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Actualizado: 16 ago 2019 / 10:06 h.
  • El temible Triángulo de las Bermudas

Se denomina “Triángulo de las Bermudas” a una amplia zona geográfica en el océano Atlántico que comprende en cada uno de sus vértices las islas Bermudas (de donde toma su nombre y como lugar más aislado), Puerto Rico y Fort Lauderdale en Florida (EE.UU.), la extensión de ese triángulo se calcula en más de un millón de km².

Su popularidad se debe a una gran cantidad de barcos y aviones que han desaparecido en sus aguas de forma, cuando menos, extraña. Sin embargo es debido a la publicación del libro “El Triángulo de las Bermudas” de Charles Berlitz, a mediados del siglo XX, cuando la denominación y el temor sobre dicha zona se popularizaron. Sin embargo no fue el único en escribir sobre esta agua “malditas”, así en 1951 el periodista de “Associated Press” E.W.Jones escribió sobre esta extraña colección de desapariciones de barcos cerca de Bahamas poniéndole de nombre a la zona “”Triángulo del Diablo”.

En 1952 en la revista “Destino” aparecía un artículo de George Sand narrando las desapariciones en la zona y en 1964, el escritor y submarinista Vincent Gaddis le dio su nombre actual “Triángulo de las Bermudas” en un artículo en la revista “Argosy” , no tardó mucho en escribir un curioso libro que llevaba por título el sugerente “Horizontes invisibles: los verdaderos misterios del mar” y en el que hablaba del “mortal triángulo de las Bermudas”, así es a Vincent Gaddis a quién se le debe el nombre por el que popularmente se conoce a esta zona.

Gaddis tenía una gran amistad con un conocido escritor llamado Charles Berlitz, nieto del fundador de las escuelas y academias de idiomas “Berlitz” y este genio del misterio fue el que popularizó y divulgó las “maldades” de esta zona del Atlántico a través de su best-sellers “El Triángulo de las Bermudas”, en un libro polémico por los datos inexactos que ofrecía pero que seducía al lector irremediablemente.

La travesía por este lugar se hace desde tiempos del Descubrimiento de América, estamos ante una zona aceptablemente transitada por mar y por aire, una zona que además de la navegación propia ofrece otros peligros como ser zona de huracanes, tener un tiempo muy inestable, dejar el océano Atlántico y entrar en el mar Caribe (Golfo de México). Ello hacía que hace siglos hubiera un alto número de naufragios en la zona, con la navegación a vela y sin los modernos aparatos de navegación (radar, gps, etc...) En tiempos más cercanos se han producido pérdidas igualmente sorprendentes en un lugar donde el norte magnético no se corresponde con el norte natural...

Sin embargo no es la única zona de nuestro planeta que parece tocada por esta maldición marina que hace desaparecer a los barcos y aviones. El escritor español Antonio Ribera hablaba de doce triángulos malditos en nuestro planeta, sin embargo los más identificados y representativos junto con el de las Bermudas es del llamado: El Triángulo del Dragón, en el mar de la China y el llamado Vértice Marysburgh ubicado entre EE. UU. y Canadá, en el lago Ontario.

Así a Charles Berlitz le corresponde el haber realizado la primera lista “oficial” de desapariciones en la zona, el exponía –textualmente- los siguientes datos:

· 1840: HMS Rosalie, barco que se dirigía a La Habana (Cuba), y fue hallado sin tripulación.

· 1872: el Mary Celeste (hundido entre las islas Azores y la Península Ibérica, a unos 5000 km de distancia de las islas Bermudas); se debe tener presente que a cada lado del triángulo se le atribuye sólo 1500 km).

· 1902 (4 o 21 de octubre): el Freya, buque alemán encontrado a la deriva «poco después» de zarpar de Manzanillo (Cuba), hacia Chile. En realidad había dado la vuelta a Suramérica por Punta Arenas (sur de Chile) y fue encontrado frente a la costa occidental de México (varios meses después de zarpar de Cuba), arrastrado por las corrientes del océano Pacífico.

· 1909, noviembre: The Spray, un pequeño yate del aventurero canadiense Joshua Slocum (20 de febrero de 1844 – 14 de noviembre de 1909, o días después).

· 1917: SS Timandra, que se dirigía a Buenos Aires desde Norfolk (Virginia) con una carga de carbón y una tripulación de 21 personas. No emitió ninguna señal de radio, a pesar de que tenía la capacidad para ello.

