La aventura del misterio

Mensajes del más allá, fantasmas y «amigos imaginarios»

En ocasiones una persona puede sufrir experiencias a las que no se les encuentra una explicación y que tiene una íntima relación con ella, bien a nivel personal o bien a nivel familiar, es el caso que hoy les quiero contar

28 feb 2023 / 04:00 h - Actualizado: 28 feb 2023 / 04:00 h.
"La aventura del misterio"
  • Mensajes del más allá, fantasmas y «amigos imaginarios»

El caso que hoy les quiero narrar es la experiencia de una persona que tras leer una de mis investigaciones, en un hospital, quiso hacerme partícipe de lo que le había ocurrido y que dejó una profunda huella. ¿Alguna vez han tenido noticias de niños que hablan con «amigos imaginarios» que luego encajan con una descripción milimétrica con persona fallecida que ni siquiera conocieron? Pues de todo ello les quiero hablar.

Dolores S. me escribió tras leer mi investigación y me comenzó a narrar su propia experiencia. Ella lo narraba así:

“A mi hija le han pasado en mi casa. Ella es la única que ve eso y le pasan cosas. Mi padre falleció en 2003. Mi hija tenía dos años entonces. Al cabo de los siete años vio mi hija la cara de un hombre que la miraba tras las rejas de la casa. Era el cumpleaños de mi padre ese día. Y lo describió físicamente tal cual era mi padre a pesar de que ella no lo recordaba.

Este año falleció mi madre un 12 de febrero por la mañana. Pues esa noche que mi madre agonizaba, cuando mi hija dormía escuchó unos fuertes porrazos en la puerta de su cuarto que la despertó. No había nadie. Según leyó, era mi madre avisándola de que iba a fallecer. No sé si eso puede ser así«.

Obviamente resulta imposible que aquella niña supiera de tantos detalles de ese familiar fallecido. ¿Explicación? No la tiene aunque vamos a ahondar en detalles.

Según datos científicos, visibles en Quo, Alrededor del 30 % de los pequeños tiene un amigo imaginario en la etapa del desarrollo del juego simbólico, que comienza hacia los 2 años de edad y finaliza hacia los 7, «expertos de la Asociación Española de Pediatría (AEP), es «la capacidad de realizar representaciones mentales y jugar con ellas, como por ejemplo coger el teléfono e imitar que se está hablando con alguien». Pues bien, del mismo modo que pueden «creer» que hablan por teléfono cuando no lo hacen, «creen» en la presencia de alguien que en realidad no existe.

Un amigo imaginario es «un personaje invisible, nombrado y referido en conversaciones con otras personas, con el cual el niño juega directamente por lo menos durante algunos meses, que tiene un aire de realidad para el niño, pero no tiene aparentemente ninguna base objetiva». Esa es la definición clásica, acuñada por la investigadora estadounidense Margaret Svendsen en un artículo de 1934 y que tiene consenso todavía en nuestros días».

Todo ello según la Asociación Española de Pediatría (AEP), según Jacqueline Benavides Delgado, magíster en protección infantil por la Universidad del País Vasco «La capacidad que tiene el niño de crear los amigos imaginarios, de darles la función que desea, siempre bajo su control; no son síntomas de procesos anormales ni de disociaciones perceptivas», ya que, «a diferencia de las alucinaciones, no son intrusivos».

Son muchos los casos que se acumulan sobre este tipo de vivencias en muchos niños, unos casos se puede corresponder con lo que se indica desde la AEP, en otros la explicación es más compleja y casi resulta evidente que no tiene una razón o explicación racional.

No hace demasiado tiempo una amiga me contaba una experiencia de su hija y como, en un álbum de fotografías señalaba a su amiguito imaginario: su abuelo. Curiosamente no lo conoció jamás. Sobran más comentarios sobre si hay un componente inexplicable o no en este tipo de experiencias.