Essure: el anticonceptivo peligroso y el daño a las mujeres
El poderoso grupo empresarial Bayer lanzó un producto sanitario llamado Essure. Se trataba de un sistema anticonceptivo permanente, de uso prolongado y en contacto permanente con el organismo de la persona, en este caso mujeres que decidieron implantárselo.
Su clasificación legal es de riesgo «Clase III» y es una especie de espiral autoexpandible de una aleación de nitinol (niqueltitanio) que contiene fibras de polietileno tereftalato-dacrón (PET), con 4 centímetros de longitud y 0,8 milímetros de diámetro, expandiéndose entre 1,5 y 2 milímetros tras ser liberado.
Según datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, existen más de 80.000 mujeres portadoras del dispositivo Essure, de las cuales 962 tienen notificaciones de posibles efectos adversos relacionados con este dispositivo, aunque esta es la parte «de cara a la galería», tras todo ello hay mucho más.
La AEMPS (Agencia Española de Medicamentos Productos Sanitaria) informa que el Essure puede provocar: dolor pélvico, articular o lumbar, metrorragias, cansancio, cefaleas, alopecia, picores, urticarias y cambios en el estado de ánimo, igualmente autoinmunidad, alergias, vómitos y provocar que la vida de la persona sea una pesadilla.
Por todo ello la AEMPS, dependiente del Ministerio de Sanidad, ordenó la retirada del mercado, en 2017, de este sistema anticonceptivo, del Essure y requirió a Bayer que no se comercializara al «no disponer de un certificado de marcado CE en vigor” y lo retire del mercado. Obviamente parece que algo no va bien y que son muchas las mujeres que tienen este dispositivo implantado.
Pero los efectos son indeseados entre las afectadas que padecen realmente el daño que les ha ocasionado, hay más de 1000 denuncias por los efectos negativos del mismo vía Asociación de Afectadas por Essure en España.
Denuncias por el Essure
Concretamente se denuncia que el Essure les ha provocado enfermedad inflamatoria pélvica, intenso dolor en la región pélvica y abdominal o perforación de trompas. Igualmente se han registrado casos en lo que ha habido embarazos no deseados por fallar este sistema.
Además hay un claro y evidente malestar con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) que en octubre de 2015 calificó los efectos adversos como a «largo plazo» y de «escasa y carácter leve».
Obviamente hay algo que resulta sospechoso en todo ello dada la realidad del daño causado a estas mujeres en toda España y en el mundo.
Desde Bayer se indica que “no se terminaron de cerrar las cuestiones asociadas al proceso de recertificación antes de la fecha el vencimiento del mercado vigente, que expiraba el pasado 3 de agosto, hasta que no quedaran resueltas esas cuestiones pendientes” por lo que se paralizó su comercialización en Europa pero sigue en Estados Unidos.
Desde AEMPS se indica que “no cuestionan la relación beneficio/riesgo del implante Essure, por lo que no procede aconsejar la retirada del dispositivo ni modificar las pautas de seguimiento de las personas portadoras”.
Pero las afectadas siguen su lucha y, hay que decir, son pocas las vías que tienen para poder informar del daño que se les ha originado y la desatención, problemas como los indicados o calambres, sangrados y náuseas, los cambios en el ciclo menstrual o una posible reacción alérgica a causa de los materiales de los implantes, como el níquel.
“Las mujeres que estuvieran a la espera de una implantación por este método de esterilización definitivo deberán valorar con su médico los métodos de contracepción disponibles más adecuados y sus eventuales efectos indeseables” decía Beatriz Becerra, vicepresidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo.
Las denuncias se tramitarán poco a poco allá donde el imperio de Bayer y toda la fuerza que hace en los ministerios de Sanidad de muchos países parece un muro infranqueable, David contra Goliat. Así las cosas Bayer tasa las pérdidas en 413 millones de euros por las reclamaciones de Essure pero hay muchas afectadas que no tienen noticias aún. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo soportar todo este daño?
En España se apoyó el Essure pese al gran desconocimiento que había del mismo, no eran enfermedades «mentales» ni por «depresión» de las afectadas sino que era el efecto nocivo del Essure. Bayer no dio programa de formación ni de como detectar efectos adversos y desde las autoridades sanitarias españolas tampoco se actuó con la eficiencia que se le supone.
Nadie parece reconocer los daños ocasionados a estas mujeres que se ven desamparadas y con problemas de salud. La pregunta es, nuevamente, simple: ¿Hasta cuándo? Hagan Justicia, por favor.