FÚTBOL (EUROCOPA)

Fabián: "No hay muchos jugadores que hayan compartido vestuario con su madre"

El centrocampista del PSG, una de las revelaciones de esta Eurocopa y el futbolista español que más goles ha marcado (2), nos revela cómo estuvo a punto de abandonar el fútbol o por qué Davide Ancelotti es su ángel de la guarda

Fabián: "No hay muchos jugadores que hayan compartido vestuario con su madre"

Vídeo: PI STUDIO

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Para muchos Fabián Ruiz está siendo el mejor jugador de la selección en esta Eurocopa. Autor de dos goles y dos asistencias, el sevillano cuenta además con un registro histórico, no ha perdido ni uno solo de los 24 partidos que ha jugado con España (15 victorias y 9 empates). El viernes jugará el número 25 ante Alemania en los cuartos de la Eurocopa en Stuttgart. Antes se sienta con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA a hablar de su inspiradora historia. Su madre, Chari, sacó adelante con mucho esfuerzo a Fabián y sus hermanos limpiando baños y escaleras hasta que un día se cruzó el Betis en la vida de ambos. Aquel día se acabaron las 'fatiguitas'.

-Su llegada al Betis fue cuanto menos peculiar, porque el club le fichó a usted y a su madre, que era limpiadora.

-Tener a mi madre todos los días donde trabajamos nosotros era algo raro. La veía todos los días limpiando el vestuario en el que jugaba... Pero desde luego fue un orgullo. El fichaje de mi madre por el Betis es uno de los mejores fichajes de mi carrera.

-Aquello cambió sus vidas para siempre.

-Creo que se juntó todo. Que yo me asentará en el primer equipo, que mi madre tuviera un trabajo fijo con un sueldo asegurado... Llegaron todas las cosas juntas y fue un momento único que no olvidaremos nunca porque fue muy bonito lo que vivimos. No creo que haya muchos jugadores que hayan compartido vestuario con su madre. Y le diré, es un recuerdo muy bonito.

-¿Tener un origen tan humilde le ha dado más determinación para superar los obstáculos que la vida le ha ido poniendo por delante?

-Cuando vives momentos difíciles y luchas por conseguir algo, lo valoras todo mucho más. Sabes que llegar aquí te ha costado muchísimo y ahora no lo puedo perder. Cuando llegan los momentos difíciles o no tan buenos, echas la mirada atrás y te das cuenta de que merece la pena seguir luchando por todo lo que llevas peleando toda tu vida. Y no te rindes. Yo nunca olvidaré por lo que he pasado, de dónde vengo y lo que me ha costado llegar hasta aquí. Cuando vienes de tan abajo, valoras mucho esto y eso te ayuda a seguir luchando por ello.

Cucurella: "Meto caña a Nico Williams para que fiche por el Chelsea"

PI STUDIO

-¿Venir “de tan abajo” le ha ayudado a relativizar la importancia del fútbol?

-Cuando eres pequeño no te das cuenta de esas cosas, pero una vez vas creciendo valoras otras cosas. Está claro que para mí el fútbol es una de las cosas más importantes de la vida porque me da de comer a mí y a mi familia, porque estoy haciendo lo que siempre he soñado ¡y porque no sé hacer otra cosa! Pero le doy valor también a otras cosas como la salud y la familia. Que las personas que me rodean estén bien. Son cosas que para mí son lo más importante. Y todo eso junto al fútbol crea la unión perfecta.

-¿Qué valores le inculcaron en casa?

-La humildad. Cómo gestionar cada situación en cada momento cuando te llegan en la vida.

-¿El niño que jugaba en la plazoleta de Los Palacios soñaba ya con jugar con Messi, Neymar o Mbappé?

-Te diría que no. En mi caso, cuando era pequeño, lo que estaba deseando era soltar la mochila y ponerme a jugar. No en ser jugador profesional ni en jugar al lado de Messi o Neymar. Lo que piensas es disfrutar al máximo y estar jugando todo el tiempo que pueda a la pelota. Y cuando vas creciendo ves más cerca la posibilidad, pero hasta que surge, no la ves. Yo he jugado con muchísimos jugadores desde que entré con 8 años hasta que llegué al primer equipo del Betis. Y llegan muy pocos jugadores. Creo que hasta que estás ahí, no lo sueñas. Es verdad que sueñas en grande, pero no he soñado que iba a vivir lo que estoy viendo ahora. La verdad es que no le puedo poner ningún pero a mi carrera deportiva. Espero ganar algunos títulos más, pero lo que estoy viviendo como jugador es algo que era inimaginable.

-Usted vivió una metamorfosis personal y futbolística un verano en el que casi le retira del fútbol- ¿Qué puede contarme de eso?

-Lo pasé bastante mal porque venía de jugar todo, de meter muchos goles y de ser un jugador pequeño y rápido. Y, de repente di un estirón de 30 centímetros y eso me hizo perder la coordinación. En unas semanas me convertí en otro tipo de jugador mucho más lento. Lo pasé bastante mal porque me costó jugar. De hecho, no jugaba nunca. Creo que estuve 8 o 9 partidos sin ser convocado. Fue un año duro, porque era muy pequeño. Me costó coger la dinámica y la coordinación. Y al acabar el proceso era otro jugador completamente diferente.

-De Carlo Ancelotti aprendió mucho en el Nápoles, pero su ángel de la guarda fue su hijo Davide que se hizo fan suyo en Sevilla.

