Cerca de la Plaza de Doña Elvira, cerca del Callejón del Agua, dentro del bello entorno del Barrio de Santa Cruz, encontramos un hospital con tanta Historia como importancia dentro de la ciudad, se trata del Hospital de los Venerables.
Es el Hospital de los Venerables Sacerdotes Ancianos una referencia cultural si bien es cierto que se fundó en 1627 para acoger en su interior a los sacerdotes impedidos o sin recursos económicos.
En principio se acogían en una casa alquilada para, en 1675, comenzar la construcción de este edificio merced a las gestiones e iniciativa de Justino de Neve, canónico que tiene su calle, rendida en su honor, frente a la fachada del hospital.

El edificio tiene una gran belleza arquitectónica donde, además, reúne una gran cantidad de obras de arte. Si arquitecto fue Juan Domínguez siendo Leonardo de Figueroa, en 1687, quién lo suple. Figueroa que tuvo la gran responsabilidad de las obras de San Luis de los Franceses, la fachada de la iglesia de El Salvador o del Museo de Bellas Artes de Sevilla, antiguo convento de la Orden de la Merced. Las obras se prolongaron una década más antes de su conclusión en 1967.
En su iglesia, de 1689, hay obras pictóricas de Valdés Leal, Lucas Valdés o Pedro Roldán, rindiendo culto a San Fernando, patrón de la ciudad. Igualmente, para este hospital, se encontraba una Inmaculada obra de Murillo que, en la actualidad, está en el Museo del Prado, contraviniendo el deseo de Murillo que permaneciera en este lugar pues la pintó por su amistad con el propio Justino de Neve.
Con las desamortizaciones y la época más “liberal” se convirtió en una factoría de tejidos si bien las personas que allí se alijaban siguieron habitando otras dependencias.
La Hermandad del Silencio, muy vinculada al lugar, se quedó para que los sacerdotes pudieran recuperar sus pertenencias y tener su hogar. El edificio fue restaurado entre los años 1987 y 1991 y destinado a un fin cultural donde destaca la Biblioteca del Barroco con más de 400 libros y documentos de gran importancia de los siglos XV al XIX.
El Hospital de los Venerables se transforma en el Centro de Investigación Diego Velázquez con la compra de su obra “Santa Rufina”, además de cuadros del propio Murillo, Bartolomé Cavarozzi o Francisco Pacheco.
En su iglesia encontramos también obras atribuidas a Martínez Montañés como el San Juan Bautista o San Juan Evangelista, o el lienzo de San Jerónimo atribuido a Herrera “el viejo”.
Un lugar que debe visitar y admirar pues es un buen ejemplo de Arte en Sevilla.