Ocasionalmente encontramos misterios que quedan plasmados en diferentes obras de arte y que pueden pasar desapercibido al visitante y persona que admira las mismas. Detalles casi insignificantes que esconden toda una simbología o un mensaje oculto que sus artistas quisieron expresar y que siglos después se comienza a buscar el enigma que encierra.
Obras eternas, inmortales, de autores relevantes de diferentes épocas, obras que podemos encontrar diseminadas por los principales museos del mundo desafiando al tiempo y a la inteligencia, a la Ciencia y a la Historia, Arte misterioso con un significado oculto y trascendente.
Misterios en el Arte
La Virgen con el niño San Juan
Pertenece a la escuela de Fray Filippo Lippi, del siglo XV, esta hermosa obra la encontramos en Florencia, en el Palazzo Vecchio de Florencia, en una zona antagónica al recorrido que hacen habitualmente los visitantes. En ese cuadro podemos ver, a la derecha de la imagen, caso en el hombro de la Virgen, a un extraño Objeto Voladores No Identificado. Este singular OVNI está resaltado por unas especia de destellos muy llamativos, igualmente destaca una fulgurante estrella que representaría a la estrella de Navidad con todo su misterio así como otros puntos luminosos (estrellas) menos destacadas.
La obra es de un gran realismo y se ha esgrimido, en contra de la “opción misteriosa” que ese objeto pudiera ser un ángel poco definido que debiera ocupar esa misma posición. No parece, por su forma y tipo de líneas, que se trate de un ángel “mal pintado”. Se trataría del “ángel anunciador” del que hablan los Evangelios.
Las tres estrellas que aparecen en el cuadro representaría la triple virginidad de la Virgen: antes, durante y después de dar a luz.
La Anunciación
Bellísima obra de Carlo Crivelli, pintada en 1486, hoy la podemos encontrar en la prestigiosa Nacional Gallery de Londres.
El misterio de este cuadro lo encontramos en una especia de rayo, de haz de luz poderoso, que surge de una forma esférica en el cielo que se ha denominado como “nube” pero que recuerda, demasiado, a las típicas nubes lenticulares que han podido ser fotografiadas en diferentes partes del mundo y que, en muchas ocasiones, han sido relacionada con los OVNIs debido a la fenomenología aparejada de interferencias o, simplemente, ver cómo tras ella surgía una forma metálica en el cielo, ejemplo de ello tenemos el avistamiento del 9 de septiembre de 1957 en Fort Belvoir (Estados Unidos) cuando lo que se denominó como “anillo volante” formó una nube a su alrededor.
El “rayo anunciador” es una idea del siglo XVI, muy visual y vinculador a la religión, en el cuadro se pone de manifiesto de forma muy gráfica. Se supone que sería algo así como el “canal de la información divina”.
Otra obra importante que guarda secretos en su interior es La Tebaida, del pintor Paolo Uccello, en el siglo XV, y que viene a ser una representación de la austeridad y recogimiento en los monasterios, entre los personajes más representativos de ese cuadro encontramos a San Francisco, San Jerónimo o San Bernardo, muy populares en la época.
Lo podemos encontrar en la Galería de la Academia de Florencia y su enigma lo hallamos en una misteriosa forma, en un OVNI en una caverna, un objeto difícil de definir. El extraño motivo pictórico tiene menores dimensiones que el perro que se encuentra próximo a él.
Se quiso explicar esta enigmática forma como “el OVNI es un sombrero de cardenal, con sus borlas, tirado en el suelo. El hombre desnudo y arrodillado frente al crucifijo es San Jerónimo, que se convirtió en ermitaño tras renunciar a su carrera eclesiástica”.
El perro tampoco sería un cánido sino un león, el león que, según la tradición religiosa, logró tranquilizar San Jerónimo y quitarle una espina clavada en una pata.
La “Exaltación de la Eucaristía”
Es el pintor Ventura Salimbeni, en 1600, quién nos deja otro misterio en el arte, su denominación es “La exaltación de la eucaristía”, pero se la conoce –popularmente- como el misterioso “Sputnik” de Montalcino.
Es llamado así por qué entre el Padre y Hijo podemos encontrar una especie de esfera metálica, un objeto metálico, con antenas enroscadas que se parecen en extremo a las imágenes de la “sonda” Vanguard, que fue lanzada al espacio, para su exploración, en 1959 por los Estados Unidos.
Para muchos expertos se trata simplemente del llamado “globo de la creación”, de una evocación del Sol y la Luna, sobre la cual se encuentra el espíritu santo en forma de paloma. Una casualidad salvo por un detalle: la paloma o “espíritu santo” es representada dos veces en la obra, una de ellas entre las antenas como si fuera retransmitida desde la zona baja, al menos así lo opina el profesor Roberto Cappelli, la segunda paloma se encontraría sobre el Papa Clemente VIII.
El milagro de la nieve
Es una obra de Masolino da Panicale, de 1428, la podemos encontrar en la Galería Nacional de Capodimonte, en Nápoles (Italia) y es muy curiosa la representación divina que hace pues en ella aparece el Padre y el Hijo en una especie de nube que los más proclives al mundo del misterio han querido identificar (por su forma) con una nave espacial. Puede que, tal vez, sea la única forma que encontró el autor para decirnos que aquellos seres eran celestiales en una alusión al vuelo, a las alturas divinas.
Inicialmente debió estar ubicado en la iglesia de Santa María Maggiore de Roma, siendo la crónica del milagro sucedido en el mes de agosto del año 352, en tal fecha cayó una tremenda nevada siendo impropio con el calor de la época, se entendió que allí debía ser construida la iglesia de Santa María, considerándose una señal divina.
