¿Era Doña Blanca, en Puerto de Santa María, las Bodegas de Ismaro, cerca de Troya?

¿Era Doña Blanca, en Puerto de Santa María, las Bodegas de Ismaro, cerca de Troya? / Fernando F. Díaz

Fernando F. Díaz

El yacimiento de Doña Blanca, destaca por su excepcional grado de conservación, y cuenta con el poblado de la Dehesa, el Hipogeo del Sol y la Luna, y el Yacimiento y necrópolis de las Cumbres y las Canteras. Los restos más antiguos son de finales del III milenio a. C., un Castro (fondos de cabañas dispersas). Fue abandonado desde la guerra de Troya (1.186 a.C.) hasta el S. VIII a. C., y habitada luego, hasta el S. III a. C.

Según su excavador, el catedrático Diego Ruiz Mata, “tiene todo: los lagares, los almacenes, los hornos, bodegas para la creación de dos tipos de vino y la zona de prensado preparada para el pisado de la uva” (28-01-2020). Luego fue fenicio.

Hasta ahí los hechos. Por supuesto, la oficialidad imperante, de corte prosemita, ha atribuido el yacimiento a los fenicios, a pesar de que estos no existían cuando se levantó el poblado. El “dogma” judeocristiano siempre pretende que todo vino de fuera, de oriente, incluidos sus “Biblos”, y que aquí éramos analfabetos. Pero el registro arqueológico y las fuentes escritas dicen lo contrario. Por eso todo el Antiguo Testamento, desde el Génesis, tsunami de Noé, Isaías, y Reyes, habla de Tartessos.

Mi primera pista fueron las coincidencias entre los cíclopes de La Odisea y los guanches encontrados desde 1.400 en Canarias: eran demasiadas para ser casuales: medían 2-3 m., vivían en cuevas, pastoreaban, fabricaban queso, etc. El de un solo ojo, Polifemo (Odisea, IX, 105-485), que les arrojaba piedras (erupción), metáfora del Teide.

Hasta ahora se creía que Homero era un poeta, el primero, jamás se consideró que era un Historiador y que escribía en verso porque era como se escribía en Tartessos en la antigüedad, con leyes en verso (Estrabón, III.5). No era un poeta.

También se creía que la Grecia de que hablaba era la del Egeo y Anatolia, pero allí no se ha encontrado nada de lo que describe, con todo lujo de detalle. Incluso la supuesta Troya encontrada, era mucho más antigua, y allí, no hay mareas (Odisea, V).

Homero dice que Troya, y otras 89 ciudades, estaban, en la península (nesos) de “Kreta”. No caben en la islita actual. En “Ella” presento 50 pruebas: era la P. Ibérica.

Las piezas descritas por Homero, han sido encontradas abundantemente, en la Península Ibérica, pero apenas, en la Grecia actual, ni en Turquía, o islas del Egeo.

La cerámica, y escritura “griega”, más antigua, puede verse hoy en Cancho Roano, Badajoz, en la tumba de Rey de Kivik (suroeste de Suecia) –OM-ega-, y en el Dolmen de Soto, Huelva (Phi). En mis obras hay decenas de piezas ibéricas, descritas por Homero.

En la actual Grecia, no tienen ese registro arqueológico, no con esa antigüedad; aquí, en la Ibérica, sí. El dios Hermes ha aparecido grabado aquí, con más antigüedad que allí. En este tema (cultura material de que habla), les remito a mis obras.

Algo así, no se puede inventar: ya estaba en la tradición oral (“prehomérica”), especialmente en el Atlántico, donde nacieron los primeros escritores.

Homero fue uno de ellos, y escribía sobre lo que conocía, su patria: Azores, Madeira, Canarias, Marruecos, Portugal y Tartessos, la 1ª “Grecia”.

Homero era griego sí, pero esos “griegos”, no vivían entonces (1.250-700 a.C.) en la actual Grecia, sino en la Península Ibérica y sus islas, como vengo demostrando.

La realidad es que en el Egeo no hay las mareas y geografía que describe Homero, y que en Tartessos había escritura antes que allí (Museu da escrita de Almodovar, Portugal, Museo de Huelva, Estrabón, III.5, y “Golondrinas de Tart.”, A., Vázquez Hoys).

