A veces el ser humano se enfrenta situaciones que van más allá de su comprensión, que van más allá de la racionalidad, que van más allá de la vida misma para ubicarse en ese rincón donde afloran los sentimientos y donde no hay más explicaciones que los dictados del corazón...
La historia de Marcos es sin duda la historia –una más- de las injusticias de la vida, una vida cortada de raíz con sólo 16 años cuando la carretera se cobró una nueva víctima. Y poco tiempo después comienzan a manifestarse una serie de fenómenos de difícil explicación.
En muchas ocasiones se establece una conexión madre e hijo por la que son capaces de sentir el dolor del otro sin estar ni siquiera físicamente cerca, y en otras muchas la carencia de la persona querida hace que el hueco se rellene por algo más que palabras...
Marcos fallece en un desgraciado accidente de tráfico, era un joven alegre, jovial, deportista, un buen amigo. Todos notaron su pérdida. Pero Marcos tenía antes de “marcharse” algo que hacer...
Se aparece por primera vez un año después –aproximadamente- al borde de una carretera, y no crean que se trata de una moderna historia de “Chico de la curva” aunque pudiera parecerlo. Se aparece en distintos puntos de esa carretera para pedir tranquilidad al volante, quién sabe si para salvarle la vida que él perdió a algunos de sus amigos, como Jorge, que sufre un “shock” cuando ve su espectro pidiéndole calma...
Se aparece en la carretera a aquellos que le quieren para evitar que corran la misma suerte: “vi a un niño pero de cintura para arriba, con su chaqueta roja, rubio y me hizo el gesto de “tranquilidad” con las manos” decía la madre del joven fallecido.
Su novia también lo vio y desde el coche se lo dijo a la madre: “Estaba sentado y después, de momento, de pie y la madre comenzó a llamarlo por su nombre”.... Yo estaba viendo algo que sabía que era imposible, sabía que era él y piensas por un momento que todo lo que pasado es mentira. No sentí miedo pero si mucho respeto y me preguntaba ¿Qué está pasando?”. Decía la novia vivamente emocionada.
Tras estos incidentes la familia dio una misa por el alma del joven y la al llegar a casa encontraron una mancha en la pared... Una mancha en la pared con cierta fisonomía humana y ante ella los equipos electrónicos fallan. La madre no acudió a la misa por que se encontraba mal y recuerda de aquel día: “Manuel fue a echar una foto pero la máquina falló... No iba de ninguna de las maneras” y es que en varios intentos la máquina fotográfica no atendía a hacer fotografías y no funcionaba correctamente, era como si aquella imagen se negara a ser fotografiada.
¿Cómo puede ocurrir esto?
Tal vez pudiera ser explicado como una huella de recuerdo, emocional, una huella que la persona y proyecta hacia fuera, esa podría ser una explicación. Pero hay varias personas que lo ven en varios lugares al mismo tiempo y eso ya es imposible pues en muchos casos no hay una vinculación tan manifiesta.
Su padre, más escéptico en estas cuestiones también ve la manifestación de Marcos: “iba en mi Renault, rápido, siempre me ha gustado correr un poco pero aquel día alguien llamó mi atención al borde de la carretera, era Marcos que me decía con señas que frenera, que me calmara” le narraba al periodista local.
El presunto espectro también ha sido visto en la casa de campo familiar, un sitio que le gustaba particularmente, allí su presencia es más fuerte.
Otro hecho extraño se bien a sumar a toda esta misteriosa e inquietante, pero esperanzadora, historia: en el día de la 1ª comunión de hermano su tía hace una foto, una foto que depararía muchas sorpresas pues aparece una marca, una huella extraña en la misma... Su tía relataba: “Se le pide una prueba de que “estaba” vivo de alguna forma y en la foto sale esa extraña luminiscencia. “Venga poneros y hace la foto” les dije y lo vi físicamente allí pero en la foto sale una luminiscencia”. Una luminiscencia que tiene pocas, muy pocas, explicaciones.
Mientras esta historia tiene una derivación, en una localidad gaditana, otro hecho relaciona el caso y es que allí, un vidente, ve a un chico joven que no logra identificar cuando está tratando de ayudar a una pareja. A éste se le aparecía el difunto Marcos y él le preguntaba a la familia a la que trataba de ayudar por su identidad pero nadie sabía quién era. Las apariciones eran constantes para este vidente durante los siguientes cuatro meses hasta que, al fin, un día pudiera saber de su identidad, y fue de la forma más extraña...
C.M. , la chica que acudió al vidente, le describe al niño para comprobar si era algún tipo de familiar suyo pero no había nadie que atendiera a esa descripción. Así C.M. comienza a preguntar hasta que una noche, en sueños, ella se ve hablando con una mujer, la madre de Marcos. Aquello le extrañó y recordando el sueño se lo dijo al vidente diciéndole éste: “Tienes un trabajo” y le pidió que fuera a ver a sus padres “de parte de su hijo”. El chico le había pedido que le dijera a su madre que no usara más su ropa ni el casco. Lo curioso es que la madre solía usar las camisetas de Marcos y se ponía el casco se sentaba en la cama. La información le impacta y convence que allí hay algo más y está directa, y estrechamente, relacionado con su difunto hijo.
La familia se reúne con él quién les dice que el chico tiene varios mensajes para ellos: “La presencia iba a estar junto a ella, se iba a sentar e iba a notar su mano fría y que le soplaría en el pelo que le daba mucho coraje a su madre” cosa que se cumplió punto por punto. También les dijo a través del vidente que “no buscaran culpable de lo que pasó” y que quería que ellos “estuvieran bien”... El padre pese a ser muy escéptico quedó asombrado con uno datos que le dio: “reconozco que corro con mi coche y mi hijo me dijo que días antes pude haber tenido un accidente y aparte me dio otros mensajes de carácter muy personal”.
Todo esto está ayudando a unir los lazos familiares, estando en una situación límite, pero ha venido a dar una luz, un rayo de esperanza. Su familia piensa que Marcos quiere que dejen de sufrir para él dejar descansar en paz.
Una historia curiosa, una historia sorprendente, una historia muy emocional, una historia –al fin y al cabo- repleta de esperanza, repleta esperanza tras la muerte, una muerte de las que muchos regresan para tratar de comunicar algo que trasciende a la propia vida.
En ocasiones ocurren acontecimientos que van más allá de la imaginación, que pasan de la línea imaginaria en la que la leyenda se transforma en realidad y no sabemos dónde acaba la una y comienza la otra...