La aventura del misterio

El Tercer Reich y los nazis en Sevilla

Agentes del servicio de inteligencia del III Reich actuaron en el Sur de nuestra península teniendo como punto de control a la ciudad de Sevilla

14 jul 2019 / 08:00 h - Actualizado: 14 jul 2019 / 08:00 h.
"La aventura del misterio"
  • El Tercer Reich y los nazis en Sevilla

¿Nazis en Sevilla? ¿Es que los nazis llegaron a Sevilla? Puede que esas mismas preguntas estén abordando en estos momentos a nuestro lector y acompañante de este nuevo viaje que le proponemos, ahora más que nunca, por la Sevilla más secreta. La respuesta es afirmativa. Agentes del servicio de inteligencia del IIIer. Reich actuaron en el Sur de nuestra península teniendo como punto de control a la ciudad de Sevilla y es en este capítulo de esta nueva entrega de la “Guía Secreta de Sevilla” donde vamos a adentrarnos en el secreto mundo de los espías en nuestra ciudad, como se formaron, quién o quienes los controlaban, desde donde recibían las órdenes, las empresas que formaban el grupo empresarial en España y que en muchos de los casos eran tapaderas de una red de agentes o que cumplían fines de abastecimiento a la Alemania nazi, el origen de la creación de esas empresas en oscuros acuerdos con el gobiernos español de la época que pese a su neutralidad declarada era de una clara tendencia fascistas, el interés alemán en nuestro país por diferentes motivos y del interés español en contra con la ayuda alemana... Por todo ello se establece finalmente una cuidada red de agentes nazis en todas España destacando particularmente lo que en esta vertiente occidental de nuestra Andalucía ocurría con acontecimientos que marcarían el devenir de una guerra...Después llegarían aquellos que huyendo de la justicia Aliada buscaron refugio en nuestra provincia...

Porque como en su mismo título lleva, la “Guía Secreta de Sevilla” habla del mundo oculto y desconocido de la ciudad, de lo misterioso, de lo enigmático, y también de todo aquello que “se mueve” sin que nos demos cuenta y que sin embargo forma una segunda piel de la misma... Por todo ello es importante enseñarle los secretos de la guerra, los secretos y de la forma en la que repercutió aquella Segunda Guerra Mundial en nuestra ciudad, de las vías de entrada, de las relaciones, de las tapaderas y de cómo actuaban y quien eran los espías nazis en Sevilla al servicio del Reich. Es la otra historia de Sevilla, la otra cara, la oculta, muy desconocida y que sin embargo convivió entre los sevillanos durante años, décadas, ocultando un pasado también de lucha, de guerra, de frentes ideológicos y morales... Fue la historia de los nazis en Sevilla y como tal la queremos tratar: como una parte de la Historia de esta ciudad, de Sevilla, apartando toda ideología política que tantas connotaciones tiene cuando se toca un tema tan doloroso para la Humanidad como el nazismo y sus horrores. Hablamos de un trozo de la Historia de Sevilla, de la historia de esos súbditos de la Alemania nazi que pusieron sus vidas al servicio de aquella otra causa que también combatía en la guerra: el espionaje y los secretos militares.

Hablar de la Alemania nazi es motivo para que muchos evoquen el horror y el terror de los campos de exterminio, de los campos de concentración donde la “limpieza” racial se llevaba a cabo en los términos que el IIIer. Reich había dispuesto. Era una locura más allá de lo imaginado, más allá de la realidad, más allá de la pesadilla más tenaz que cualquier mortal pudiera soñar... Una limpieza étnica, racial, que se correspondía a la creencia en una raza superior, en un tributo en forma de vidas humanas a los dioses de una tan mítica como imaginaria religión y a un fin esotérico muy concreto...

