El gran enigma del ‘Síndrome de la Colza’

Sucedió en la España de la Transición, en la hermosa primavera de 1981, con cambios políticos, pre-mundial de futbol y con la inquietud social que aún se vivía tras la muerte del general, y dictador, Francisco Franco y el reciente golpe de Estado del recordado 23-F (Febrero de 1981).

El gran enigma del ‘Síndrome de la Colza’

El gran enigma del ‘Síndrome de la Colza’ / José Manuel García Bautista

José Manuel García Bautista

Nadie supo exactamente, a ciencia cierta, como surgió, como se originó, pero lo cierto es que a fecha de 2010 aún se contabilizaban más de 30.000 personas las afectadas por la contaminación alimentaria de mayor alcance jamás recordada.

El causante, según la versión oficial, fue el consumo de aceite desnaturalizado para el consumo humano, de ahí tomó el nombre de “Síndrome del aceite tóxico” o “Síndrome Tóxico”.

El aceite de colza estaba, supuestamente, contaminado con una sustancia llamada anilina, de carácter desnaturalizado. Sin embargo esta versión es negada rotundamente por diferentes laboratorios químicos especializados, máxime cuando los afectados que mostraron mayor recuperación fueron aquellos tratados con métodos usuales en el envenenamiento por “armas químicas” a base de sustancia organofosforados... Como los contenidos en determinados pesticidas y nematicidas, de uso frecuente en la década de los ochenta.

Fases clínicas

Una vez ingerido el producto causante de la enfermedad –si decir o afirmar que fuera el aceite- se tardaba 10 días en la latencia del mismo, afectando mayormente, y con mayor gravedad, a personas de mayor edad y entre los 30 y 40 años.

El “Síndrome de la Colza” tuvo tres fases clínicas diferentes:

1. La fase aguda con la presencia en los afectados de neumonía atípica, caracterizada por infiltrados intersticiales (que afectan al tejido de sostén y vasos que rodean un órgano) alveolares y eosinofilia (aumento del número de eosinófilos en sangre).

2. En la fase subaguda o intermedia aparecieron tromboembolismo (trastorno en el que las arterias o las venas están bloqueadas por un émbolo que se desplaza desde el punto de formación de un coágulo), hipertensión pulmonar (aumento de la presión en los vasos pulmonares), calambres y mialgias (dolores musculares) severas.

3. La fase crónica caracterizada por hepatopatía (término general para enfermedad del hígado), esclerodermia (literalmente «piel dura»). Es una enfermedad generalizada del tejido conectivo caracterizada clínicamente por el endurecimiento y la fibrosis de la piel, y por diferentes formas de afectación de algunos órganos internos o vísceras como el corazón, pulmones, riñones y tracto gastrointestinal), hipertensión pulmonar y neuropatía (término general para las afecciones nerviosas).

Aunque existen evidencias demostradas científicamente entre el consumo del aceite de colza y la aparición de la enfermedad también es cierto que determinados epidemiólogos han alertado que la causa del síndrome podría no estar directamente relacionada con el aceite aunque este si estuviera presente en el momento de la ingestión del producto causante.

Origen y causas

El aceite contaminado tuvo su origen en Francia y era de carácter industrial, “adaptado” para el consumo humano...

Diferentes estudios pusieron en evidencia la asociación entre un tipo de envase que había sido distribuido por una compañía específica y la anilina contenida en los aceites adulterados.

Posteriormente un estudio caso-control estableció una relación dosis - respuesta entre la concentración de un compuesto químico marcador de la desnaturalización del aceite (oleil-anilida) y el riesgo de desarrollar la enfermedad. En la actualidad se están realizando entre otros, estudios de seguimiento clínico y mortalidad de esta cohorte de afectados.

Sin embargo surgió una nueva posibilidad: el aceite contaminado fue vendido/distribuido en mercadillos, sin un control sanitario adecuado. En esos mismo mercadillos también se vendían otros tipo de alimentos como tomates y lechugas provenientes del la zona mediterránea...

Bien, esos tomates y verduras estuvieron tratados con pesticidas y nematicidas, en concreto con un producto comercializado –y prohibido- por la empresa alemana Bayer llamado “Nemecur” y cuya intoxicación alimentaria encajaba perfectamente con el cuadro clínico de los afectados, empeorado por la ingestión del aceite tóxico. Es decir: el ciudadano acudía al mercadillo donde compraba el aceite y otros productos como tomates y verduras, una vez en casa realizaban una ensalada aliñando la misma con el aceite, como elementos básicos: tomate y lechuga.

Se producía la ingestión y el contaminante entraba en el cuerpo. Como causa primaria sería el efecto de los pesticidas sobre las verduras y como secundaria el efecto de la anilina desnaturalizada del aceite...

He ahí la probable causa real de este “Síndrome Tóxico” que hoy pervive en muchos ciudadanos españoles y que nuestras autoridades sanitarias, y gobierno, se niegan a aceptar o a divulgar las causas reales. Solo cabe preguntarse: ¿Por qué?

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