Una nueva experiencia se viene a sumar a los muchos hechos extraños que han sucedido en este punto y que, en concreto, nos habla de experiencias espiritistas en una casa de la calle San Luis, un lugar en el que se han registrado hechos que son realmente impresionantes.
Los que allí viven y hacen estas experiencias la llaman “La Casa de los Espíritus” y suceden hechos que, razonablemente, racionalmente, podemos denominar como inexplicables.
¿A donde nos vamos de la calle San Luis para conocer este caso? Debemos ir a un punto pasada la iglesia de Santa Marina y la propia iglesia de San Luis de los Franceses -una joya del barroco- para entrar en una casa que pasaría inadvertida de no ser por lo que relatan, en privado sus protagonistas.
Los fenómenos en este inmueble se comienzan a producir a raíz de una conversación de dos jóvenes con su abuela, los chicos escuchan como ella les habla de “cuando hacía espiritismo en Alanís y jugaban al “juego del vaso” hace décadas”. Animados por la conversación le piden que le haga una demostración ante sus amigos y una tarde se reúnen todos -8 personas- para asistir a aquella experiencia inusual.
Probaron con la ouija y funcionó: “Fue alucinante comprobar como aquello se movía sin nosotros rozar apenas el vaso, y como deletreaba el mensaje que un antiguo inquilino estaba allí todavía pese a haber muerto” decía Miguelo -que así lo llaman-.
Pronto se pasó de este tipo de prácticas a hacer una sesión espiritista al estilo victoriano, con las manos unidas y haciendo la abuela de particular canalizadora. Ella iba a ser la guía de esas sesiones en las que se les iba a descubrir un mundo desconocido e impactante.
Tuve la oportunidad de asistir a una de sus reuniones y comprobar como comienza ese “ritual” en el que, incluso, la abuela viste con ropas negras, de otro tiempo, y da un toque casi esotérico a toda esta cuestión. Pensé, de hecho, que era algo con el objetivo de sugestionar a los chicos.
Y comenzó aquella sesión en la que no participé, me interesé más por captar y grabar los fenómenos. Y comenzaron a escucharse todo tipo de “raps” los cuales no provocaba nadie de los presentes. Ruidos que hacían de comunicación; uno es “si” y dos es “no” y la respuesta era, aparentemente, inteligente.
Fenómenos extraños, raps y parafonías
Posteriormente la abuela -que es relativamente joven- entró en estado de trance y comenzó a cambiar la voz y a hablar de modo extraño, anormalmente seco y varonil. Fue sorprendente pero quise entender que podría ser todo parte de una puesta en escena, me invitaba a recelar.
Diferentes objetos de una cómoda cercana cayeron movidos por una manos invisibles e, incluso lo que podríamos llamar para una parafonía en la que claramente se decía: “Paco”, nombre de la presunta presencia que habitaría este lugar.
No sabría explicar bien todo lo que ocurre en el interior del mismo, quizás es sugestión, quizás parte de na puesta en escena o hay algo de realidad en una casa en la que hay una historia dura y un suicidio más una muerte cercana.
Lo más impactante vivido en el interior de la misma fue la materialización de una cadena, lo que se llama un “aporte” en medio de la sesión y que cayó de la nada, una cadena de plata que denotaba el paso del tiempo y que, desde luego, nadie podría haber colocado en tal punto.
Fenómenos extraños en la calle San Luis, espiritismo, ouija, hechos inexplicables, psicofonías y un sin fin de sucesos que carecen de explicación dentro de lo racional y que la parapsicología moderna se afana en investigar desde el rigor y desde la Ciencia aún a sabiendas de la imposibilidad de poder explicar hechos que no se logran entender y que van más a allá de la capacidad de entendimiento que tenemos. Son, al fin y al cabo, una nueva demostración que es uno de los lugares mágicos y encantados de la capital hispalense.
La ‘voz fantasma’ del viejo carcelero de Marchena
Son muchas las historias heterodoxas, las leyendas, que se cuentan en todas las localidades de España y que forman de ese pequeño “saber local”, historias que hablan de apariciones y aparecidos o de viejos tesoros perdidos que tanto alimentan al imaginario popular; es Antonio Jesús Cárdenas la persona que nos habla de una de esas historias tan particulares...
Nos tenemos que trasladar a la localidad sevillana de Marchena, a la antigua prisión de la calle Miguel de Cervantes, en el número 5. Un vetusto edificio construido a finales del siglo XVI y que tenía, obviamente, como objeto encarcelar a todo aquel malhechor o delincuente juzgado y condenado por sus fechorías, en casos extremos se les ejecutaba siendo conducidos desde la prisión a la plaza Ducal donde se encontraba el patíbulo.
