Coronavirus

Laia Serrat y el lado erótico del Covid

Si bien es cierto que la década de los nuevos años veinte ha empezado fuerte desde aquel marcado 13 de marzo, también es cierto que nuestras costumbres han cambiado en gran medida. Incluso las sexuales

Carmen Osuna CarmenOsunaG /
13 ene 2021 / 04:00 h - Actualizado: 13 ene 2021 / 04:00 h.
"Sexualidad","Sexo","Coronavirus"
  • Laia Serrat Duart – Sexóloga
    Laia Serrat Duart – Sexóloga

Como informó el propio Poder Judicial, el último trimestre del recién pasado año 2020, ha estado caracterizado por el aumento de las demandas de disolución matrimonial, unos datos que han aumentado después del trimestre en el que todo el país estuvo en confinamiento domiciliario. El por qué disminuyeron esas cifras en ese tiempo, no está más que en el parón que sufrió España en todos los campos, incluida la actividad judicial. Hablamos de un 17,7 % más respecto a 2019, de 14.800 demandas solo en cuanto a divorcios consensuados.

Como bien se sabe, todo ha cambiado de manera radical respecto a las conductas que se llevaban a cabo años anteriores. La sociedad se ha visto sumida en una adaptación obligatoria y necesaria que ha cambiado nuestras costumbres, y en la sexualidad, no es diferente.

La sexóloga Laia Serra Duart, especializada en ámbitos perinatal, pareja y familia, afirma que, aunque aun hay pocos estudios exhaustivos sobre las consecuencias que el COVID ha dejado en cuanto a este tema, “la sexualidad ha cambiado mucho porque es algo muy amplio, podemos hablar de muchos aspectos. Desde las relaciones sexuales hasta la identidad propia de las personas, cómo nos relacionamos con los otros tanto emocional como afectivamente, y es que la manera de relacionarnos ha cambiado a todas las personas. Tanto las que han vivido en pareja, como las que han estado solas”

En cuanto a las personas que tienen pareja o incluso hijos, les ha afectado, según afirma Laia, por el hecho de estar tanto tiempo encerradas juntas o porque al tener todo el tiempo a los hijos en casa, se ha perdido la intimidad y ese momento necesario para tener relaciones sexuales fructíferas y placenteras.

Por otro lado, todas aquellas personas que no tienen pareja y que por consiguiente se han visto solos durante ese tiempo, han atravesado semanas en las que algunos, se han conocido más a sí mismos.

La pérdida del contacto directo y la imposibilidad de ligar. El rotundo no a los besos y por supuesto, a compartir fluidos con desconocidos por el posible contagio del virus, ha traído predeciblemente el aumento en la compra de juguetes eróticos, que han ayudado a muchos ciudadanos a no echar de menos a sus parejas y cómo no, a conocer en profundidad sus cuerpos.

Como apunta Laia, en este tiempo, la masturbación ha tenido una influencia doble “por un lado, se ha dado más por la disminución del contacto, y, por otro lado, hay quien ha prescindido de ella por la poca intimidad que han tenido al vivir en casa o con sus padres o con sus parejas”. El sexting, o relaciones virtuales también han tenido un gran calado en la población durante el confinamiento, algo a lo que Laia Serrat añade el peligro que acarrea cuando se comparten fotos o vídeos con desconocidos.

Aunque ahora mismo están en el comienzo de las investigaciones sobre este gran cambio, esta sexóloga sevillana es de las que piensa que tendríamos que aprovechar para explorar otras formas de relacionarnos a la hora de darnos placer “maneras que involucren más la piel o la mente, porque eso lo tenemos ahí” afirma.

Lo que sí está clara, es la importancia de conocernos a nosotros mismos, porque no hacerlo, no conectar con nuestras necesidades y deseos, es uno de los problemas principales de nuestra sexualidad y como bien nos cuenta Laia, “aunque creamos que nos conocemos totalmente, siempre habrá cosas de las que no se habla con normalidad y aun queda mucho por avanzar hasta que las personas puedan disfrutar de verdad, con libertad y mucho más”