La Asamblea General de las Naciones Unidas ha designado el año 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras (AIFV), teniendo como objetivo sensibilizar, atraer la atención de las políticas y compartir las buenas prácticas con relación al consumo de frutas y verduras y sus beneficios nutricionales y para la salud; y a cómo el consumo de frutas y verduras contribuye a la promoción de dietas y estilos de vida diversificados, equilibrados y saludables, y la reducción de la pérdida y el desperdicio de frutas y verduras.
La FAO será el organismo encargado de celebrar el año en colaboración con otras organizaciones y órganos competentes del sistema de las Naciones Unidas. “El AIFV 2021 ofrece la oportunidad única de sensibilizar sobre la importancia de las frutas y verduras para la nutrición humana, la seguridad alimentaria y la salud, y para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”, explican desde la FAO.
OBJETIVOS
Los objetivos principales del AIFV 2021 están centrados en la concienciación sobre los beneficios del consumo de frutas y verduras para la salud y la nutrición y orientar las políticas hacia dichos beneficios; promover dietas y estilos de vida saludables, equilibrados y diversificados mediante el consumo de frutas y verduras; reducir la pérdida y el desperdicio en los sistemas alimentarios de las frutas y verduras; y difundir mejores prácticas.
Siguiendo con este último objetivo, se cree necesario difundir mejores prácticas sobre el fomento del consumo y la producción sostenible de frutas y verduras en apoyo de los sistemas alimentarios sostenibles; una mayor sostenibilidad en el almacenamiento, transporte, comercio, procesamiento, transformación, venta minorista reducción del desperdicio y reciclaje, así como en las interacciones entre estos procesos; la integración de los pequeños agricultores, en especial los agricultores familiares, en las cadenas de producción, suministro y valor locales, regionales y mundiales en aras de la producción y el consumo sostenible de frutas y verduras, reconocimiento de las contribuciones de las frutas y verduras, incluidas las razas no mejoradas y las variedades del agricultor, a su seguridad alimentaria, nutrición, medios de vida e ingresos; y el fortalecimiento de la capacidad de todos los países, y en especial de los países en desarrollo, para adoptar enfoques y tecnologías innovadoras de la lucha contra la pérdida y el desperdicio de frutas y verduras.
FRUTAS Y VERDURAS
“Se considera que las frutas y verduras son las partes comestibles de las plantas (por ejemplo, estructuras seminíferas, flores, yemas, hojas, tallos, brotes y raíces), tanto cultivadas como silvestres, en estado crudo o con un procesamiento mínimo”, explica la Organización. En este sentido, tanto las raíces, tubérculos, leguminosas de grano seco, cereales, nueces, semillas, plantas medicinales y especias (a menos que se utilicen como verdura), té, café, cacao, como los productos procesados y ultraprocesados elaborados a partir de frutas y verduras (por ejemplo bebidas alcohólicas como el vino) y sustitutos de la carne a base de plantas o productos de fruta y verdura con ingredientes añadidos (zumos de fruta envasados o kétchup) quedan excluidos de esta definición.
“La frutas y verduras mínimamente procesadas son aquellas que se han sometido a algún proceso que no altera su condición de fresco, como lavado, clasificación, recortado, pelado, cortado o troceado”, desarrollan desde la Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura. Por su parte, también indican que los alimentos mínimamente procesados conservan la mayor parte de sus propiedades físicas, químicas, sensoriales y nutricionales intrínsecas, y mucho de ellos son tan nutritivos como los alimentos sin procesar, como por ejemplo la fruta cortada, las ensaladas de verduras y frutas o las verduras desecadas y congeladas.
Las frutas y hortalizas son buenas fuentes de fibra dietética, vitaminas y minerales como el ácido fólico, vitaminas A y C, potasio y sustancias fitoquímicas beneficiosas. Como parte de una dieta saludable, las frutas y hortalizas nos ayudan a reducir los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles, como el sobrepeso y la obesidad, inflamaciones crónicas, hipertensión y colesterol alto. Lo recomendable es comenzar a consumirlas a partir de los seis meses de edad y mantenerlas como parte habitual de una dieta saludable durante toda la vida. “Una cantidad mínima de 400g al día o cinco porciones de frutas y hortalizas es beneficiosa para la salud”, aclaran desde el organismo.
PRODUCCIÓN
Además, desde la FAO indican que la producción de frutas y hortalizas de alto valor puede ser rentable, en comparación con otros cultivos, con cantidades reducidas de tierra, agua y nutrientes. Sin embargo, uno de los puntos más representativos en cuanto al cultivo de estos productos es que “la enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha demostrado la importancia de las cadenas de valor cortas e inclusivas, en particular en el caso de las frutas y hortalizas, como forma de proporcionar mejores oportunidades comerciales a los agricultores familiares en zonas urbanas y periurbanas”, aclaran.