Rajoy se presenta como la única opción

El candidato desgranó en un discurso de 80 minutos los principales puntos del acuerdo con C’s e insistió en que España necesita un Gobierno «con urgencia»

30 ago 2016 / 23:03 h - Actualizado: 31 ago 2016 / 08:22 h.
"PP","España busca gobierno","Mariano Rajoy"
  • El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, pronuncia su discurso de investidura esta tarde en el Congreso de los Diputados. / EFE
    El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, pronuncia su discurso de investidura esta tarde en el Congreso de los Diputados. / EFE
  • Vista general del hemiciclo durante la intervención del candidato a la investidura, Mariano Rajoy. / Juan Carlos Hidalgo (Efe)
    Vista general del hemiciclo durante la intervención del candidato a la investidura, Mariano Rajoy. / Juan Carlos Hidalgo (Efe)
  • Pedro Sánchez en un momento de la tarde. / Emilio Naranjo (Efe)
    Pedro Sánchez en un momento de la tarde. / Emilio Naranjo (Efe)
  • Elvira Fernández, esposa de Rajoy, con Cristina Cifuentes. / Efe
    Elvira Fernández, esposa de Rajoy, con Cristina Cifuentes. / Efe
  • Rajoy en un momento de su discurso. / Efe
    Rajoy en un momento de su discurso. / Efe

Mariano Rajoy defendió este martes que él es quien encabeza la única opción «viable» para formar gobierno y advirtió a todos los partidos con representación en el Congreso de que son «corresponsables» de lo que ocurra en este debate de investidura y de que haya, en su caso, terceras elecciones.

El líder del PP y candidato a la investidura pidió ayer la confianza de la Cámara con este mensaje en el que no hizo un reclamo explícito al PSOE para que se abstenga o apoye su investidura, y sí se dirigió a todas las fuerzas políticas del Congreso, consciente de que su acuerdo con Ciudadanos y Coalición Canaria «no basta para completar una mayoría suficiente».

Durante 80 minutos en los que desgranó sus principales propuestas –recogidas en su mayoría en el pacto firmado el domingo entre PP y Ciudadanos–, Rajoy invitó a las fuerzas políticas, especialmente al PSOE, a sumarse a varios grandes pactos de Estado y planes relativos a educación, pensiones, empleo, energía, financiación autonómica, lucha contra la violencia de género y defensa de la unidad de España, entre otros.

Pero sobre todo advirtió al conjunto de los partidos de que los españoles quieren que sus representantes acaben con la actual situación de bloqueo y permitan la investidura porque, según subrayó también, «España necesita un gobierno con urgencia».

Rajoy colocó dicha urgencia como la primera razón por la que aceptó el encargo del Rey, a la que sumó otras dos: la «preferencia» que los españoles mostraron por el PP en las pasadas elecciones y la convicción de que «no existe una alternativa razonable» a la suya. Consideró así que su opción es la más «respetuosa con la voluntad de los españoles» y «la más conveniente», además de «la única posibilidad real» de que España tenga «un gobierno moderado que no sea una aventura de radicalismo, ineficacia e incertidumbre».

Tras admitir que sus acuerdos con C’s y CC no le dan una mayoría suficiente para ser elegido, Rajoy miró de izquierda a derecha a todo el hemiciclo cuando preguntó si hay alguien que esté pensando en llevar nuevamente a los españoles a las urnas y cuántas veces está dispuesto a hacerlo. Y fue en ese momento cuando les recordó a todos que son «corresponsables» de «velar por el futuro de los españoles» y buscar una solución.

«Estable y duradero»

Rajoy advirtió en cualquier caso de que el gobierno «no es un fin en sí mismo» y debe además ser «estable y duradero», no servir solo para uno o dos años, y ha de ser «fuerte» para tomar las decisiones «sin hipotecas».

En su reclamo de apoyo para la investidura, Rajoy no se dirigió directamente al PSOE pero sí apeló a «los grupos que defienden los valores que la Constitución proclama». Insistió en que en este momento lo que importa son las concordancias y no las diferencias, sobre las que se podrá debatir después si se crean las condiciones para hacerlo –es decir, tras la investidura–.

De la economía se sirvió también para advertir de que pese a la recuperación y la creación de empleo son ya muchos «los avisos» que se están recibiendo, desde fuera y dentro del país, sobre la necesidad de que haya un gobierno en «plenitud de funciones» porque si no, dijo, «las cosas se podrían torcer y evolucionar a peor».

Y ofreció a todos, «singularmente» al PSOE por gobernar al igual que el PP en muchas comunidades, consensuar la reforma de la financiación autonómica para conseguir un modelo que «preserve la igualdad y la solidaridad» de todos los españoles a la hora de recibir los servicios públicos.

Mariano Rajoy concluyó su discurso deseando que al final de este debate los partidos demuestren ser «capaces de anteponer el interés de todos al interés particular» y «pueda salir de aquí el gobierno que los españoles están esperando».

«Ustedes, como representantes de la soberanía nacional, tienen la respuesta», apostilló Rajoy en una última llamada a la «corresponsabilidad» de todo el arco parlamentario para desbloquear la situación.

Críticas de la oposición

Los grupos de la oposición cargaron contra este discurso, que calificaron de «burocrático», «fracasado» e incluso «chantajista», un discurso que ni siquiera aplaudieron los diputados de C’s, sorprendidos de que no haya pedido la abstención a los socialistas.

El portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, rechazó estas críticas, que fue «plano» para Ciudadanos o «soporífero» para Podemos, y advirtió de que el debate se celebra en el Parlamento: «Esto no es el circo». En su opinión, el discurso del presidente de su partido fue «sólido, brillante y coherente».