Antonio Jesús Cárdenas junto a Estefanía Moreno forman el grupo de investigación en materia paranormal “Sevilla Ghost” y comentaban como aún es posible -si se es especialmente sensible- apreciar la influencia de la energía negativa de aquellas viejas paredes, de sentir ese vestigio energético del pasado.
En tan lúgubre, y doloroso edificio, se da una leyenda especial, hay que esperar a que llegue el Sábado Santo, ese día los marcheneros sacan en procesión a la Virgen de la Soledad, muy querida en la localidad, y que es conocida popularmente como “La Cernicalera”. En el regresar de la procesión a su iglesia pasaban por delante de la prisión, allí, en tiempos pretéritos, los carceleros cantaban una saeta a la imagen de la Virgen, acto que se realizaba uno a uno, hasta que el último no entonaba esa oración convertida en melodía sonora, en el quejido del alma, la Virgen no seguía su camino.
Pero la historia de apariciones, de fantasmas, de voces del más allá, nos dice que tras cerrar la prisión, Sábado Santo se produce un hecho a caballo entre la leyenda y la realidad, y que se ha descrito el cómo se puede escuchar, a altas horas de la Madrugada y dentro de esos muros, el cantar saetero de un carcelero a una Virgen que ya no rinde ese honor al lugar.
Hermosas leyendas y tradiciones que siempre dejan un conocimiento oculto, secreto en su relato.
Fenómenos paranormales en el Parque de María Luisa
En pleno corazón de la ciudad de Sevilla hallamos un hermoso rincón verde, una muestra del capricho de la Naturaleza donde conviven mil y una especie de plantas y emociones. Es el hermoso Parque de María Luisa un lugar con tanta historia como misterios.
En su momento fue parte del Palacio de San Telmo siendo los jardines privados de la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, a la sazón duquesa de Montpensier. En el año 1893 los cedió a la vieja Híspalis.
El tiempo hizo que se realizaran diferentes reformas de diferente índole, reformas que dotaron al parque se rincones que van del estilo romántico de los jardines de la Alhambra y los Alcázares sevillanos a los más recientes y del gusto de la época.
En el año 1914 se vieron ampliados y con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 se edifica la emblemática Plaza de España, obra del arquitecto Aníbal González; el Parque de maría Luisa y todo su entorno fue declarado Bien de Interés Cultural y es, hoy, uno de los lugares preferidos por los sevillanos.
Pero también en su interior se producen una serie de apariciones y fenómenos extraños. Manifestaciones de fantasmas que protagonizan, según los testigos, una dama de blanco que pasea por los jardines entre sollozos y lágrimas.
No es un fantasma cualquiera, se trata de un ilustre de la aristocracia, o tal vez sean ilustres pues se habla de dos apariciones que podrían corresponderse con la propia infanta Luisa Fernanda de Borbón, esposa de Antonio de Orleans, duque de Montpensier, y también del fantasma de la reina María Mercedes, tan vinculada a Sevilla y casada con el monarca Alfonso XII.
María de las Mercedes es ese fantasma sevillano que todos añoran en la Historia de la ciudad, tenía un gran amor por las plantas y los jardines, relacionándose esta aparición con su desdichada persona.
Si visita el Parque no olvide rendir homenaje a Gustavo Adolfo Bécquer en su glorieta, le conmoverá.
Curiosamente el Parque de María Luisa está muy próximo al Palacio de San Telmo, hoy Presidencia de la Junta de Andalucía, donde también hay manifestaciones del más allá como en la bella Plaza de España con las evocaciones de sus torres, sus vestigios renacentistas, la finura de su cerámica, el hierro forjado de sus ventanas, el artesonado en madera de sus techos; todo tiene cabida en este increíble espacio donde hay puertas que se abren y se cierran o por donde los soldados de Capitanía ha visto deambular al fantasma de un viejo morador que parece que aún aguardar el regreso de una época dorada que se marchó para no volver jamás.
Y dos puntos imprescindibles en una visita a los puntos donde se producen hechos extraños en esta zona: el Museo Arqueológico de Sevilla y el Museo de Artes y Costumbres, uno frente al otro, y donde en 2011 tuve la oportunidad de hacer una investigación junto a Lorenzo Cabezas y José David Flores con resultados realmente imprevistos como fueron la grabación de psicofonías o informarnos de hechos luctuosos ocurridos en el mismo y que podrían tener alguna relación con los sucesos que se manifiestan en el presente.
Este recorrido podría llevarnos, incluso, al viejo Pabellón de Chile donde se ha visto a una aparición de Santa Ángela de la Cruz y que sorprendió a aquellos que fueron testigos de lo imposible.
Leyendas, historias heterodoxas, fantasmas, imaginaciones o realidades en un entorno tan bello como el Parque de María Luisa.
Pero Sevilla da para mucho más y, en esta línea de investigaciones, seguiremos tras las huellas de lo imposible.