La guerra discurría y en Europa se tejió una red de espionaje y contraespionaje que tenía como piezas de ese ajedrezado juego a muchos agentes en todo el mundo. En Andalucía tendría su propio peso, su propia autonomía, su propia importancia, en un país que dominaba la entrada al Mediterráneo y el paso más cercano a África. Un país recién salido de una guerra –para muchos experimental y preámbulo de la Segunda Guerra Mundial-, un país declarado “neutral” pero de clara ideología fascista, en cuya guerra –la Guerra Civil española ,del 17 de Julio de 1936 al 1 de Abril de 1939- la Alemania nazi había apoyado con armamento, equipo e incluso tropas al régimen golpista de los generales Emilio Mola, Francisco Franco y José Sanjurjo (que hubiera sido designado Jefe de Estado pero cuyo fallecimiento repentino hubo de ser reemplazado por Franco). Francia y Rusia apoyaron al decadente régimen republicano... Un país de ideas partidas, de banderas rotas, de ideologías inciertas allá donde el corazón no las sentía y el azote del hambre, las epidemias, el cainismo hispano o las deudas de un país que se hizo esclavo de otros y de sí mismo... Era la España de la época, una España estratégicamente colocada en caso de ganar o perder la guerra...pasará lo que pasará posiblemente –para sus líderes- ganaría algo...Una España en la que los espías se movían como pez en el agua y en donde el régimen franquista era sumamente permisivo con aquellos cuya pertenencia se alienaba con el Eje y estrictamente severo con aquellos que luchaban cada palmo de terreno, con sangre y vidas para que el sueño enfermizo de una Europa bajo la bandera del mal no llegará a buen puerto... Aquella España era la de la posguerra y también la de la IIª. Guerra Mundial, donde no se veía tan lejana la trinchera y donde sí se realizaron actos que cambiaron la propia guerra y muchas vidas humanas...

Pero las relaciones entre España y Alemania no comienzan en el punto de una guerra, tendríamos que viajar atrás en el tiempo hasta un caluroso Junio de 1925 para comprobar como a nuestro país llegaba Wilhelm Canaris, por aquel entonces un oficial alemán que más tarde sería el jefe del servicio de espionaje del Tercer Reich de Adolf Hitler. Visitaba este país con fin muy concreto: que España permitiera construir en sus astilleros submarinos a Alemania que debido al Tratado de Versalles, tras perder la Iª. Guerra Mundial, tenía absolutamente prohibido y que sin embargo llevaba a cabo una secreta acción de escalada armamentística y equipamiento. Canaris conocía España, había vivido en Madrid y hablaba perfectamente el castellano. Llegado a España se citó con el banquero Horario Echevarrieta, uno de los hombres más ricos de España y bien conectado con el poder. A cambio España ganaría armamento (submarinos) y una compensación económica acorde con el sigilo de estos patrios... El gobierno español, una vez informado de todo ello, estuvo conforme al igual que Alfonso XIII quien creía que podría ser una buena ocasión para independizarse económicamente del yugo inglés ,que dominaba el sector minero, y tener una industria armamentística propia que le reportara pingues beneficios. Así pues, con el consentimiento estatal, se firmaron los pertinentes acuerdos entre ambas naciones y sus respectivos servicios de inteligencia. Hasta tal punto llegó aquella secreta cooperación que pilotos españoles hicieron prácticas de vuelo con alemanes para ganar experiencia en combate de cara a la rebelión en Marruecos, llegándose a usar bombas de gas tóxico en sofocar a los rebeldes pese a estar prohibido expresamente por las leyes de guerra (¿Pero qué ley puede haber en una guerra?).

Los negocios entre España y Alemania se intensificaron, se estableció una línea aérea junto con la germana Lufthansa, bancos de capital compartido, industria armamentística conjunta... El negocio era redondo y la cooperación entre ambos países pleno. De aquella unión nacieron consorcios como Sofindus, la Sociedad Financiera e Industrial, fundada en 1938 conforme a los acuerdos hispano-alemanes firmados. España tendría un papel claramente de “abastecedor” de materias primas a la economía de guerra alemana, también como medida obligada para mitigar la deuda contraída en la guerra española con los alemanes. Para ello se crearían empresas dedicadas a explotar cada sector de actividad al cual se había destinado la misma. Su director un curioso alemán con muchos secretos..., sería Johannes Bernhardt que poseería el 60% de la sociedad. Como parte del consorcio Sofindus estarían una serie de empresas que, aparte de esta aportación a la guerra y a la economía alemana, actuarían también como tapadera para los servicios de inteligencia alemanes. El grupo de empresas estaba perfectamente estructurado en tres divisiones: el primero era de materia agrícola y tenía englobado a Productos Agrícolas, Compañía General de Lanas, Compañía Exportadora de Pieles, Compañía de Productos Resinosos, Corchos de Andalucía, Scholtz Hermanos, Agro y S.A. de Explotaciones Agrarias Experimentales. El segundo sector estaba dedicado a transportes y servicios, englobaba a: Transportes Marion y Nova. El tercero se dedicaba a la extracción de materas primas mineras y englobaba a: Minerales de España, Montaña S.A. de Estioso y Fomento Minero, Montes de Galicia Compañía Exportadora de Minas, S.A. de Estudios y Explotaciones Santa Tecla, Compañía de Explotaciones Mineras Aralar, Compañía Minera Mauritania, Minas de Irún y Lesaca, S.A. Minera Nertóbriga, Compañía Minera Montañas del Sur, Compañía de Minas Sierra de Gredos, el total lo formaban 20 empresas con un capital social de 92 millones de pesetas. Como cuestión de interés decir que el principal mineral objeto del interés alemán era el wolframio, indispensable para su empresa de blindajes y fuselajes de uso militar así como en la fabricación de armas para atravesar corazas. El wolframio era un mineral indispensable al que Alemania tenía cerrado el mercado al cerrársele las ventas en China e India..., España era el siguiente punto de extracción más importante. En estas empresas no se hablaba de rentabilidad pues eran tapaderas del Reich que cumplían un fin y un objeto muy concreto. Beneficios o pérdidas eran debidamente cuadrados o englobados dentro de otras empresas u otros planes de guerra de Berlín.... Curiosamente en Julio de 1945 los Aliados pidieron que el consorcio Sofindus les fuera transferido para depurar responsabilidades, comprobar hasta donde estaba implicado el permisivo gobierno español y evitar la fuga de capitales. Los directores de estas empresas fueron sustituidos por miembros de la agencia fiduciaria aliada y se nombró un nuevo gerente...Dado que el alemán Bernhardt decía desconocer a quién pertenecía el consorcio Sofindus...

