El fantasma-sombra del cuartel de «Las Canteras»

Es conocido como cuartel de «Las Canteras» y está en la carretera que lleva a la penitenciaría de Sevilla en Alcalá de Guadaira. Más allá está la entrada al recinto militar donde, próximo a su ubicación se encuentra el conjunto megalítico de El Gandul. Sin embargo es en las instalaciones militares donde viene a ocurrir un nuevo suceso extraño que llama particularmente la atención de los investigadores.

Sus protagonistas son dos chicos que, llamados por la curiosidad en los fenómenos paranormales conocieron la historia de hechos inexplicables en las instalaciones militares.

Ambos jóvenes entraron en dirección al cuartel «para hacer fotografías y tratar de captar lo que dicen que se aparece aquí. Teníamos el temor que pudiera pasar alguna patrulla militar aunque nos han dicho que apenas lo hacen y que una vez que se llega pues se está relativamente tranquilos».

Al llegar dispusieron todos los elementos de la investigación y comenzaron, en uno de los barracones, a hacer una ronda de preguntas:

«Hacía mucho frío, lo achacamos a que no hay ventanas y todo es una pura corriente y a las alturas de año que estamos pues hace frío, pero era anormal, te helaba, era un frío raro. Entonces comenzamos a preguntar lo típico: «¿Hay alguien aquí?, ¿Cómo te llamas?» y todo eso y comenzamos a sentir como si alguien se aproximara. Fue cuando cogimos y miramos en el pasillo pero no había nadie”.

“La verdad es que daba miedo, porque allí estábamos solo y con el temor a que nos pasara algo raro a la vez que pudiera venir una patrulla. La cosa es que seguimos grabando y dije: «Si estás aquí, ¿puedes dar algún golpe?» y entonces sentimos como si golpearan muy fuerte un tabique. En vista de cómo se estaba poniendo la cosa decidimos recoger y marcharnos” detallaba passadamente.

No obstante su experiencia fue más allá:

“Pero a la hora de irnos, por una de las ventanas, vimos a una sombra, era como la silueta de alguien pero en una zona donde no hay luz no nada, es que realmente todo esto está muy abandonado. Nos escondimos y entonces comenzamos a sentir como subía. Nos echamos atrás y miramos a la puerta y vimos, perfectamente, un bulto de un metro ochenta, más o menos, fuerte, que pasaba al barracón, y andaba como unos cuatro metros y desaparecía delante de nosotros. Nos quedamos impresionados y pensamos en salir corriendo de allí lo más rápido posible hasta donde dejamos el coche» explicaba uno de los protagonistas.

Al alejarnos miramos atrás y vimos algo resplandeciente en una ventana, paramos pensando que era una de nuestras linternas pero, la verdad, es que no encendimos nada por miedo a que nos pudieran descubrir. Entonces fue cuando aquella luminosidad, mirando mejor, tomó como la forma de una persona que miraba desde la ventana. Ya todo fue una carrera y, la verdad, es que no hemos ni vuelto» concluía.

Es una nueva experiencia en el cuartel de «Las Canteras», un lugar al que está prohibido acceder y donde se han narrado otras muchas experiencias en su interior que tienen un carácter de inexplicable.