crean el clima adecuado para que esa guerra se produzca.

Cuando Irak, allí había armas de destrucción masiva, afirmaban. Los medios de todo el mundo tragaron con la consigna del Pentágono que no sabía nada, salvo lo que le decían “desertores” de Sadam Husein. Los marines conquistaron en un momento Bagdad porque el pescado estaba vendido y la “temible” guardia de asalto de Sadam convenientemente comprada. Nadie salió al paso. Asesinaron al cámara de Tele 5, José Couso, eso está probado, pero, nada, un simple acto de guerra. Ahora ha muerto en Ucrania un periodista estadounidense, Brent Renaud, y dice Biden que lo vengarán, eso no es un acto de guerra.

No había armas de destrucción masiva en Irak, al tomar la capital, les dijeron los estadounidenses a los informadores iraquíes que les mostraran dónde estaban pero no lo supieron hacer. No obstante, toda la prensa mundial, empezando por la yanqui, nos había machacado con las famosas armas destructoras.

Una guerra sin mancharse

Lo de Ucrania es distinto. Ni siquiera ha hecho falta que vengan los soldados norteamericanos: que se desangre Ucrania y que se desangre económicamente Rusia que ya llegarán ellos victoriosos. Putin nos hace el trabajo, Zelenski es el héroe y la UE más Inglaterra nuestros voceros y quintacolumnistas. Vamos a romper el Nord Streem 2, ese inicio de entendimiento en Europa a través de sus dos grandes potencias: Rusia y Alemania. ¿Qué haría EEUU con sus bagatelas si Europa se entendiera con ella misma y con China? Eso no lo puede tolerar el país más democrático del mundo, el preferido de Dios. Podríamos intentar vivir todos -incluido EEUU- en amor y compaña, dentro de lo que cabe en una especie inmadura como la humana, pero no: tienen que mandar ellos porque así se estableció en la conferencia de Bretton Woods a finales de la Segunda Guerra Mundial. Y en este enfermizo pero comprensible deseo, Putin ha jugado el papel de genocida, tonto útil y tapadera para ambiciones desmedidas.

La Historia no termina

Reagan liquidó el comunismo. Pero, oh, sorpresa, la Historia no se terminó como anunció el propagandista de la Casa Blanca Francis Fukuyama, malcopiando a Hegel. China tomó nota del derrumbe soviético y Putin y sus jerarcas ya sé que son como son, pero levantaron el poderío militar ruso hasta casi colocarlo a la altura del que tuvo la URSS. Surgió el BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) y empezó a ir por libre. El Nuevo Orden comenzó a ser cuestionado hasta por sus impulsores (Trump). El expresidente se fue derrotado a su casa pero con 74 millones de votos en el bolsillo. Lo censuraron Facebook y Twitter y él se creó su propia plataforma. Julian Assange, al que están asesinando poco a poco, pensó en la Red como una alternativa al “totalitarismo” mediático occidental y ya estamos viendo el papel de la Red: la voz de sus amos, igualmente. ¿Qué está pasando aquí?

EEUU no puede tolerar una retirada cobarde del mundo árabe, ni que Putin se hiciera con Siria y que Europa -incluida Rusia- se entendiera. Azucemos a Putin, hemos decidido ir a la guerra pero que vayan esos idiotas y mueran ellos, nosotros tenemos el control de los medios y por tanto de la opinión pública. Ya viene el gas de camino. Están ganando y la vieja Europa chochea y se va muriendo. No se trata de estar con Putin, eso es una simplicidad que se inventan estos pirómanos, se trata de estar con Europa y en paz con los demás, en la medida de lo posible.