El confinamiento debido a la crisis mundial por COVID-19 ha puesto en jaque nuestra vida diaria, creando una nueva realidad que cuenta con parámetros y medidas distintas a la que estábamos acostumbrados. Estos cambios también se han visto reflejados en el consumo de alimentos, modificando en gran medida la manera en la que accedemos a ellos.

El sector de la alimentación no ha tenido freno durante todo el confinamiento, teniendo que abastecer a una sociedad con miedo, que ha tenido que ir formándose poco a poco y aprendiendo a convivir con la pandemia por COVID-19. Esta frenética carrera por mantener abastecidos a los clientes ha hecho que algunas tiendas y supermercados destaquen más que otras, y que modelos de venta que aún estaban puliéndose, terminen por florecer de una vez.

Es aquí donde toman partido las tiendas de productos locales y ecológicos, las cuales se han convertido en una de las principales opciones a la hora de llenar la nevera y despensa de casa. Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación afirman que durante el confinamiento las tiendas más próximas a los hogares, como son las tiendas tradicionales y de cercanía, han aumentado sus ventas y son uno de los lugares preferidos por los hogares españoles para la adquisición de productos de alimentación, con un incremento interanual del 39,6%.

Además, el análisis de consumo del Ministerio de Agricultura correspondiente a la semana 20 del año, es decir, del 11 al 17 de mayo, constata un crecimiento del consumo en el hogar de productos de alimentación del 27% con respecto a la misma semana del año 2019. Dentro de este aumento de consumo, durante la novena semana tras la declaración del Estado de Alarma, se han observado incrementos en el volumen de compra de productos frescos, con crecimientos por encima de la media en carnes (+32,8%) y hortalizas y patatas frescas (+34%).

Este aumento también se ha visto reflejado en las cifras de la sociedad pública de distribución alimentaria mayorista Mercasevilla, la cual facilitaba su comercialización desde los días previos al Decreto de Estado de Alarma por la pandemia del COVID-19 hasta principios de marzo, siendo un total de 28.045,62 toneladas de frutas y verduras, pescados, mariscos y carnes los distribuidos entre los comerciantes de proximidad, en su mayoría minoristas de tiendas y de los mercados de abastos situados dentro del área de Sevilla capital y provincia, Andalucía Occidental y sur de Badajoz.

VENTA ONLINE

Sin embargo, una de las opciones más utilizadas por los consumidores durante el confinamiento ha sido la compra online. Realizar la compra de productos de cercanía y ecológicos para su entrega en el domicilio ha sido una de las vías de escape para aquellas empresas que al principio vieron mermadas sus ventas debido al confinamiento.

Gracias a este modelo de venta, las empresas de producción local y ecológico no solo han podido seguir subsistiendo, si no que han aumentado sus ventas en más de un 80%, viéndose “obligados” a tener que ampliar la plantilla para poder responder ante tantos pedidos.

El coronavirus ha abierto aún más la puerta del comercio online, permitiendo que sea la fruta, la verdura, carne y pescado, la que viaje hasta los hogares de los consumidores. El objetivo principal de este canal de venta ha sido paliar las pérdidas económicas que el sector de la restauración, los mercados y ferias de productos locales y ecológicos estaban sufriendo por la situación de emergencia sanitaria del coronavirus.

Está claro que desde hace tiempo el consumidor viene demandando un valor añadido en los productos en forma de alimentación de cercanía o kilómetro cero y género Bio y ecológico, y ahora, debido a la pandemia mundial, se ha podido vislumbrar más que nunca esta nueva realidad en la materia alimentaria.

En este sentido, una de las nuevas fórmulas implementadas para conocer el origen de los productos es el reciente etiquetado que desde el pasado mes de abril viene aplicándose en la UE. Se trata de información específica sobre el país de origen del fabricante, junto con el nombre y la dirección de la empresa productora. Otra normativa más para mantener al consumidor al corriente de lo que está consumiendo.