El trámite parlamentario de la ley de protección, derechos y bienestar de los animales comenzó su andadura el pasado 1 de agosto, pero es ahora cuando algunos de sus aspectos más polémicos han pasado al primer plano de la actualidad. Uno de ellos es el conocido como listado positivo.
Desde la Dirección General de Derechos de los Animales, su director Sergio García Torres afirmó que se podrán seguir manteniendo estas dos especies como hasta ahora, y aunque muchas especies que puedan quedar fuera del listado, el animal que ya tengas “no quedará prohibido” sino que al dueño se le pedirá que lo registre y lo esterilice. “Tú puedes seguir teniendo tu tarántula o tu serpiente, siempre que notifiques que la tienes y que no vas a comercializar ni a criar con ella”, indican.
El Dr Juan M. Gómez Berrazueta, presidente de FAUNA, explica que «El listado positivo lo debe elaborar un comité científico-técnico, y él debe respetar su decisión. En Holanda, que ya implementó en su ley el listado positivo, chinchillas y hámsteres rusos quedaron fuera y están prohibidos. El búfalo de agua, que puede alcanzar de 1,8 m de altura a la cruz y de 600 a 1000 kg de peso, sí fue aceptado como mascota adecuada por el comité holandés. Si la ley se aprueba así, todos los loros excepto el periquito ondulado, la ninfa y el agapornis cara de melocotón quedarían automáticamente prohibidos, así como tortugas de tierra o los corales en el caso de los acuarios de agua salada. El animal que estuviera en nuestras manos habría que inscribirlo en un registro y se le daría un tratamiento muy similar al de una especie invasora, sin justificación alguna. Sería la prohibición más rígida del mundo, dejando a España de facto fuera del convenio CITES que engloba a 183 países”
Según el veterinario Joaquín Laliena, vocal de la junta de FAUNA “La gran paradoja de la ley de protección animal es que, de aprobarse el listado positivo con la actual redacción, los aficionados tendrán que destruir huevos de especies protegidas o enfrentarse a cuantiosas multas. Las tortugas, por ejemplo, ponen huevos viables durante varios años tras su último apareamiento”.
Por lo tanto, periquitos y hámsteres deberán pasar una evaluación por un comité gubernamental antes de ser incluidos en el listado positivo, mientras que la gran mayoría de las especies de aves, reptiles, anfibios e invertebrados que se mantienen en los hogares quedarían automáticamente prohibidos, quedando confinados en casa de sus dueños hasta su muerte, aunque la administración no podrá confiscarlos si son registrados en tiempo y forma.
En resumen, el listado positivo será corto y la gran mayoría de las especies que se mantienen, prohibidas.