· 1918: se hunde la nave carguera USS Cyclops (AC-4) con 308 hombres a bordo, debido a un huracán.

· 1921: se hunde la nave carguera Carroll A. Deering en el cabo Hatteras (a 1050 km al oeste de las islas Bermudas y unos 800 km al noroeste del triángulo).

· 1925 (21 de abril): Raifuku Maru (hundido con testigos en medio de una tormenta a 1063 km al norte de las islas Bermudas)

· 1926: se hunde el SS Suduffco, debido a un huracán (un capitán que salió en su búsqueda lo llamó «el peor clima que he visto en mi vida»).

· 1925, diciembre: se hunde el carguero estadounidense SS Cotopaxi, «que desde la costa de Florida transmitió que el clima se encontraba en calma, y no envió ninguna señal de auxilio». En realidad, Meyers (capitán del barco) informó por radio que el barco estaba escorando y que tenían la bodega llena de agua.

· 1938: se hunde el HMS Angloaustralian en las islas Azores (a más de 4000 km del Triángulo), después de emitir «en la tarde hemos pasado Fayal. Todo bien».

· 1942: el submarino francés Surcouf es embestido por el carguero estadounidense Thompson Lykes cerca del Canal de Panamá (a unos 1800 km del Triángulo).

· 1945: desaparecen 5 aviones TBM Avenger (el famoso Vuelo 19) de la Marina Estadounidense.

· 1948: se hunde el SS Samkey (Berlitz dice que se hundió en 1943, pero ese fue el año de inauguración). Dio su posición: 41° 48’ N 24° O (200 km al noreste de Azores, y a 4200 km al noreste del Triángulo). Sólo transmite: «Todo va bien».

· 1948: desaparece la aeronave Tudor IV Star Tiger, con 31 pasajeros.

· 1948: desaparece un avión DC-3 NC16002, con 28 pasajeros y la tripulación.

· 1949: desaparece el segundo Tudor IV, Star Ariel.

· 1950: desaparece un avión Globemaster, de la Fuerza Aérea estadounidense.

· 1950: se hunde el carguero estadounidense SS Sandra (de 350 pies), después de pasar por St. Augustine (Florida) en su ruta hacia Puerto Cabello (Venezuela).

· 1952: desaparece un avión de transporte British York con 33 personas a bordo.

· 1954: desaparece un avión Lockheed Constellation, de la armada estadounidense, con 42 pasajeros a bordo.

· 1956: desaparece una avioneta de la marina estadounidense, el Martin P5M, con 10 tripulantes.

· 1962: desaparece un avión KB-50 Tanker, de la fuerza aérea estadounidense.

· 1963: se hunde el Marine Sulphur Queen, probablemente al desembarcar de Dry Tortugas; cargaba azufre fundido (posiblemente sin medidas de seguridad).

· 1967: desaparece un avión militar YC-122 convertido en avión de carga.

· 1967: se hunde el crucero Witchcraft a una milla de Miami; realizó una llamada a la guarda costera, pero a los 19 minutos ya se había hundido completamente.

· 1970: se hunde el carguero francés Milton Latrides cuando navegaba desde Nueva Orleans hacia Ciudad del Cabo; llevaba una carga de aceite vegetal y refresco cáustico.

· 1972 (aunque Berlitz dice 1973): se hunden en una tormenta dos cargueros alemanes: el Anita (de 20.000 toneladas, con una tripulación de 32) y su barco gemelo, el Norse Variant (ambos con carga de carbón). Un sobreviviente de este último fue encontrado flotando en una balsa; describió la pérdida del barco en medio de un huracán. Las olas rompieron la tapa de la compuerta y hundieron rápidamente la nave.

· 1976: se hunde el SS Sylvia L. Ossa en un huracán al oeste de las Bermudas (fuera del triángulo).

· 1978: se encuentra abandonado al SS Hawarden Bridge en las Indias Occidentales. Se presume que se debió a un crimen cometido. Meses antes, en febrero, la Guarda Costera de los Estados Unidos lo había detenido en Cape Knox y había encontrado marihuana.

· 1980: se hunde el SS Poet en un huracán, cuando transportaba granos hacia Egipto.

· 1995: se hunde el carguero Jamanic K (construido en 1943), tras zarpar de Cap-Haïtien.

· 1997: se hunde un yate alemán.

