Experiencias paranormales de un vigilante de seguridad en el Aljarafe
Son muchas las personas que trabajan en lugares o edificios públicos o privados, donde se producen todo tipo de hechos extraños. Las experiencias vividas en su interior son, a menudo, silenciadas, pero algunos de esos trabajadores, sobre todo los vigilantes de seguridad, parecen estar dispuestos a hablar de ello y son sorprendentes
Los vigilantes de seguridad suelen hacer una importante labor, normalmente puede pasar desapercibida pero, silenciosamente, se cumple con un trabajo que es básico para garantizar la integridad y evitar robos en muchos edificios. Edificios o lugares que, en ocasiones, suelen tener la fama de “encantados” y donde se ha descrito muchos hechos extraños.
En pocas ocasiones suelen filtrarse esas vivencias haciendo gala, igualmente, de discreción, por ello les quiero narrar las vivencias de una persona que se atrevió a escribirme tras ver el programa que dirijo y presento en 7tv, “Andalucía Paranormal”. Esta persona, cuyo nombre omitiré al ser funcionario público en la actualidad, me decía:
“Buenas tardes, he visto un programa de “Andalucía Paranormal” y le quiero contar mi caso, no sé si será algo con valor de ser examinado, pero yo no sé ni puedo darle una explicación a lo que fotografié y grabé” me comenzaba diciendo.
Víctor me decía: “Hoy en día soy funcionario pero hace muchos años fui vigilante de seguridad y como me mandaban a lugares peculiares, un día decidí llevarme una cámara fotográfica para poder tenerlas como recuerdo, no para intentar ver nada raro ni nada de eso, es más, fue mi novia, la que ahora es mi mujer, la que se dio cuenta que en uno de los videos alguien gritaba de fondo” dato ese sobre el que le pedí más información.
Esa voz, me decía Víctor, parecía gritar algo como: «¡No entres en mi cuarto!» o «No entres en el cuarto!» y, realmente, es impactante.
La grabación “la obtuve en un cuartel abandonado de Sevilla, está captada era el dormitorio de tropa y dónde iba a entrar era el dormitorio del que hacia imaginaria” me informaba.
Víctor me quiso enviar dos tres fotografías y me decía: “Las otras fotos fueron en la casa de ejercicios espirituales de Betania, en San Juan de Aznalfarache y son unas flores que me dio la impresión que tenían luz propia y las otras son de una especie de paseo interior del convento, y es una especie de luz o neblina extraña de color verde vista desde dos puntos diferentes” advirtiendo que nuestro protagonista no estaba fumando.
Además me matizaba: “lo que yo pretendía era fotografiar el pasillo desde un lado y desde otro pero salió eso... Al verlas en el ordenador, no lo vi cuando las hice, me quedé impresionado”.
Un lugar, que ha llamado la atención de los investigadores que han acudido a este mismo punto en diferentes ocasiones y donde son habituales las grabación de sonidos extraños que se identifican con psicofonías, luminiscencias –como las que enviaba Víctor- y también la visualización de extrañas formas en esta misma zona. Todo ello era desconocido por nuestro vigilante de seguridad y que, sin saber, captó en un lugar donde se manifiesta el misterio. Su testimonio es uno más que se suma al de aquellos que han sido “víctimas del misterio” en este mismo lugar.