Hay dos formas de hacer una investigación: técnica y con todo tipo de aparataje o subjetiva, con otras vías alternativas como pudiera ser un médium o una ouija como método de contacto -que no de investigación-. Debido a ello, por lo general, me gusta hacer investigaciones que son muy técnicas aunque no pierdo la cara a poder contar con personas que me aporten en ese terreno de lo subjetivo.
La última investigación la hicimos en un piso, privado aunque de alquiler, en Sevilla. Acudí ante la llamada de una chica que había tenido que salir corriendo, de madrugada, junto a su hija ante la cantidad de fenómenos que veían. Ella, cariacontecida, me decía: «Dejé a mi hija una noche y mi madre la llamó, hablando con ella le dijo: «¿Con quién estás?» y ella le dijo: «Sola abuela», la cosa es que mi madre escuchaba perfectamente hablar a una mujer y como si recogiera restos de un vaso roto o un plato. Pero la cosa no queda ahí sino que aquella noche ella tiene que cerrar la puerta porque escuchaba ruidos en la zona de mi habitación y la puerta se cerraba y abría sola. Aquello le dio mucho miedo».
No son los únicos fenómenos: «Otra noche, después de venir de mi trabajo en el hospital, estábamos cenando y vio como había una sombra que luego tomó como la apariencia de una mujer. Se quedó callada y nos fuimos a mi cama a echarnos para dormir. Entonces, ella, con un ojo en la puerta que vio a esa mujer y que da a esta zona de la casa, pudo ver de nuevo a esa figura y entonces me contó que ya la había visto en una ocasión anterior» decía Mª.José, nuestra testigo.
«La noche que decidimos irnos es porque ya no podíamos más, era una acumulación de cosas raras, de escuchar, de ver como la puerta se abría y cerraba o de tener la sensación de estar acompañada o te están mirando y ya decidimos que era suficiente. A las dos de la mañana tiramos para Bermejales a casa de mis padres» confesaba.
Con todo ello acudimos al piso. Íbamos dispuestos a hacer dos tipos de investigación. De un lado una técnica con grabadoras, Spirit Box, Spirit Radio, medidores, detectores y todo el aparataje necesario a la vez que era todo grabado en vídeo por Paco, mi especial ingeniero. Colocamos diferentes detectores y grabadoras y en las psicofonías captadas destaca una especialmente que dice: «Lola» en dos ocasiones. Curiosamente, mi amigo Luis, comandante del Ejército, que nos acompañaba, preguntó previamente por ese nombre en la sesión de psicofonías que realizamos con la grabadora. En esa misma sesión se captaron varios «No».
La Spirit Box derivó a un mensaje claro: «Vete» y «marchaos ya» mientras hacíamos la investigación en la habitación de la hija. La Spirit Box captó diferentes mensajes con los que se podía reconstruir una historia pero que tan solo era una parte de lo ocurrido en el interior.
Los detectores de campo, EMF, estaban desbocados, aunque tuvimos la precaución de bajar el diferencial de la casa y todo se amortiguó bastante. Aun así se dejaba notar en determinados puntos, uno de ellos un espejo en la habitación de matrimonio.
Igualmente nos acompañaba nuestro particular médium, Rafael de Alba quién detectaba presencias y que indicó a Mª. José que por su trabajo tenía a alguien que la acompañaba, una mujer que murió sola y que un problema de pulmón (¿Covid?). Ella nos dijo que era una enfermera muy empática y que se emocionaba mucho cuando perdía a un paciente. Rafael le indicó que a la acompañaba y que su nombre era «Dolores», nuestra particular «Lola» de las psicofonías. Pero, por el contrario, detectaba una presencia anterior en el piso.
Mª. José nos dijo que le indicó al dueño que anulaba el contrato por todo lo que le estaba pasando y que el dueño apenas peleó por que se quedara, «fue como si no le sorprendiera, me dijo: «Es la primera vez que nadie me dice eso de la casa, todo el mundo se ha ido de ahí muy satisfecho» pero nunca sabremos hasta donde es verdad y hasta donde no esta afirmación. Rafael, en la vertiente mediúnmica, confirmó que allí se habían hecho rituales anteriores y, lo cierto, es que le olía a palo santo. María José nos indicaba: «yo no he llegado a vivir aquí, dos días solo».
Otro dato curioso: nada más entrar en el piso Rafael dijo: «una Biblia de Jerusalén, aquí hay una». Pues sin conocer ninguno la casa apareció esa Biblia. ¿Casualidad? Al preguntarle como lo sabía y donde estaba nos dijo. «Me lo han dicho ellos». Sorprendente.
Hicimos muchas pruebas pero lo más impactante ocurrió al final cuando decidieron hacer una sesión de ouija. Iba a estar dirigida por una consumada especialista en ello como Inma I. tras hacer la apertura preguntó sobre lo que allí vivía y surgió un nombre, Antonio, una persona vinculada al piso, que estaba allí y que, de alguna forma había sido invocado en otra sesión anterior por otros propietarios... ¿Realidad o sugestión? No lo sabremos pues es un dato al que no podemos acceder por la LDPD pero lo cierto es que se pidió una prueba y se comenzó a abrir y cerrar una puerta que fue lo más sorprendente máxime cuando estaba cerrado ese pasillo y no podía existir esa posibilidad de corriente ni nada. De su interior salía un aire gélido que resultaba llamativo.
La investigación deparó muchas sorpresas más que están siendo preparadas para un programa especial de «Voces del Misterio» pero que, sea como fuere, las sorpresas quedaron en el interior de un piso que, hoy por hoy, podemos decir que está encantado.