· 1999: se hunde el carguero Genesis después de zarpar del puerto de San Vicente; su carga incluía 465 toneladas de tanques de agua, tablas, hormigón y ladrillos; informó de problemas con una bomba de achique un poco antes de perder el contacto. Se realizó una infructuosa búsqueda en un área de 85 000 km2 (33.000 millas cuadradas).

Otros barcos:

· Atlanta (importante buque no desaparecido; el pequeño bote desaparecido se llama Atalanta).

· Connemara IV

· Gloria Colite

· John and Mary

· Rubicon (desaparecido en medio de una tormenta tropical; aunque Berlitz afirma que desapareció en clima normal)

· Stavenger (barco inexistente inventado por Berlitz).

Algunos de ellos no desaparecieron en el “Triángulo de las Bermudas” sino en zonas más alejadas del entorno.

La pérdida del “Vuelo 19” lanzó aún más a la popularidad a esta zona, fue un escuadrón de cinco bombarderos TBM Avenger de la marina estadounidense con base en Fort Lauderdale el 5 de Diciembre de 1945. Se trataba de un vuelo de rutina, de entrenamiento y, sin embargo, los pilotos y sus naves jamás volvieron, eso disparó la imaginación... Posteriormente salió en la búsqueda de los Avenger perdidos un Martín Mariner que también desapareció, este último posiblemente como consecuencia de una explosión de los tanques de combustible, de hecho eran conocidos como “los ataúdes voladores” por la facilidad con la que estallaban los depósitos... El escuadrón se desorientó, le fallaron las brújulas y se perdieron rumbo al Atlántico o paralelo a la costa en lugar de volar hacia tierra, ese fue el fin del escuadrón norteamericano. Charles Berlitz en su libro hablaría de efectos visuales extraños que afectaron a los pilotos pero esto jamás se ha podido demostrar. Igualmente el informe de la Marina estadounidense atribuye la pérdida de las aeronaves a “causas o razones desconocidas”, lo cual no deja de aportar un tanto de misterio a la desaparición.

Sin embargo el “USS Gaines Mill” informó que el teniente Taylor, al mando del escuadrón en prácticas estaba desorientado y sin rumbo e igualmente informó de una explosión en el aire que coincidía con la posición del Martín Mariner y la aparición de una mancha de aceite en el lugar de la misma.

En la zona también desaparecieron dos aviones modelo Tudor IV que tenían por nombre “Star Tiger” y “Star Ariel” pertenecientes a la”British South American Airways Corporation” que volaban sobre Bermudas. Fue el 31 de Enero de 1948 con 29 pasajeros más la tripulación que capitaneaba B. W. McMillan, el Star Tiger salió unas horas antes de las islas Azores. El avión de McMillan se encontraba ligeramente fuera de rumbo y había fuertes vientos... Fue lo último que se supo de ellos. El Ministerio Aéreo Civil formuló diferentes hipótesis: “No habrían bases para suponer que el Star Tiger cayó al océano a consecuencia de que fue la nave estaba privada de su radio, al fallar en la búsqueda de su destino, y al haber acabado con su combustible [...] Existe una buena razón para suponer que ningún mensaje de emergencia fue transmitido de la nave, ya que había muchas estaciones receptoras de radio sintonizadas en las frecuencias de las aeronaves, y ninguna de ellas recibió tal mensaje. [...] El clima se encontraba estable, no había disturbios atmosféricos serios que pudiesen causar daño estructural a la nave, y no había tormentas eléctricas” y proseguía “La nave difícilmente podría no encontrar la isla en poco tiempo, en las condiciones de visibilidad que prevalecían”. Finalmente se cerró la investigación con un informe en el que se decía:”Al cerrar este informe se puede decir en verdad que ningún otro problema ha presentado más confusión que esta investigación. Con la completa ausencia de evidencia confiable sobre la causa o la naturaleza del accidente del Star Tiger, la Corte no ha sido capaz de hacer más que sugerir algunas posibilidades, de las cuales incluso ninguna alcanza el nivel de probabilidad. En todas las actividades que involucran la cooperación del hombre y la máquina se combinan dos elementos de carácter diverso. Existe un elemento incalculable de factor humano que depende imperfectamente de factores conocidos; y por otra parte está el elemento mecánico que se encuentra sujeto a leyes muy diferentes. Una avería puede ocurrir en cualquiera de los dos casos o en la conjunción de ambos. O alguna causa externa podría haber ocasionado problemas a ambos, hombre y máquina. Lo que ocurrió en este caso nunca se conocerá y el destino del Star Tiger sigue siendo un misterio sin resolver”.

