Coronavirus

Agorafobia: otro efecto devastador de la pandemia

13 may 2021 / 11:48 h - Actualizado: 13 may 2021 / 21:09 h.
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¿Has sentido algún tipo de incomodidad al salir a la calle después del encierro?

Llevamos más de un año de pandemia. Durante todo este tiempo, no hemos parado de recibir casi a diario una gran cantidad de recomendaciones del tipo “guarde la distancia social”, o “evite los lugares cerrados”. Es imposible que esto no haya impactado en menor o mayor medida en un número concreto de gente. Es probable ahora que te cueste más compartir espacio dentro de un ascensor, sobre todo si estás rodeado de desconocidos. Y, ¿qué decir de las aglomeraciones de gente? Nos referimos a aglomeraciones tan comunes antes de la pandemia como la cola de un supermercado, un encuentro informal en un bar o montarte en un autobús para ir al trabajo. ¿Te has sentido incómodo?

Tiene toda su lógica. El hecho de ser conscientes que hay algo afuera que no vemos, pero que es capaz de provocar cerca de 80 mil muertos, nos resulta cuanto menos inquietante. Este miedo irracional se llama agorafobia, y estos son sus síntomas más comunes.

La agorafobia puede ser incapacitante

La ansiedad es el primer síntoma que se manifiesta en personas afectadas de este mal. El corazón sufre de palpitaciones, el cuerpo empieza a sudorar, y nuestra mente incluso distorsiona la realidad. Muchos sienten cómo les falta el aire y pueden llegar a desvanecerse. Del mismo modo, pueden llegar a anticipar el pánico porque creen que van a estar expuestos a un peligro que no van a ser capaces de evitar. Todo esto les lleva a encerrarse en sí mismos. El individuo prefiere quedarse en un lugar protegido ante la incertidumbre que le provocan los lugares abiertos, los cerrados o las multitudes.

Si no recibes tratamiento, puede ocurrir que te enclaustres en tu casa. De hecho, muchas personas han quedado atrapadas en sus hogares durante años por no prestar la debida atención a este problema. En otras palabras, la agorafobia es una enfermedad incapacitante, ya que te impide hacer vida normal como al resto de la gente.

Esto es lo que te recomendamos

Lo primero es que seas consciente de que los problemas no se arreglan solos. Es necesario poner de tu parte. Tener la actitud correcta para enfrentarte a tus miedos irracionales. La manera más común es ir exponiendo al paciente gradualmente a la fobia. De este modo, el individuo va ganando confianza poco a poco hasta que acaba por superar sus miedos por completo. De igual manera, es necesario que se explique con detalle qué es la ansiedad, reconocer los estímulos que la provocan para luego ir ganándole terreno al miedo.

Es muy probable que conozcas a una gran cantidad de gente que se ha visto afectada por la agorafobia durante este último año. Es necesario que sepan que tienen que pedir ayuda. Tal vez sea tu caso. Si es así, no te preocupes.

Francisco Hidalgo Díaz. Psicólogo clínico.