Sus obras originales, las más antiguas llegaron desde Marruecos, a Egipto, donde ha aparecido la mayor cantidad de papiros de ellas. Esos escolares estaban copiando su historia como los escolares musulmanes copian el Corán (símil de mi esposa, Isabel).

A penas han aparecido en el Egeo, porque Homero ni era de allí, ni hablaba de allí.

Y es en Egipto (Sais) de donde Solón copió el texto sobre la ciudad atlántica (Huelva) que luego publicó Platón en sus diálogos, Timeo, 20 y ss., y Critias, 107 y ss.

La prueba de eso es que en época de Homero, Egipto ocupaba todavía Marruecos: Dice: “Una isla hay allí que rodean las olas sin cuento (del Atlántico); Faro lleva por nombre y está frente a Egipto, a distancia tal que en una jornada salvara un bajel si por suerte a soplarle de popa viniese la brisa, silbante” (O.IV, 355).

Esa isla de Pharo, es la actual Faro, a 215 Km. del “Egipto” de esa época, Marruecos. (Estrabón, Geografía 13, 1, 27). La Pharos de Grecia, está a 750 Km. de Egipto. La Ph- es la de Phi-, del Domen de Soto (foto). En mis obras hay más pruebas.

Es por eso que el griego Kolaios de Samos, que se dirigía a “Egipto” –Marruecos- , es desviado por una tormenta, hacia Tartessos (Herodoto,H. IV, 152). Desde el actual Egipto, imposible. Y es por eso también que los análisis de A.D.N. de las momias de sus faraones, localizan su origen en Marruecos o Tartessos. Esto es ciencia, Grecia, no.

R.F. Avieno, Plutarco, F. Vinci, y Estrabón, ya localizaron a Ulises y/o el Peloponeso original, en el Atlántico. Heródoto, en su “Vida de Homero”, dice que no nació ciego, y que se crió en Esmirna, que he localizado en el Alentejo, Portugal, cuna de la escritura en runas. Certifica que Homero viajó por los puertos de “Tirrenia e Iberia”.

Esa “Iberia” no era la península actual, sino la margen occidental del Odiel, la del Piedras, el río Íbero, Cartaya. Y esa “Tirrenia“no era la actual, el Mar de Sicilia.

Así, entre 1.500 a.C. y 300 a.C., el registro, el A.D.N., Heródoto y Avieno dividen la Ibérica en 2 partes: celtas (Tirrenia) e Íberos, es decir, Tracia (nórdicos del Atlántico), y Escitia (el resto). La Tracia original no era la actual, sino la “Cultura Castreña” de Galicia, Portugal, y el sur de Tartessos, Huelva (Castro del Plan Parcial 8, y El Pozuelo).

Diodoro de Sicilia, en su Biblioteca Histórica, dice que los tirrenos poseían la escritura (V.40.2), y Platón certifica que Tirrenia no estaba en Sicilia: Atlántida “dominaba los pueblos de Libia, hasta Egipto (Marruecos), y Europa hasta Tirrenia” (T. 25 a). Por todo ello, afirmo que los “Tirrenos” eran los Tartessos.

Por tanto, Homero no viajó por la Tirrenia actual, sino por Portugal y Tartessos, es decir, alrededor de su ciudad natal. Fueron los Tartessos, al migrar, como hizo el troyano Eneas, los que llevaron esa toponimia a Sicilia, donde el actual “Mar Tirreno”.

Homero habla siempre del inmenso océano Atlántico (de Atlante): de sus mareas, sus rocas errantes (icebergs), su corriente circular (Gulf Stream), sus focas, de las Islas Canarias (sus pértigas, gofio, sus pastores, sus plátanos), su cultura (metalurgia), y sus tradiciones (rito del fuego, campos de urnas, bailes y cantes).

Dicho esto, vamos a demostrar que, tras la Guerra de Troya, Ulises partió de la Provincia de Huelva hacia su isla, Ítaka (Horta, Faial, en Azores), pero “vientos contrarios” le llevaron más allá de Gibraltar (Cabo Malea), a la “Patria de los Cicones” y bodegas de Ismaro, a cargo del sacerdote Maroon y su familia, Doña Blanca.