El “Star Ariel” desapareció el 17 de enero de 1949 sobre Bermudas con 17 pasajeros más la tripulación...

Serían algunos de los casos más conocidos y popularizados, sin embargo toda la mágica hipótesis de Berlitz sufriría un revés cuando un bibliotecario llamado Lawrence S. Kuscher, consultando las listas de la compañía de seguros Lloyd´s y los partes de la marina de los Estados Unidos, descubrió que había menos misterios del que el escritor narraba y así lo expuso en su libro “El Triángulo de las Bermudas: solucionado”.

Se calcula que “en los últimos 100 años por esa zona han pasado unas 10 millones de naves (100.000 por año). Se cree que desde mediados del siglo XIX han desaparecido un total de 50 barcos y 20 aviones”... El nivel de desapariciones en la zona es el normal de cualquier otro lugar del océano.

Kusche desde su puesto en la biblioteca de la Universidad de Arizona tras un trabajo concienzudo expresó las siguientes conclusiones textuales:

· La proporción entre buques y aviones que se reportaron como perdidos, y los que atraviesan sin problemas el Triángulo de las Bermudas no fue significativamente mayor que en cualquier otra área del océano.

· En una zona donde son frecuentes las tormentas tropicales repentinas, la desaparición total de algunos barcos no debería considerarse rara, desproporcionada, improbable, ni misteriosa.

· Las estadísticas de los casos fueron exageradas debido a una pobre investigación. Por ejemplo, algunos botes informados como perdidos y que finalmente regresaron a su puerto con retraso, permanecieron registrados como «perdidos».

· En los informes de Berlitz, en las circunstancias de las desapariciones confirmadas se miente o exagera. Por ejemplo, cuando Berlitz informaba que un barco había desaparecido en un día de sol, los informes del tiempo de esa fecha indican una tormenta tropical.

· «La Leyenda del Triángulo de las Bermudas es un misterio fabricado... perpetuado por escritores que intencional o ignorantemente hicieron uso de conceptos erróneos, razonamiento defectuoso y sensacionalismo» (Epílogo, pág. 277).

No obstante siempre existirá un batalla por el misterio entre los más “crédulos” y los más “escépticos”, lo que no cabe duda es que, dejando aparte textos exagerados, críticas aterradoras o la negación de un fenómeno, en la zona se producen desapariciones que no son posibles de explicar, como las del “Rosalie”, “Mary Celeste”, “Freya”, “Gloria Colite”, “Rubicon” o el “Connemara IV”.

Hoy día los científicos tratan de explicar el fenómeno de las desapariciones en la zona recurriendo a hipótesis como:

Depósitos submarinos de hidratos de metano. “Las erupciones de metano podrían producir regiones de agua espumosa que podría no dar sustentación suficiente a los barcos. Si se formara un área de este tipo alrededor de un buque, éste se hundiría muy rápidamente sin aviso. Los experimentos en el laboratorio han probado que las burbujas pueden realmente hundir a un barco a escala, debido a que se disminuye la densidad del agua”.


Gas metano.”El aire menos denso haría que los aviones perdieran sustentación, el altímetro del avión (que mide la altitud) mide la densidad del aire, como el metano es menos denso, el altímetro indicaría que el avión está subiendo. El piloto que viajara de noche o entre nubes (donde no puede ver el suelo), supondría que el avión está subiendo, y reaccionaría descendiendo, haciendo que el avión se estrellara. El metano en el motor arruinaría la mezcla de combustible y aire. Los motores del avión queman hidrocarburos (gasolina, aerofuel, aeronafta) mezclados con el oxígeno que provee el aire. Cuando los niveles de oxígeno ambiental descienden bruscamente, la combustión podría detenerse por completo, haciendo que el motor se apagara. Todos estos efectos del gas metano se han demostrado experimentalmente”.

Si hay una zona que despierta nuestra curiosidad y nuestros temores esa es la zona del Triángulo de las Bermudas, allá donde Colón vio las “arenas blancas”, donde el Mar de los Sargazos de traga a los barcos o donde éstos van a morir... Es una zona que despierta nuestra imaginación y alimenta nuestros sueños. El Triángulo de las Bermudas y sus misterios siempre estarán presentes entre aquellas tripulaciones que surquen sus aguas... malditas.