Tres misteriosas muertes..., y un extraño pasado. Luces extrañas y la manifestación de lo insólito, esa es la fotografía primera que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de la finca “El Valle” en Cazalla de la Sierra en la provincia de Sevilla.
En 1978 la bella localidad de la Sierra Norte sevillana se ve conmocionada por el repentino fallecimiento de tres vecinos en la finca, el suceso deja a todos sin palabras y sin embargo desde ese momento en el pueblo todos hablan de una inquietante maldición.
La primera muerte registrada fue la de Secundino Caballero, una persona en unas condiciones físicas inmejorables se ahoga en el pantano de “El Pintado” –muy cercano a la finca-. La muerte extrañó pero pudieron suceder mil cosas explicables que razonaran convenientemente su muerte.
El segundo fallecido fue Leoncio Bravo que apareció horcado, nadie se explicó jamás su muerte.
El tercero fue Manuel Mateos Gil que se suicidó de un disparo en la cabeza, un nuevo suicidio que extraño a propios y extraños dado el carácter del suicida, además había concluido una obra en una casita, tenía sólo 27 años... Nadie se suicida tras haber concluido un sueño que era aquella casa.
Investigaciones periodísticas
Fue el periodista del diario “El País”, Jesús Duva, quién informa de las muertes de estas tres personas y a raíz de aquello el pueblo aumenta sus especulaciones... Especulaciones que ligaban estrechamente su existencia con la muerte y a un secreto celosamente guardado que provenía del pasado...
El investigador José Luis H. llevó a cabo un estudio del caso, profundamente, en una gran labor, incluso el segundo de ellos enlazó los extraños fallecimientos con otros hechos misteriosos ocurridos en la zona como son los numerosos reportes de OVNIs sobre el pantano de “El Pintado”, quizás OVNIs sea aventurado afirmarlo pero no de la presencia de misteriosas luces que a finales de los años 70 se hicieron muy populares en la zona tal y como el investigador José Manuel García Bautista informó en numerosas ocasiones atendiendo al perfecto conocimiento que tiene sobra la zona donde reside parte de su familia.
Es el propio investigadores es quién afirma ver unas formas lenticulares azuladas y verdosas, con movimiento de balancín, a ras de agua que se perdían tras unas colinas una vez dejado el elemento líquido... Experiencia sin dudas muy a considerar por parte de un testigo altamente cualificado.
Pero en torno a los hechos misteriosos que ocurren en Cazalla de la Sierra tenemos un nuevo testimonio, es del de Antonio Tena, un vecino de la localidad que una mañana fría, muy temprano salió en su moto del poblado de la presa, de dirigía hacía la finca, con la celeridad que le permitía aquel medio de locomoción encaró una cuesta que había poco antes de llegar a la “llanura” donde se encontraba la finca, pero algo sucedió que lo dejó perplejo, absorto... Al subir aquella cuesta se vio súbitamente sorprendido por una misteriosa y extraña luz, una luz potente, con un brillo que molestaba la vista, provenía del cielo y lentamente bajaba hasta situarse tras unas encinas. Aquella luz era cada vez más intensa y, prácticamente, sólo dejaba ver lo más cercano que tenía en torno a ella: las encinas.
Los testigos
Antonio Tena estaba paralizado, no sabía cómo reaccionar, estaba atenazado por el miedo, el mismo miedo que le hizo tomar una decisión prudente: salir corriendo de allí. Y así lo hizo, tomó su moto y al “empujón y sin poner los pies en tierra” salió corriendo cuesta abajo para abandonar el lugar lo más rápidamente posible. Al llegar a su casa se encontró con su padre quién se disponía para salir a trabajar, vio el estado en el que se encontraba y le preparó una tila mientras el aterrado testigo le narraba su terrible experiencia.