Para ello, he de demostrar que “Cabo Malea” era Gibraltar, y que “Ismaro” era Doña Blanca, desde donde parten luego para Ítaka, Azores. Luego, demostraré que desde Ismaro, Pto. De Sta. María, parte otra vez hacia Azores, parando en Canarias, debido a que conocían la corriente del Golfo, Gulf Stream, que gira en el Atlántico siguiendo las agujas del reloj y baña Inglaterra: “del Río Océano, la gran corriente” (Odisea, XVIII, 605, y IX, 82). Así, para ir a Azores, Ítaka, debes antes bajar a Canarias.

-Ulises parte de Huelva y llega a Ismaro, Doña Blanca, en El Puerto de Santa María:

Ulises relata (desde IX, 37) el principio de de su Odisea tras la Guerra de Troya. Dice que “de la costa troyana viento contrario llevónos a la patria de los Cicones, Ísmaro”.

Les llevó “más allá de Cabo Malea” (ML de Melesigenes -Homero-, Al-Moloya, Málaga, y Melilla). Hay varias pruebas de que era Gibraltar (IV, 514). Esa ruta es inviable en el Egeo, pero factible e histórico en la Ibérica (Odisea, III, 276, IX, 74).

Así, en mi segunda obra, “Capitales Imperiales de Tartessos” demuestro cual fue el periplo de Ulises entre Azores (Ítaka), Huelva (Troya), Cádiz, Canarias, y Madeira.

En mis artículos anteriores, en “Ella”, en mi siguiente obra, y en próximos artículos, demuestro que la verdadera Troya estaba en Tartessos, donde sí había y hay mareas y, algo muy importante, riquezas que justifiquen tal guerra. En el Egeo, no.

En la obra “Regresos”, todos los que parten de la Guerra de Troya, acaban por la P. Ibérica o cerca, no en el Egeo. Además, Virgilio narra en La Eneida, que el lider troyano, Eneas, hace un periplo atlántico antes de llegar a Cartago (Túnez), y Sicilia. No al Egeo.

En “Ella” y en mi segunda obra, “Capitales Imperiales de Tartessos”, demuestro que tanto Homero, como Avieno –el “Alcazar de Geronte”, hermanastro de Gerión-, en “Ora Marítima”, y Heródoto (Historia, I y IV), sitúan Troya en la Provincia de Huelva.

Troya voy a hacerla pública en 2.022. También demuestro que los troyanos eran los ligures, los del Lago Ligustino, que no era la marisma de Doñana, lejos de las minas, sino un embalse del Odiel, el Betis original, el de Beturia y Béty, Mirina, su reina.

Que en el Egeo nada cumple (ni siquiera existe la isla de Duliquio), y que el verdadero Peloponeso del 1.200 a.C. eran las Azores.

Afirmo que el primer lugar al que llega Ulises, al salir de Huelva-Troya tras la guerra, Ismaro (Odisea, IX), eran las Bodegas de Doña Blanca (Alba, Libia, Líbano), junto al Guada-Lete (río de la muerte) y Puerto Sta. María, Cádiz, hoy con bodegas también. Allí, efectivamente, se han hallado 3 templos e inmensas bodegas, donde se elaboraban 2 tipos de vino: exactamente los mismos que menciona Homero.

El viento contrario que cita (no les dejaba ir hacia Ítaka, Faíal, Azores) era el Cefiro, llamado en Huelva el foreño; arribaron a El Puerto de Santa María, de los “Cicones”.

Encontraron “en el bosque de Febo” (Cerro de San Cristobal), a un sacerdote (“Maro-n”, MR) de Apolo, dios tutelar de Is-maro, de Tartessos, y de la primera Delo, una isla de Canaria. La actual Delos tiene como Huelva, un Templo de la Sinta-Cinta.

Más adelante explica Homero: “A causa del Don le dejaron con vida” (O.IX, 199); era O-Dón, como Villaviciosa de Odón, como el Río Odiel, era por Odín.

Le perdonan la vida por ser nórdico, como ellos, y sacerdote; moraba en un Templo con bodegas en el sacro Bosque de Apolo, con esposa e hijos. Una prueba de su origen nórdico es que ha aparecido su importante Necrópolis, la de La Cumbre, con 62 enterramientos de incineración, un “campo de urnas”, junto a quemaperfumes y unguentarios, pero no tan rica como la Necrópolis de “La Joya”, de Tartessos-Huelva.

