Fenómenos paranormales en Radio Betis

En las emisoras de radio también se pueden producir hechos extraños que dejar sin habla a quienes trabajan en ella. Son lugares donde, en apariencia, no sucede nada aunque no siempre es así y casos muy cercanos tenemos... Permítanme que les descubra un caso muy especial

Fenómenos paranormales en Radio Betis / José Manuel García Bautista

José Manuel García Bautista

Ese caso nos debe llevar a Radio Betis, a tiempos de la recién creada emisora y teniendo como técnico a mi buen amigo Sebastián Marín -al que ya conocía de una etapa en Onda San Pablo-.

Era noche de viernes, tranquila, con nadie en el estadio verdiblanco salvo aquellos que hacíamos el «Voces del Misterio». En aquel programa hablábamos de poltergeist y todo discurría con normalidad salvo en un momento en el que la temperatura bajó abruptamente.

Mi compañero en la radio, Jordi Fernández, junto a Jesús García y José David Flores, dijeron: «¿Habéis puesto el aire acondicionado? No veas cómo va bajado la temperatura, es terrible». Miré al aparato y estaba desconectado. Nos miramos con extrañeza y no le dimos más importancia.

El programa siguió su discurrir nocturno y Sebastián Marín, por línea interna, advertía: «Se me están colando ruidos muy raros, ¿tenéis algún teléfono móvil o algo dentro?».

Le dijimos que no puntualizando que era el año 2007 y nuestra telefonía de ahora en poco o nada se parecía con la de antaño pero cierto es que había móviles que tenían radio y algún compañero, ocasionalmente, iba escuchando lo que salía «al aire». No era el caso de aquel día no encontrándole explicación a «esas voces que se están metiendo por los cascos» y eso que Sebas era de lo mejorcito en control que he conocido.

Pero, quizás, lo más fuerte de aquella noche lo vivimos en un momento en el que se vio una especie de sombra pasar por el pasillo, creímos que era el propio Sebastián Marín que había salido para algo y, de pronto, empiezan a aporrear la puerta e internar girar el pomo sin lograr abrir la puerta, miramos todos en esa dirección y luego a la «pecera» siendo nuestra sorpresa infinita cuando vimos a nuestro técnico mirando con asombro a la puerta del estudio y levantando las cejas como no dando crédito a lo que veía.

Recuerdo que me levanté y abrí la puerta, fui a la sala y luego al lado opuesto y no había nadie allí, todo estaba cerrado. Entré en control y le dije a Sebastián: «Sebas... ¿Qué ha sido eso?» y este sólo me dijo: «Acabad prontito hoy y vámonos ya de aquí que esto es lo más raro que me ha pasado en la vida».

La verdad es que luego han venido otras experiencias en la radio, de diferente índole, algunas incluso superiores a esta que vivimos en Radio Betis y que les contaré más adelante.

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Nunca supimos la naturaleza de aquel fenómeno ni a qué se debió pero les puedo garantizar que pasamos uno de los momentos de mayor tensión que he tenido la oportunidad de vivir nunca y son ya varias décadas sentándome delante de un micrófono o poniéndome delante de una cámara. Nunca se quiere ser protagonista de este tipo de sucesos pero aquella noche lo fuimos.

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