Ciencia

El veneno que comemos

Tras muchos de esos anuncios hay estrategias de negocio cuya principal preocupación no es nuestro bienestar o nuestra salud sino que su producto se venda, su móvil es económico, no por un bien social, eso no se nos debe olvidar.

04 mar 2020 / 15:17 h - Actualizado: 04 mar 2020 / 15:08 h.
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En nuestra sociedad actual nos vemos sacudidos, a diario, por miles de anuncios que prometen mil y un placeres para el cuerpo o el paladar, productos que mejoran –hipotéticamente- nuestra calidad de vida y que consumimos gustosos sin tener en cuenta lo que de verdad se oculta entre tanta campaña de marketing y, en muchas ocasiones, excelencias no demostradas o iluminadas para favorecer su consumo.

Tras muchos de esos anuncios hay estrategias de negocio cuya principal preocupación no es nuestro bienestar o nuestra salud sino que su producto se venda, su móvil es económico, no por un bien social, eso no se nos debe olvidar.

¿Sabemos lo que comemos? ¿Sabemos las consecuencias que tiene el consumir uno u otro producto? Seguramente, en alguna ocasión, se ha puesto a comer unas deliciosas patatas fritas y no ha podido parar de comerlas... ¿Sabe la razón? ¿Son tan buenas las bebidas “light” como nos dicen? ¿Sabe que contiene ese helado que tanto le gusta? ¿Está seguro que come sano?

Hay muchos peligros para nuestra salud que se esconden tras los alimentos que consumimos a diario, es un recorrido que le lleva a conocer los riesgos de los alimentos transgénicos, le peligro del tabaco, el alcohol, los aditivos, los medicamentos... Debemos estar alerta, se debe comprender la gravedad de este asunto delicado que tiene una incidencia directa sobre su salud y que sea usted, mañana o cuando tome conciencia de ello, el que decida poner freno a situaciones de exceso o controlar mejor esos pequeños gustos que se da y que puede tener un efecto fatal a corto, medio o largo plazo.

El propósito es alertar, que le sirva para ver el peligro que hay tras los potenciadores de sabor o, por ejemplo, a cada calada que le da a un cigarrillo. Sin meter miedo pero exponiéndole crudamente la realidad para tomar conciencia del problema al que se enfrentan a diario muchas personas y las consecuencias que puede tener para algo muy preciado para usted: su salud.

Lo bueno y lo malo para nuestra salud

Son muchas las personas que se apuntan en los gimnasios y comienzan a hacer complejas dietas que quemar esos kilos de más acumulados. En torno a las dietas y a la salud es conveniente derribar viejos y falsos mitos que, es posible, hayamos puesto alguna vez en práctica o sintamos cierta prudencia a la hora de realizarlos.

Así los mitos más usuales en torno a la salud son:

-Es bueno consumir azúcar: no es cierto pues lo que aportan son calorías vacías, las últimas investigaciones apuntan a que los carbohidratos refinados son responsables de muchos problemas de salud comunes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sólo recomienda 50 gramos diarios como máximo. La experta en nutrición G. Reynolds indicaba: “El exceso de azúcar provoca aumento de peso, caries y diabetes. Además, puede afectar negativamente a la memoria y a la presión arterial, y contribuye a la aparición de enfermedades como cáncer de páncreas, obesidad y problemas de hígado”.

El veneno que comemos

-Comer grasa engorda: no es cierto, la industria azucarera falseó los datos en torno a los resultados sobre el azúcar imputando la obesidad y aumento de peso a las grasas cuando no es del todo correcto. Una alimentación baja en grasa es saludable, las “grasas buenas” son igualmente recomendables y las podemos encontrar en el queso, aguacate, carne fresca o los lácteos.