El sacerdote era hijo de un tal Evanteo, en -Teo como se llamaban algunos en el vecino “País de los Feacios” (Huelva), y los filis-teos, en referencia a que eran nórdicos-hijos de los dioses, como los “primeros” ibéricos, los E-Teo-Cretenses (Diodoro).

Afirmo que las dos imágenes de una Sacerdote sonriente halladas en Cádiz, una con máscara y otra sin ella, representan al Sacerdote Maroon (Odisea, IX, 190).

Viste una larga túnica, una máscara de oro con cinta sobre la cabeza, lo que indica su divinidad (como la máscara de Tut-Ank-amon). Lleva las manos unidas sobre el pecho, sujetando un objeto no conservado. Maroon, agasajó a Ulises con:

-Un odre de piel de cabra rebosante de vino dulce “como la miel” y negro. (Vino mistela-moscatel de Jerez) y 12 ánforas de un vino dulce y de vino puro

-Una crátera (jarra para libaciones) de plata maciza y 7 (estrellas de la Ossa) talentos de oro muy bien labrado (implica que estaban cerca de Huelva).

-Siguiente escala: parten de Pto. de Sta. María, y llegan a la tierra de los “Lotófagos”.

Ahora he de probar también que su escala siguiente es Canarias-Marruecos: el País de los “Lotófagos”, los que se alimentaban del “Loto”, muy representado en Tartessos.

Así, Homero dice que “el cierzo” (Levante) les llevó hacia el océano (Ponto) “más allá de Citera” (Ceuta). El viento del norte (Boreas) los llevó 9 días a la deriva, por “el mar rico en peces” (el Océano) y al décimo llegaron a la tierra de “los Lotófagos, gente que sólo de flores se alimenta” (Odisea, IX, 67-85).

Homero describe el “Loto” como un manjar o fruto dulce como la miel, que tiene la consistencia del pan, y que creaba adicción. Voy a demostrar que hablaba del Plátano, al que cita: “moviendo las manos cual si fuesen hojas de excelso plátano” (Odisea, VII, 106). Por tanto, los lotófagos eran los “come-plátanos”.

He comprobado que su flor aparece en la mano del dios Hermes (foto 1), del que habla Homero, y que he identificado en la Estela de Gomes Aires, Portugal (foto).

Como pueden apreciar en la foto, las flores de “Loto” de Tartessos, del 1.200 a.C., eran las del plátano (foto: Estela de G. Aires), más picudas, y menos redondas.

Plinio (H. N., IV.5.13) dice que, más abajo de Pilos –Palmela, Setúbal, Portugal-: “En la costa están el cabo Ictis, el río Alfeo –navegable 6.000 pasos (9 Km.)- las poblaciones de Aulón y Lep-rio, y el Cabo Platano-de, lugares todos ellos orientados hacia occidente”. Afirmo que se refería al Cabo de San Vicente, Portugal.

La flor del plátano canario (foto: en estela de G. Aires) se llama “Musa Paradisiaca”, y en Huelva está “Valdelamusa”, con mina, y centro de la Cuenca Minera.

Heródoto (450 a.C.) confirma (en II.92) que los Lotófagos que cita Homero habitaban en el antiguo Egipto, que llegaba hasta Marruecos y las Canarias.

Que Egipto ocupó esa zona, lo demuestran sus momias, pirámides, y p. rupestres.

Diodoro de Sicilia, certifica en su Historia Natural, (III.21) la presencia de los “lotófagos” en esa zona, considerada parte de Egipto.

Describe unas marismas con abundantes cañaverales, y “una cantidad de mosquitos, superior en fuerza a los conocidos” (Huelva).

Homero describe el verde Norte de Tenerife, donde se cría el plátano: la Orotava (Iliada, XXI, 445-450). Habla del Gofio en Iliada, XI, 630, XVIII, 555. Y en Odisea, II, 380.

Y cita las pértigas típicas de Canarias y Euskadi, en Iliada, XV, 675.

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El autor (Foto), trabaja en su IV obra sobre Troya, y desde Junio, como guía local. (Email: ffdiaz@yahoo.com, Whatsup: 687673273, Facebook: Troya y Tartessos).

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