Antonio Tena tuvo suerte, mucha suerte, en otras ocasiones esta suerte de “luz popular” cuando no OVNI ha perseguido a las personas que han sido testigos de su presencia, y no son casos únicos ni aislados, hay una gran cantidad de testimonios en torno a ello. Así encontramos a dos nuevas “víctimas” del misterio, Ángel García y Claudio Guerrero, ambos viajaban a bordo de su automóvil cuando vieron una luz, ambos les extraño dado lo solitario de aquella carretera pero no concedieron mayor importancia. Pero aquella luz se ubicó a la izquierda de aquel automóvil y comenzó a perseguirles... Ambos comenzaron a acelerar inquietos por el constante acompañamiento de aquella luz, incluso aceleraron un poco más siendo peligroso por aquella sinuosa carretera, pero aquella luz seguía tras ellos... Se ubicó en esta ocasión sobre el vehículo y Claudio exprimió un poco más el motor de su automóvil, pero era imposible... La luz seguía tras ellos... Se comportaba de forma inteligente y no los abandonaba, llegado un punto de la frenética huida Ángel dijo a su acompañante y conductor con resignación: “Claudio, no corras que lo que sea si nos quiere coger no coge”. Aquella luz les acompañó durante muchos minutos, se cruzaron con un coche de Telefónica que sin dudas debió también ver aquella luz..., sea como fuere, sin tener una explicación, aquello fue una experiencia que les marcó el resto de sus vidas. Al llegar al cuartel su nerviosismo era patente y sólo querían llamar a sus familias para informar que había llegado bien y hacerles participe de su increíble historia.
Juan Manuel Delgado, vecino y vinculado al ayuntamiento de la localidad de Cazalla, también comenta un extraño incidente: “Ocurrió allá por el año 95 o 97, un día algo cayó del cielo sobre un punto indeterminado del pueblo, ocasionó un gran estruendo que incluso provocó un pequeño terremoto que hizo temblar vitrinas y cristales... ¿Qué fue? Nunca se supo, es un misterio”.
El periodista Jesús Duva escribía en “El País”:” La tradición supersticiosa del pueblo andaluz hacen que la gente de Cazalla de la Sierra hablen de la finca como de un lugar maldito, sin embargo otros vecinos hablan de haber visto OVNIs sobre el cielo de la finca”.
Grupos extraños
A la finca incluso acudían grupos o sectas de contacto... Grupos que rendían cultos dispares y poco claro. Realizaban ofrendas florales, en las aguas del pantano lanzaban coronas de flores y estaban especialmente involucrados en materia OVNI, algunos de aquellos grupos rendían un particular culto a los OVNIs. Quizás atendiendo a que es una zona de gran tradición ufológica y una de las más activas de la Sierra Norte de Sevilla.
Igualmente la zona de la finca “El Valle” es rica en yacimientos arqueológicos, desde tiempos ancestrales y con importantes núcleos de estructuras. En el interior de la finca se encontraron dólmenes y otras construcciones de periodos como el Calcolítico o el Paleolítico.
En estos lugares arqueológicos aquellas antiguas culturas hacían, como en la década de los 70 aquellos grupos, sus ofrendas y se realizaban rituales mágicos. Se concedía una gran importancia a lo funerario, a la muerte y a su tránsito. Sin embargo aquella ubicación no estuvo libre del expolio y unos “arqueólogos” sustrajeron importantes piezas engañando a la familia Portero.
También en la finca y sus inmediaciones se hallaron tumbas de la Guerra Civil, 300 cadáveres de represaliados de ambos bandos, víctimas de una guerra que se cebó en toda la comarca y más que política fue de celos y de saldar viejas cuentas entre familias y asuntos de lindes...
Y no paran ahí las sorpresas de la finca “El Valle” ya que en su interior se realizaron prácticas ocultistas y espiritistas. Allí se había practicado espiritismo y ouija tras las muertes de personas tan jóvenes, sobre todo en los casos de los suicidas... Parecía el lugar idóneo para contactar con el “Más allá”. Una de las familias de una de las víctimas se trasladó hasta “El Valle” e hicieron una sesión de ouija tratando de entrar en contacto con el difunto... Se recibió un mensaje que jamás se desveló pero que dejó lívidos a sus participantes... Un mensaje recibido muy doloroso.