A 86 kilómetros de Sevilla, en dirección Málaga, detenemos nuestro vehículo. Nos encontramos en la localidad sevillana de Osuna, cercana al afamado entorno natural de “El Torcal de Antequera” (Málaga). En la denominada Zona de la Campiña, se asienta una larga tradición histórica que arranca hace tres milenios, cuando se funda la ciudad de Urso (nombre que hace referencia a la abundancia de osos en la zona, por su gran diversidad forestal) por parte de los íberos. Durante la época romana es llamada Genitiva Julia e incluso la propia legión romana tiene allí su campamento. Es cuando conoce su época de mayor esplendor y refinamiento urbanístico. Los musulmanes la llamarían Oxona y en el 1239 es tomada por Fernando III, en la Reconquista. Aquí les quiero llevar a conocer un lugar tan especial cómo mágico...
De gran belleza, es muy destacable la Colegiata de la ciudad y de un gran interés la biblioteca de los Duques de Osuna. Aunque, quizás, lo más impactante lo encontramos en un asentamiento llamado el “Coto de las Canteras”. De él dicen que es la “Petra” de Andalucía, en referencia a la ciudad “perdida” nabatea excavada en el Valle de la Aravá, en Jordania. Sus construcciones labradas en la misma piedra hacen enmudecer al visitante, que llegado desde el Mar Muerto, contempla tal maravilla. Pues en Osuna tienen una particular “Petra”. Y es que «El Coto Las Canteras» se asienta sobre un lugar de antigua extracción de roca, de piedra milenaria, utilizada para labrar maravillas escultóricas.
Los ursaonenses, como se llaman los naturales de Osuna, la antigua Urso, tienen una maravilla arquitectónica, una especie de “Capilla Sixtina” de otros tiempos, en una gran galería, una inmensa cueva de 27 metros de altura, parte de la antigua cantera de piedra de sillar. Los años continuados de extracción de piedra, para su uso como material de construcción u otros elementos arquitectónicos o artísticos, han hecho que se haya “formado” esta mágica cavidad natural, que hoy es utilizada como auditorio natural, siendo un escenario idílico para el arte y la cultura en Osuna. Las bellas estatuas y figuras esculpidas por Francisco Valdivia y las originarias del mágico enclave, hacen del lugar un escenario de película, inimaginable si no se visita.
No está en tierras del Tigris o del Eúfrates, sino bajo el sol de Andalucía y el poder del Guadalquivir. Alguien destapó un buen día esta basílica natural, con reminiscencias egipcias y de la tierra arenisca se alzó triunfadora esta cavidad, que asombra al que la admira. Déjese llevar, note el frescor de su espacio, deje volar su imaginación y piense que la lejana tierra de Jordania, por un momento, ha trasladado su joya pétrea a tierras sevillanas. No verá nabateos o edomitas, simplemente verá modernos íberos, que han conseguido convertir en realidad un sueño de otra época.