Durante la Guerra mundial se crearon otras empresas, sobre todo para la explotación de espato-flúor, y en 1942 Sofindus fundó Fluoruros S.A., e Importaciones de Minerales haciendo de presidente del consejo de administración el conde de Argillo que también estaba presente en las juntas directivas de Aralar, Montañas del Sur y Sierra de Gredos. Otra empresa fundada en 1942 fue Somar y también estaba en ella, como testaferro, el conde de Argillo...Se dedicaba, curiosamente, a la explotación minera del wolframio. Igualmente y aprovechando el pabellón neutral de España, que le garantizaba navegar de forma seguro por cualquier mar u océano del mundo, se crearon en 1941 navieras hispano-germanas como Comatra (Comercial Marítima de Transportes S.A.) que usaba barcos pesqueros del Mediterráneo, posteriormente adquirieron o construyeron barcos de mayor tonelaje para transportar hierro de Bilbao a Bayona. La naviera Bachi S.A. estaba formada por cargueros y que tenían como función transportar materias primas mineras a Italia o a la zona controlada por el Eje en Francia, las sospechas de las actividades irregulares de estos mercantes hizo que dos de ellos pertenecientes a esta naviera fueran hundidos en 1943 por los aliados. Naviera Iberica S.A. (NISA) fue fundada en 1941 con cinco testaferros españoles y con capital de Sofindus. Su presidente de paja sería Francisco Arranaz, quien en Julio de 1936 acompañó a Bernhardt al encuentro con Hitler en Bayreurth.

Sobre todas estas empresas creadas durante la guerra mundial y con propietarios españoles no se podía aplicar la ley de Bloqueo y transferencia de acciones lo cual dificultó el desmantelamiento del consorcio Sofindus. Pero también los Aliados tenían sus argucias legales y se sirvieron de un español llamado Antonio Garriges Díaz-Cañabate para comprar el 75% de las acciones de las navieras y hacerse con su control, en parte debido a la Ley de Protección de la Industria de 1939 que prohibía que el capital de una empresa estuviera en más de un 25% en propiedad extranjera.

Otros ante la victoria aliada prefirieron una rápida confesión, fue el caso de J. Ramón Otaduy de la empresa Transisa (Transportes Internacionales S.A.) quién denunció a Bernhardt por haberle facilitado dos millones de pesetas para la compra de la empresa...

En 1943 fue fundada Minas Reunidas, se dedicaba a la extracción de wolframio, los cuatro millones de pesetas de capital lo había aportado la empresa IG Farben que operaba por encargo del Ministerio de Economía del IIIer. Reich...

También habían otras sociedades e instituciones que operaban en España como Auxilio Social Alemán, Frente Alemán del Trabajo, Delegación del Partido Nazi en España (NSDAP ao Spanine) o las Juventudes Hitlerianas, cuyas cuentas bancarias fueron investigadas al haber “agujeros” difíciles de explicar en las contabilidades interceptadas por los aliados.... Se daban hallazgos más que sorprendentes como la llamada “cuenta Enrique” que no era más que una cuenta bancaria creada para encubrir los fondos de Sofindus y que había sido abierta por el mismo Bernhardt y que administraban Enrique de la Mata y José Martínez Ortega, conde de Argillo. Por su forma de actuar hoy se les podría llamar colaboracionistas.

