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La aventura del misterio

Las casas más encantadas del mundo

No mayor misterio, ni mayor terror, que descubrir que se habita en una casa en cuyo interior hay fantasmas y, por definición, está encantada.

22 nov 2020 / 04:02 h - Actualizado: 21 nov 2020 / 17:06 h.
"La aventura del misterio"
  • Las casas más encantadas del mundo

No mayor misterio, ni mayor terror, que descubrir que se habita en una casa en cuyo interior hay fantasmas y, por definición, está encantada. Desde tiempos inmemoriales ya se relatan experiencias terribles en el interior de muchos edificios, hoy vamos a dar una vuelta por los más terroríficos del mundo.

El terrible psiquiátrico de Kings Park

Los hospitales y psiquiátricos tienen un halo especial donde parece que hay una mayor propensión a que se manifiesten determinados fenómenos sobrenaturales, o inexplicables, que ponen de manifiesto que lo paranormal puede manifestarse en ellos. Uno de esos psiquiátricos objeto de investigación es el de Kings Park, con un tamaño impresionante que es, por sí mismo, todo un centro laberíntico de pasillos y salas donde perderse.

Por sus habitaciones y salas especiales han pasado miles de pacientes y son miles de historias y dramas personales los que se cuentan en su interior, todo ello dejó una huella psíquica que, años después, décadas después, se materializó en forma de fantasmas y espectros que morarían por las viejas instalaciones para temor de todos aquellos que han tenido la ocasión de vivir estos fenómenos.

El edificio se encuentra en la ciudad de Nueva York, se comenzó a construir en 1885 bajo el nombre de Kings Park Lunatic Asylum en Suffolk. Se concibió, inicialmente, como una granja pues la edificación era de madera y tenía zonas de cultivos. Pero en 1895 se quedó pequeño y se pensó en construir una parte nueva bajo el nombre de Hospital Estatal de Kings Park.

En el complejo de edificios también se dio su espacio a los enfermos de tuberculosis, una enfermedad particularmente temida, así como para los veteranos que lucharon en las guerras mundiales. Fue especialmente destacado el uso de la agricultura como terapia y que llevaron a la institución a ser autosuficiente, también en áreas como la construcción, confección de prendas de vestir o en la elaboración de alimentos preparados.

En el siglo XX la institución psiquiátrica de Kings Park tuvo más de 3.000 pacientes y 450 empleados, pero en la mitad del siglo XX se llegó a unas cotas preocupantes de masificación con casi 9.000 enfermos mentales. La crisis en Estados Unidos y la postguerra –Segunda Guerra Mundial– hicieron que el número de enfermos creciera y cada vez hubiera menos espacio en los hospitales.

Este complejo de edificios se vio ampliado con nuevas construcciones que se mantuvieron activas hasta 1996, excepto la residencia de ancianos que aún sigue activa. Los edificios no han sido demolidos debido a que tienen amianto y su demolición precisaría de un tratamiento que es complejo por el costo que tiene y el rechazo que provoca.

Hoy es un lugar donde los buscadores de fantasmas y experiencias paranormales suelen penetrar en busca de grabar psicofonías, las llamadas voces de los muertos, o de realizar investigaciones que puedan dar como resultado algún evento que destaque que en su interior se manifiestan fuerzas sobrenaturales que se encuentran identificadas, tal vez, con la actividad que tuvo durante décadas y que habrían dejado una huella energética en cada una de las estancias que forman este monumental complejo de edificios que tanto dolor, sufrimiento y tragedia vio pasar.

Aún son identificables las siluetas de estos edificios que aguardan en su interior a que alguien descubra sus muchos misterios y secretos de otros tiempos escondidos bajo la locura.

El misterio del edificio Dakota

Es, sin dudas, y por méritos propios, uno de los edificios más conocidos a nivel mundial, por su estilo arquitectónico y por su negra historia, sobre todo por ser el lugar donde asesinaron al gran músico John Lennon.

