Una fiscal general curtida en la lucha contra la violencia machista

María José Segarra asegura que trabajará con la «autonomía» que prevé la ley

15 jun 2018 / 14:02 h - Actualizado: 15 jun 2018 / 14:02 h.
"Justicia","El Gobierno de Pedro Sánchez","Pedro Sánchez"
  • La hasta ahora fiscal jefa de Sevilla, la madrileña María José Segarra, ocupará la Fiscalía General del Estado. / Efe
    La hasta ahora fiscal jefa de Sevilla, la madrileña María José Segarra, ocupará la Fiscalía General del Estado. / Efe
  • María José Segarra, en declaraciones a los medios. / El Correo
    María José Segarra, en declaraciones a los medios. / El Correo
  • María José Segarra, en una imagen de archivo. / El Correo
    María José Segarra, en una imagen de archivo. / El Correo

El movimiento feminista ha llegado para quedarse. Si Pedro Sánchez hizo de su Ejecutivo el Gobierno con más mujeres ministras del mundo, ahora pondrá la Fiscalía General del Estado en manos de María José Segarra (Madrid, 1963), que hasta ahora ocupaba la jefatura de la fiscalía de Sevilla. Lo que hace que este nombramiento sea feminista es la fuerte convicción de Segarra en su lucha contra la violencia machista, amén de la protección de los menores, principales prioridades de su carrera profesional.

Segarra no será la primera mujer en ocupar el cargo fiscal general del Estado –honor que posee Consuelo Madrigal–, aunque señaló que se trata de un gesto que da «visibilidad» a los pasos que se están dando hacia la igualdad, pasos de un «camino absolutamente sin retorno», apostilló.

No obstante, la hasta ahora fiscal jefe de Sevilla sí sabe lo que es romper techos de cristal, pues fue la primera mujer en acceder a este cargo, el cual vino ocupando desde el 25 de noviembre de 2004, qué casualidad, día internacional contra la violencia machista. Desde su particular atalaya como fiscal jefe de Sevilla, Segarra potenció la sección correspondiente a la violencia sobre la mujer.

Más allá de la lucha contra la violencia machista, Segarra tiene entre sus manos una patata caliente que es compartida con el Ejecutivo socialista: Cataluña. Y es que la madrileña tendrá que afrontar el desafío de dirigir el Ministerio Público con el juicio por el proceso soberanista catalán. Sobre su mesa está la posibilidad de acusar a los procesados de rebelión o rebajar la acusación a sedición, para lo que aseguró que trabajará con la «autonomía» que prevé la ley.

Por el momento, Segarra no se ha pronunciado al respecto. En las declaraciones que ofreció ayer a su salida de la Audiencia Provincial de Sevilla, la nueva fiscal general del Estado se limitó a mostrar su «plena confianza en los fiscales que están trabajando en ese y otros asuntos desde primera hora». Se da el caso de que Segarra comenzó su carrera profesional en Barcelona, a las órdenes de Carlos Jiménez Villarejo, a quien tiene por referente.

De aquellos inicios, Segarra mantiene contacto con algunos de los fiscales que hoy se encuentran investigando a los dirigentes catalanes. «Están desarrollando su labor con sometimiento al principio de legalidad y así va a seguir siendo», puntualizó.

Al igual que la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, Segarra es miembro de la Unión Progresista de Fiscales (UPF). Recientemente fue elegida vocal del Consejo Fiscal, cargo que tendrá que abandonar –como ya hizo Delgado– para asumir su nuevo cometido. «Lamentamos que tenga que dejar su cargo en el Consejo Fiscal», afirman fuentes de la UPF, aunque entienden su marcha como «un servicio a todos los fiscales», lo que constituye una «oportunidad histórica» para la Justicia, apuntan.

En clave interna, Segarra tendrá por delante la resolución de lo que ella misma reconoce como las «carencias» del Ministerio Público, como la falta de medios para la digitalización de la Justicia y reivindicó las «mejoras laborales necesarias».