En 1946 caería Motores Deutsche Werke S.A., fundada en 1934 como filial española de la empresa Deutsche Werke A.G. al tratarse de una empresa de propiedad alemana sometida a legislación de bloqueo. En 1944 se hallaron los documentos que demostraban que era propiedad del Reich y representado en el Alto Estado Mayor de la Marina de Guerra alemana. La cinematográfica UFA (tan vinculada al NODO) también pasó sus momentos de bloqueo y de deudas con el Noticiario Documental.

Las navieras corrieron mejor suerte y de nuevo cambiaron de manos: las tres fueron adquiridas por el millonario español José Luis Aznar.

Otras empresas “germanizadas” fueron Siemens, AEG, Osram, bancos como el Transatlático o el Germánico o Plus Ultra Seguros...

Las empresas de capital alemán o dentro del programa Sofindus fueron liquidadas tras la guerra por parte de los aliados –buscando la compensación por la guerra-, Sofindus reportó un beneficio de 4.932.531,52 pesetas. De la venta de los bienes estatales o semi-estatales alemanes se obtuvo 245.636.551 pesetas, muy superior a los 100.000.000 de pesetas que se esperaba recaudar. Y es que no todo fueron pérdidas... En todo esta negociación destacó sobre todos la figura de Emilio de Navasqués, Director General de Política Económica del Ministerio de Asuntos Exteriores y encargado de negociar con los Aliados la expropiación y liquidación de los bienes alemanes en territorio español.

Con todo ello lo que estamos pretendiendo demostrar y hacer leer al lector es que los intereses alemanes en nuestro país y en Andalucía estaban bien cubiertos por empresas que pretendían dos cosas:

1º. Obtener un alto beneficio en materias primas (no en dinero) para reenviarlas, manufacturadas o no, a un punto de destino para el servicio directo del Reich.

2º. Servir como tapadera a los agentes del servicio de inteligencia operativos en España del IIIer. Reich.

En ambos casos, como ha podido comprobar por el amplio espectro de sectores que pulsaban y el territorio que cubrían, estaban perfectamente cubiertos.

Sin dudas el estallido de la Guerra Civil en España hace que aquel joven Canaris vea facilitado todo el trabajo que realizó desde su visita oficial a España en 1925, con Rusia y Francia apoyando al bando republicano la parte falangista no hubiera proseguir satisfactoriamente una guerra sin el apoyo italiano y alemán, en este caso facilitado con el consentimiento y segundas miras del propio Adolf Hitler hacia España... Ese cambio del Führer estaba también motivado a su animadversión profunda hacia los comunistas y prefería una España fascista y afín que una España comunista del lado soviético (que tanto le desagradaba personalmente) o francés... Así Hitler decidió tener como campo de pruebas para una guerra este suelo nuestro nacional, el primer escenario de aquellas pruebas fue Gernika donde en probó armamento, técnicas de guerra, pericia de la aviación así como ser el primer lugar donde una población civil indefensa probaría el ataque indiscriminado con bombas... Y encima de todo España estaba dispuesta a pagar por ello, bien en papel moneda o bien en minerales y materias primas... Hitler sonreía por el acuerdo al que habían llegado: el granero de Roma era ahora el granero de Alemania... Franco tampoco hacía ascos al acuerdo, si los nazis dominaban finalmente Europa quería para España a la eterna colonia gibraltareña y extensos dominios en el norte de África así como una compensación de guerra. Había que seguir cerrando vínculos entre naciones fascistas: Mussolini y Hitler el 18 de Noviembre de 1936 reconocen al régimen de Franco como gobierno legítimo español... España recibía apoyos de estas dos naciones en materia de armamento, pertrechos, víveres, instrucción, maquinaria de guerra, fuerzas armadas y España, a cambio, ya en la época enviaba mediante todas las empresas citadas al Tercer Reich materias primas como hierro, plomo, wolframio, cuero, aceite de oliva y frutas además de estar endeudándose cada día más con el país de la esvástica...

Como anécdota baste decir que en 1933 se produjo un cierto rechazo en nuestro país hacia el régimen hitleriano en Alemania, informó de todo ello el agente alemán Franz Von Goss y Josef Hans Lazar, corresponsal de la agencia Tansocean, que enviaron notas y algún que otro ingreso a periodistas españoles para resaltar las bondades del régimen nazi y que escribieran a favor del IIIer. Reich..., hasta ese punto llegaba el control de la Alemania nazi sobre la economía, el gobierno y la sociedad española... ¿Quién dijo que no estaban presentes? Y esto es sólo la punta del iceberg.