Pero no es el único hecho trágico u oscuro que guarda el edificio Dakota. Se ubica en la calle 72, en el número 1, al oeste del hermoso Central Park, en la ciudad de los rascacielos, en Nueva York. Se construyó en 1884, iniciándose la obra en 1880 por diseño de Henry Handerbeg, inspirándose en el Renacimiento alemán y la arquitectura de Francia en los albores del siglo XIX.

En un primer momento se consideró que estaba muy alejado de la ciudad, en dirección a Dakota, y por eso la razón de su nombre, pero el crecimiento de Nueva York hizo que las distancias se acortaran y pronto quedara dentro de los límites de la misma teniendo gran éxito y muchas personas con ganas de alquilarlo. Entre sus inquilinos más conocidos estaban Boris Karloff, Lauren Bacall, Judy Garland o Leonard Bernstein entre otros, además del tristemente fallecido John Lennon y su esposa Yoko Ono.

Quizás uno de los más famosos inquilinos fue Aleister Crowley, el mago negro, un hombre de gran peso en el mundo del esoterismo y con mala reputación. Se dice que realizó misas negras en su apartamento y que ese influjo negativo habría quedado para siempre en el mismo. Pero también el actor Boris Karloff hizo sus experiencias con lo paranormal en el Dakota, improvisando sesiones de espiritismo. Se dice que cuando murió se produjeron diferentes incidentes que se relacionaron directamente con su espíritu e, incluso, se afirmó que su fantasma mora por los pasillos del edificio.

Gerald Gardner se alojó en el edificio Dakota siendo uno de los sumos sacerdotes de la brujería Wicca y, quizás, el incidente más conocido –aparte del asesinato de Lennon– fue que en 1968 se tomó como referencia cinematográfica en el rodaje de la película La semilla del Diablo, relacionado con ello la muerte de la esposa del director Roman Polanski, Sharon Tate, embarazada de ocho meses, a manos de los sádicos integrantes de la secta La Familia, liderara por Charles Manson. Se dice que la película estuvo rodeada de incidentes extraños difíciles de explicar, como todo tipo de accidentes sin explicación alguna, la tempestuosa relación entre la actriz principal Mia Farrow y Frank Sinatra, o las amenazas que el director sufrió por parte de los seguidores satánicos de la ciudad que consideraban irreverente hacia ellos rodar allí. La profecía y las amenazas se cumplieron cuando en 1969 asesinaron a la esposa del director en el referido y atroz asesinato.

Hoy día es uno de los edificios con mayores requerimientos de alquiler o compra de Nueva York, entre sus inquilinos actuales se encuentran afamados actores y reconocidos empresarios que no temen la siempre inquietante maldición de un edificio marcado por la tragedia y los hechos extraños, por el espiritismo y el satanismo, el mítico edificio Dakota.

El caso Enfield

Llegó a las pantallas de los cines la película Expediente Warren: el caso Enfield, y una pregunta asalta a muchos interesados en estos temas: ¿Qué pasó en el caso Enfield?

Tendríamos que viajar a un barrio en las afueras de Londres, al norte, en 1977, cuando una noche un ama de casa, llamada Peggy Harper, acostó a sus hijos. Aquella noche no iba a ser como otras, iban a comenzar a suceder fenómenos que se escapaban a la lógica. La mujer estaba divorciada, tenía 40 años y era de clase humilde. Al poco de haber acostado a sus hijos comienza a sentir los gritos de sus hijas Janet y Pete. Ambas niñas decían que la cama se movía violentamente.