-Le doy las gracias a él y también a su novia, hoy mujer, por ser de Sevilla. Davide apostó por mí con apenas un año en el fútbol profesional, porque yo venía de estar cedido en el Elche, en Segunda. Mi primera temporada con el Betis empiezo haciendo las cosas bien y Davide comienza a seguirme y se enamora. Fue amor a primer a vista. Él lo tuvo bastante claro pese a que yo era joven, sin experiencia y había que pagar una cláusula que no era baja (30 millones). Para mí es una persona que tiene mucha importancia y gran culpa de que hoy esté donde estoy.

-Nápoles es una etapa crucial en vida y su carrera. ¿Por qué?

-Aparte de ser importante para mí como jugador, lo fue más aún en lo personal. Era un chico joven, en un país diferente y una liga nueva con solo 21 años. Al principio siempre se pasa mal con los cambios, pero aprendí mucho. Nápoles me permitió dar el salto de calidad que necesitaba al jugar la Champions y estar en un equipo que peleaba por la Liga. Con la exigencia que eso conllevaba y la presión a la que me sometían, porque es una afición que aprieta mucho. Pero aprendí mucho, y además de la mano de un entrenador como Ancelotti, que me enseñó tanto. Me vino muy bien. La etapa se Nápoles me vio crecer y fue imprescindible para ser lo que soy ahora.

-Cuando habla de Nápoles le brillan los ojos.

-Siempre digo que Nápoles me robó un cachito de mi corazón. Guardo todavía muchos amigos. De hecho, uno de mis mejores amigos de Nápoles vive conmigo, así que imagínate. Tengo mucha relación con gente de allí. Y tengo grandes recuerdos de su afición, que es una afición particular. Venía de la afición del Betis, que es un poco similar. Le tengo mucho cariño a esa ciudad.

-¿No sintió vértigo al saltar a un equipo como el París Saint-Germain?

-El salto a París fue diferente. Llegué a un equipo lleno de estrellas. Aterrizas en un sitio donde estás con los mejores jugadores del mundo y te encuentras mucha más presión, porque estás rodeado de los mejores y no puedes bajar el nivel. Incluso tienes que subirlo y demostrar que estás preparado para jugar con los mejores a tu lado.

-Le propongo que me diga lo primero que se la pasa por la cabeza cuando le diga un nombre.

-Venga.

-Mbappé.

-Goleador

-Messi.

-Número 1

-Neymar.

-...(Se toma un tiempo) …. Verticalidad

-¿Reconoce cosas de Neymar en Lamine?

-Creo que Lamine y Neymar comparten ese desparpajo, gente que sale rápido con la pelota y que son más rápidos cuando la conducen que sin ella. Es parecido, aunque creo que Lamine es más extremo y a Neymar le gustaba más meterse por medio y asociarse. Pero tienen muchas cosas en común porque Lamine está haciendo cosas con 16 años que hacía a esa edad Neymar.

-Y Fabián quién en esta España… ¿El del PSG, el del Nápoles, el del Betis?

-Mi papel aquí en España es el de cualquiera otro jugador del grupo. Me siento uno más. Es verdad que estoy contando con bastantes minutos, con la confianza del míster y eso hace que esté más tranquilo, que me suelte más en el campo y tenga esa confianza que los jugadores necesitamos. Pero me siento con la misma responsabilidad que el resto de jugadores de los que jugamos y de los que no. La esencia de este equipo es el grupo, la unión que tenemos, y hacer siempre lo mejor posible y dar lo máximo de mí en cada partido. Trato de dar, con balón o sin él, lo que necesita el equipo en cada momento.

-Esta Eurocopa están brillando especialmente en la conducción del equipo usted y Rodri. ¿Hay tan buena química como parece?

-Con Rodri es fácil jugar. Para mí es el mejor centrocampista del mundo en su posición. Nos conocemos desde hace bastantes años y en el campo nos hablamos mucho, incluso entrenando. Cuando uno cae a izquierda el otro bascula para compensar y al revés, o si uno sube el otro baja. Es fácil compenetrase con él.

-Este equipo es joven y descarado, pero precisamente por esa juventud también parece que es un poco impaciente. ¿Comparte esa valoración?

-Es verdad que contra Georgia, cuando nos meten el gol, nos ponemos un poco nerviosos y cometemos errores innecesarios. Es ahí donde tenemos que tener más paciencia. La gente con más años, y los del mediocampo, que es por dónde más pasa el balón, debemos dar esa calma. Creo que a partir de que tuvimos más pausa y menos prisas y se vio nuestra mejor versión.

Diario de la Eurocopa: los ojos de la selección

Fermín de la Calle

-Usted fue proclamado mejor jugador de la Eurocopa Sub-21 de 2021 en la que derrotaron a Alemania en la final. Conociendo como conoce a los alemanes, ¿qué partido espera?

-Espero un partido intenso, una selección que quiere pasar a semifinales, que juega en casa, que tiene grandísimos jugadores que van a ir a ganar, igual que nosotros. Será un partido bonito para el espectador. Y esperamos hacer nuestro partido, que hagamos las cosas que venimos haciendo y que pasemos.

-¿Influirá el empuje de la grada o será una presión añadida para ellos?

-Ellos tienen el plus de jugar en casa, con la afición a favor. Pero en España sabemos que va a ser muy igualado y se decidirá por detalles.

-Una última, ¿a qué achaca que esta selección se haya convertido en una familia?

-Nos conocemos hace mucho. Y a eso se suma la humildad y lo que aporta una persona como Luis de la Fuente y su staff. Pasamos muchas horas juntos y eso es muy importante. Más un equipo somos una familia en la que no solo estamos los miembros del equipo, también desde los cocineros a todo el mundo que nos rodea aquí. Somos una familia y esa es una de las claves del éxito de esta selección.

-Gracias y suerte en Stuttgart.

-Queremos volver a Berlín. 

Tracking Pixel Contents