-Hacer ejercicio adelgaza: sólo adelgaza una conjunción óptima entre alimentación equilibrada y ejercicio pues este sólo supone entre el 10% y el 30% del gasto energético. Reynolds matiza: “El ejercicio reduce significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular y la acumulación de ‘grasa mala’ alrededor de los órganos, la cual puede causar enfermedades coronarias, depresión y disfunción sexual. Para las mujeres, también reduce el riesgo de padecer cáncer de mama”.

-Se puede adelgazar sólo zonas específicas del cuerpo: no es cierto, no se puede perder barriga y que el resto del cuerpo no sufra cambios.

-Tomar suplementos es bueno: es incierto pues si no se necesitan estos aportes se satura al cuerpo y es perjudicial. Estos aportes deben ser recomendados por expertos y nutricionistas.

-Es bueno beber dos litros de agua: no es cierto. El doctor Ricardo Cánovas en su libro ’20 minutos a la semana para estar en forma’ (ed. Planeta) dice: “Si bebemos agua en exceso, la función renal puede verse afectada, y los riñones (órganos excretores por excelencia) no podrán procesar el líquido lo suficientemente rápido, lo que dará lugar a una dilución de los niveles de potasio, sodio y cloro, entre otros, que están directamente implicados en la actividad contráctil de los músculos. También puede ocurrir la dilución de dichos componentes en el interior de las células, lo que puede provocar problemas cerebrales, cardíacos o respiratorios”.

El veneno que comemos

-Es bueno ducharse diariamente: puede llegar a ser perjudicial para la salud, para la piel concretamente, pues elimina las bacterias que son beneficiosas para el cuerpo y el cabello.

Alimentos peligrosos para la salud

En muchas ocasiones los alimentos que más nos gustan pueden llevar un peligro asociado en forma de bacterias que nos afecten, son patógenos que atacan a nuestro sistema digestivo y que denotan sus efectos de muy diferente forma.

Bacterias como el E.coli en los restaurantes Chipotle (Estados Unidos) mostraron que hacen estas bacterias una vez nos contaminan si bien es cierto que existen remedios para amortiguar y eliminar el daño.

Desde el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos se indica que «La evidencia epidemiológica recogida durante esta investigación sugiere que un producto alimenticio común o un ingrediente servido en los restaurantes de Chipotle Mexican Frill fue la causa probable de los dos brotes. La investigación no identificó un alimento o ingrediente específico vinculado a la enfermedad», pero hay otros muchos casos.

Por ello debemos cuidarnos, de un consumo inadecuado, de los siguientes alimentos:

-Leches y zumos sin pasteurizar: pueden tener virus como la Salmonella, E.coli y la Listeria. Estos productos deben estar siempre pasteurizados.

-Brotes o germinados: son portadores, en algunos casos, de la Salmonella y el E. coli, las infecciones bacterianas en los cereales son comunes, hay que cocer los alimentos.

-Carne mal cocida o macerada: Bill Marler, experto en seguridad alimentaria indica: «La razón por la que los productos molidos son problemáticos y necesitan cocerse muy bien es porque cualquier bacteria que está en la superficie de la carne puede contaminar el interior». La carne mal cocida o macerada pues tener bacterias y microbios en su interior.

-Frutas y alimentos listos para comer: pese a su buen aspecto, en sus bolsas, cortados y con agua el riesgo de tener Listeria es alto, si se ha mantenido en el refrigerador se potencia el peligro.

-Huevos: el principal problema es el de la Salmonella.

-Marisco y moluscos: pueden tener el E.Coli, Marler comenta: Las ostras son animales filtradores, es decir, recogen todo lo que está en el agua», dice el experto. «Si existe bacteria, ésta entra en su sistema, y si comes esa ostra tendrás problemas. He visto muchos más casos de estos en los últimos cinco años de lo que vi en los últimos 20. Simplemente no vale la pena el riesgo». El aumento de la temperatura del agua ha aumentado el peligro de bacterias y microbios en ellos.

Huya del consumo de estos alimentos y si lo hace mire que estén correctamente preparados. Es el mejor consejo.