La mujer creyó que todo era producto de una pesadilla, así, trató de calmar a ambas y las dejó acostadas. Pero los hechos no hicieron más que comenzar, pues la noche siguiente ambas niñas comenzaron a gritar en su dormitorio afirmando que se escuchaban ruidos y una silla se había movido sola. La mujer volvió a mirar, pero todo estaba en orden. Al salir del cuarto y apagar la luz, ella misma es testigo de cómo suenan unos ruidos, vuelve a encender la luz y todo está en orden. Sale del dormitorio, apaga la luz y los ruidos comienzan de nuevo, nuevamente enciende la luz y contempla, atónita, como un baúl se mueve golpeando la pared. Las niñas gritan aterrorizadas en la cama. Peggy coloca el baúl en su sitio, pero el pesado objeto se mueve delante de ella y se coloca en la posición en la que estaba. La mujer mira aterrada el movimiento antinatural del baúl sin dar crédito a lo que ve. Decide sacar a Janet y Pete del dormitorio y busca la ayuda de los vecinos, registran la casa y el jardín pero no encuentran nada, mientras, en la casa, se escuchan ruidos extraños, golpes.

Avisan a la Policía, que se persona en el domicilio y levantan una declaración en la que ellos mismos informan de haber escuchado sonidos de origen desconocido. A partir de ese momento, en la casa se producen todo tipo de fenómenos, desde puertas que se cierran, golpes, o juguetes que son lanzados por unas manos invisibles.

Los sucesos llegaron a oídos de la prensa de la época, del diario Daily Mirror, que envío a un equipo de reporteros a investigar. El fotógrafo Graham Morris vivió una situación que le impresionó: intentaba tomar una fotografía cuando un taco de Lego le golpeó en la frente. El reportero George Fallows, ante la gravedad de los hechos avisó a Maurice Grosse, miembro de la Sociedad para la Investigación Psíquica de Londres (SPR).

En la casa comenzó una investigación y el 15 de septiembre Grosse inicia su cuaderno de bitácora del inmueble. El día 8, por la noche, comienzan a sonar ruidos y golpes en la habitación de Janet, al abrir la puerta la niña dormía y junto a ella una silla levitaba a medio metro de altura. Morris pudo captar ese momento, igualmente fueron testigos de cómo las puertas del armario se abrían y cerraban solas o cómo un juguete flotaba en el aire ante ellos. El caso Enfield se convirtió en todo un tema de portada en los medios de comunicación.

En la casa seguían escuchándose ruidos, había interferencias eléctricas, surgían aportes como charcos de agua que no procedían de ningún sitio y los objetos eran lanzados por los aires, al igual que marcas de combustión en las cortinas o como esta se retorció para enrollarse en el cuello de Janet con ánimo de estrangularla. Incluso Janet parecía ser poseída por algo que alteraba de forma notable su voz, una voz gutural masculina, áspera, que profería amenazas e insultos. Janet, con 11 años, parecía ser el foco de los fenómenos.

Una noche, Janet se encontraba agitada y el médico, ante el estado de nervios le administró un Valium en una dosis elevada. Al calmarse, pudieron ver los presentes como de ella salía una especie de luz. Bajaron a la planta baja y escucharon un fuerte ruido en la planta superior, entonces fue cuando vieron a la niña fuera de la cama mientras estaba sobre la cómoda, dormida en una posición inverosímil.

La niña fue llevada al Maudsley Hospital del sur de Londres, donde se le realizaron todo tipo de análisis con resultados normales mientras, en la casa, los fenómenos cesaron. Pero todo quedó en dudas y fraudes cuando se descubrió un engaño: el profesor Hasted, jefe del Departamento de Física de la Universidad de Birkbeck junto a investigadores del SPR llegaron a la conclusión de que la presunta actividad paranormal era fruto del engaño de Janet. Así, para demostrarlo, colocaron una cámara de vídeo oculta en el dormitorio de Janet y grabaron cómo esta doblaba cucharas o una barra de hierro con las manos, saltando sobre la cama y haciendo ruidos. Aunque hay otros fenómenos que se vivieron en la casa que no pueden ser explicados y que, tal vez, la influencia de Janet hiciera que se materializara este fenómeno de aparente poltergeist.

En mi libro “Casas encantadas del mundo” puede encontrar muchas más, un viaje para morirse de miedo...