Se aproxima la primavera y quizás estés pensando en comenzar a cuidarte, perder peso o cambiar tu alimentación. Existen una infinidad de dietas, la vegetariana, vegana, mediterránea, flexitariana, dash, paleo, hipocalórica, detox...Sin embargo, hay un método de alimentación que, aunque lleva ya algunos años con nosotros, ahora está comenzando a resurgir como tendencia alimenticia: la dieta raw o cruda.
Tal y como indica su nombre, se trata de una dieta basada en el consumo de alimentos crudos o cocinados al vapor. Por regla general, este tipo de alimentación se basa en los productos vegetales como las frutas y las verduras, siendo muy similar en ese aspecto a la dieta vegana. No obstante, la clave reside en no calentar los alimentos a más de 42 grados para mantener intactas las enzimas y nutrientes de los alimentos que vamos a consumir.
Algunas personas amplían el rango de alimentos permitidos sumando aquellos de origen animal, como pescados y carnes, pero respetando los límites y fórmulas de cocción. En resumen, da igual el alimento que consumas siempre y cuando destaquen los vegetales y todo se consuma crudo o al vapor.
La dieta raw o cruda se puso de moda entre las celebrities hace algunos años, surgiendo con ello restaurantes y supermercados especializados en este tipo de dieta que ofrecían platos raw o bebidas sin tratamiento térmico. Ahora, ha vuelto a convertirse en tendencia y es una de las dietas preferidas para cuidarse o perder peso.
Quienes la defienden y/o practican, sostienen que este es el mejor método de alimentación pues la cocción de los alimentos altera el valor nutricional de los mismos debido a que las altas temperaturas afectan al contenido vitamínico y a su funcionalidad. Por lo tanto, defienden que con este consumo de alimentos crudos se aprovechan mejor los nutrientes, se produce una mejora de la flora bacteriana y se reducen los efectos del envejecimiento, entre otros.
Beneficios
El principal beneficio de la dieta raw es que su práctica conlleva un gran consumo de frutas y verduras. Multitud de estudios científicos respaldan que el consumo de alimentos vegetales nos ayuda a mantenernos sanos, reducir el riesgo de mortalidad y el riesgo de desarrollar enfermedades o patologías complejas.
Asimismo, el alto consumo de frutas y verduras nos aportarían grandes cantidades de fibra a nuestro organismo, algo que ayudaría a mantener sano y en correcto funcionamiento a nuestro tránsito intestinal y el sistema digestivo en general.
Siguiendo el objetivo principal de este tipo de dieta, también se minimizan al máximo las pérdidas de vitaminas, minerales, fibras y otros nutrientes, cosa que sí podría ocurrir al utilizar algunos procesos de cocción.
Problemáticas
Para muchos nutricionistas, la dieta raw es un método de alimentación restrictivo que podría poner en riesgo nuestra salud. Esto es debido a que no nos aporta nutrientes esenciales como las proteínas o algunas vitaminas y minerales presentes en ciertos alimentos que no se pueden o deben consumir. Esta falta de nutrientes podría perjudicar a nuestra salud en medio o largo plazo con la aparición de enfermedades como la anemia.
Además, consumir alimentos en crudo puede resultar perjudicial para el sistema digestivo de ciertas personas, como aquellas que padecen la enfermedad de Crohn o el síndrome de intestino irritable.
Por último, los especialistas insisten en que someter a los alimentos a los diferentes procesos de cocción que utilizamos normalmente aseguran la calidad higiénica de los mismos y evitan la propagación de ciertos microorganismos patógenos.
Elijas el método de alimentación o dieta que elijas, es recomendable acudir previamente a un profesional de la nutrición que pueda guiarte a conseguir los objetivos que estás buscando de forma correcta y sin poner en riesgo tu salud. Una buena dieta debe ser sana y equi