Save The Children: Repetir el curso no mejora el rendimiento ni es justo

07 sep 2022 / 04:41 h - Actualizado: 07 sep 2022 / 04:41 h.
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La repetición de curso en España, con una de las tasas más altas de Europa, no mejora el aprendizaje, no se aplica de forma objetiva pues el alumno de nivel socioeconómico bajo tiene casi tres veces más probabilidades de repetir que el de clase acomodada y es una práctica cara: 1.441 millones de euros al año.

Son algunas de las conclusiones del informe de Save the Children, presentado hoy martes en rueda de prensa, «Repetir no es aprender. Mitos desmentidos y alternativas posibles a una práctica ineficiente e inequitativa», que propone estrategias alternativas para reducir la repetición sin bajar el nivel.

Con resultados PISA estadísticamente equivalentes a los países OCDE, la tasa de repetición española duplica la de Austria e Italia, cuadruplica las de Irlanda, Nueva Zelanda, Australia y Eslovaquia, es seis veces mayor que en la República Checa, septuplica la de Letonia, es ocho veces las de Finlandia y Suecia y 11 veces mayor que Reino Unido, destaca el estudio.

Durante su presentación, Álvaro Ferrer, experto en educación de Save the Children, y su directora de Incidencia Social y Política, Catalina Perazzo, han pedido aprovechar la reforma educativa (Ley Celaá) para formar y acompañar a los equipos docentes en el cambio de creencias y prácticas y en alternativas eficaces para gestionar grupos con distintos niveles y ritmos.

Según Perazzo, España es el país con mayor tasa de repetición de curso en secundaria de la Unión Europea y de la OCDE, un 8,7% frente al 2,2% de media de la UE y del 1,9% de la OCDE, y a los 15 años el 29% del alumnado español ha repetido curso alguna vez.

«Estos datos y nuestro estudio lo que muestran es que estamos ante un problema cultural que no es de marco legal porque hemos visto que con la misma normativa en España tenemos ocho veces más repetición de Finlandia», una práctica que es además «más acusada» en los centros públicos que acogen «al alumnado más vulnerable».

EVALUACIONES MENOS OBJETIVAS CUANDO SON ALUMNOS VULNERABLES

El problema se agudiza cuando el escolar procede de una familia con pocos recursos: «Tienen una alta probabilidad de repetir», «casi tres veces más» que si pertenece a una clase acomodada.

Esto último, según Ferrer, se debe a que España es uno de los países con menor formación en estrategia de gestión de las diferencias de nivel de grupo de alumnado, lo que significa que «muchas veces el profesorado aunque es consciente que a veces la repetición no es la mejor solución parece que es la única que se le ofrece y, a menudo, no aplica de manera objetiva los criterios para hacer repetir, probablemente no intencionalmente».

Otras «hipótesis» tienen que ver con los niveles de segregación de los centros, en los que el profesor está «desbordado y recurre más sistemáticamente a la repetición»; a que las familias con mayores recursos pueden ofrecer refuerzo a su hijo durante el verano, el docente lo sabe y le deja pasar de curso, o a los comportamientos más disruptivos de los alumnos con menores recursos.

Con este informe, han añadido Ferrer y Perazzo, se quiere desmitificar la creencia socialmente extendida sobre los supuestos beneficios de la repetición, una medida que cuenta con «mucho apoyo social y político».

Entre los «mitos», destaca el de pensar que la repetición es lo normal para gestionar la diversidad de niveles del alumnado y se usa en todos los países, sin embargo «dos de cada tres socios de la OCDE tienen tasas de repetición en alumnado de 15 años inferiores al 10% y en casi la mitad (47%) de los países alcanza a menos del 5% de estudiantes. Se demuestra así que un sistema educativo puede funcionar con un nivel residual de repetición».

Tampoco es cierto, según el informe de Save The Children, que si la repetición es alta se deba a que el nivel educativo es bajo en España: «uno de cada tres repetidores en nuestro país ha alcanzado el nivel de competencia básico de PISA en todas las materias y ha logrado las metas establecidas al final de la escolarización obligatoria».

Según Ferrer y Perazzo, los criterios empleados en España para evaluar el progreso escolar son más duros que los establecidos por la OCDE y los países de nuestro entorno, y los estudiantes que en España son considerados con un nivel insuficiente no lo serían en otros países.

También es un mito sostener que la repetición mejora el rendimiento y el progreso académico, ya que las investigaciones más recientes concluyen que esta práctica «tiene un efecto nulo sobre el aprendizaje y perjudica al alumnado más desfavorecido».

«Puede tener efectos positivos en el mismo año de repetir −algo que explica algunas percepciones− al incluir un contenido en parte conocido por la persona que repite, pero se disipan e, incluso, se vuelven negativos al avanzar la escolarización. En el largo plazo, contribuye al abandono escolar».

En este sentido, la repetición es «especialmente negativa» en España, donde se repiten los mismos contenidos de la misma forma y sin medidas de acompañamiento ni fórmulas que busquen una forma de aprendizaje diferente, insiste el estudio.

Además la ONG concluye que repetir curso empeora la percepción del alumnado sobre sus propias capacidades y disminuye su interés por esforzarse.

Por otro lado, Ferrer ha subrayado que «no hay una relación entre el nivel de ratio de alumnos por profesor que tenemos en España y nuestros altos niveles de repetición, es decir, si miramos dónde estamos en ratio y dónde estamos en repetición, España tendría que tener tres veces menos repetición de la que tenemos, por tanto no sería la ratio lo que está explicando nuestra anomalía».

En su opinión, es posible «bajar drásticamente la repetición en poco tiempo sin bajar el nivel si formamos y acompañamos a los equipos docentes como han hecho Francia o Portugal, que teniendo niveles más altos han logrado bajar la tasa más rápido que nosotros».

LOS ELEVADOS COSTES DE UNA MEDIDA INEFICAZ

Dado su elevado coste, la repetición es una medida «ineficiente». Tomando datos del curso 2019-2020, los costes directos se elevan a 1.441 millones de euros, lo que supone un 6,2% del gasto público en educación primaria y secundaria, el presupuesto de educación de Canarias.

Save the Children propone dedicar los recursos económicos −o, al menos, una parte de ellos− a pagar refuerzos extraescolares en grupos pequeños para 2.217.000 estudiantes (47% del total en primaria y ESO en centros públicos y concertados); o 44.700 docentes extra para co-docencia.