Se ha querido ver en las formas representadas en el cuadro a OVNIS aunque los expertos afirman que se tratan de copos de nieve que caen de las nubes de los que se desprende nieve. Dentro de la Ufología mundial hay un fenómeno que se denomina como “lluvias de cabello de ángel” y que encaja muy bien con lo descrito en el cuadro.
El Bautismo de Cristo
Pintura del siglo XVII obra de Aert de Gelder; no se trata de un pintor cualquiera pues era alumno del mismísimo Rembrandt.
El cuadro recoge la escena piadosa del bautismo de Jesús de Nazaret, en el río Jordán, con Juan “el Bautista” rodeado de otras figuras y que, desde las alturas, es iluminado por un extraño objeto volador no identificado del que salen cuatro rayos de luz. En el cuadro también podemos encontrar a la paloma, el Espíritu Santo, en las alturas.
El cuadro se encuentra en el Fitzwilliam Museum de Cambridge.
En el Retablo de Santa María de Campos, de la familia Moguer, de 1438, encontramos otro ejemplo de pintura misteriosa. Lo encontramos en
la iglesia de Santa María de Campos, en Mallorca, allí se encuentra la Virgen de la Lactancia en la esquina inferior izquierda del retablo, donde llama la atención, nuevamente, un OVNI con el piadoso “rayo anunciador”.
Puede que sea una nueva casualidad, una forma de representar aquello que ni las palabras podían expresar y que, a falta de imaginación, era el modelo más repetido y recurrente entre los pintores de materia religiosa.
En un tapiz medieval podemos encontrar una curiosa representación de unas bolas que caen del cielo o que aparecen en el mismo, se cuenta que es la representación pictórica de una serie de objetos luminosos que aparecieron en Nuremberg, Alemania, el 14 de abril de 1561. El cuadro es una "crónica" visual de lo que vivieron en su día aquellos asustados habitantes ante lo que se les podía "venir encima".
Algo muy similar a lo representado en el "Prodigiorum Liber", una serie de "escudos ardientes" en el cielo de Roma y que recuerda a una especie de lluvia de meteoritos que aterrorizaron a la ciudadanía o bien algo más extraño e inexplicable. Algunos ufólogos lo han denominado como OVNIs aunque, con la cautela que impone, podría ser explicado bajo otros conceptos, aunque la presencia de "escudos de fuego" o ardientes en el cielo es inexcusable. Un hecho muy similar fue representado en un libro chino sobre un echo sucedido el 28 de septiembre de 1890, se trataba de una "bola de fuego ignea" en el cielo. ¿Un meteorito?
Quizás uno de los ejemplos más impactantes de este tipo de pintura viene dado en la "Crucifixión de Cristo", una obra donde se representan unas especies de naves que surcan el monte Gólgota en tan funesto día. Podrían ser entendidos como estrellas (¿A pleno día?) o algún fenómeno anunciador de la muerte de Cristo...
Si observamos con calma el cuadro veremos como en el interior de esos objetos se ve a personajes que parece gobernar las mismas y que estas tiene forma de nave, como pilotos de las mismas.
Otro hecho curioso es el representado en un grabado en el cual puede verse como en el cielo, sobre el castillo de Windsor, el 18 de agosto de 1783, fueron divisados unos extraños objetos voladores no identificados, ardientes, mientras cruzan el cielo.
En la época en la que se realizaron estas obras había un gran sentimiento religioso, actuaba la Santa Inquisición, y obligaba a los artistas a no ser transgresores con sus obras ni incurrir en motivos que pudieran ofender a los religiosos bajo pena de ser acusados de herejía y, con ello, la muerte.
El florentino Giotto di Bondone (1266-1337) pintó en la "Adoración de los Reyes Magos" una enigmática"estrella" con forma de bola de luz la cual dejaba una cola tras de sí, como la de un cometa y, tal vez, representando todo lo que se hablaba y estudiaba sobre lo que pudo ser la Estrella de Belén que guió a los Reyes Magos de oriente hasta el portal de Belén. Curiosamente Giotto sería el nombre de la sonda espacial enviada por la AEE (Agencia Espacial Europea) en 1986 para ir al encuentro del famoso cometa Halley, con carencia de 76 años por nuestro planeta.
En el Arte Rupestre
Pero los artistas de la antigüedad también representaron formas que, cuando menos, habría que tildarlas de extrañas. En las cuevas de Peche Marie, en Francia, hallamos unas más que misteriosas formas de "platillo" junto a un extraño ser. La edad de la pintura es de 17.000 años y los "pintores" de la época, Sapiens o Neandertales, sólo representaban lo que veían, la realidad, no solían imaginar, ni fabular, ni añadir. El misterio queda ahí.
Para mí una de las mecas del misterio artístico en la Antigüedad, rupestre, lo encontramos, sin ningún género de dudas, en el norte de África. He tenido la oportunidad de estar en Argelia y contemplar allí las famosas pinturas rupestres de Tassili n’ Ajjer. Unas pinturas que asombran y desconciertan, unas punturas ubicadas en el tiempo hacia el 6.000 a.C. y que representan formas "humanoides" que parecen conducir a humanas al interior de algún tipo de forma.
Pero sobresaliendo de entre todas destaca el denominado como "Gran Dios Marciano". Su explicación: se me antoja imposible sin recurrir a hipótesis que pudieran ser tildadas de fábula.
Más ejemplos de ello lo encontramos en las extrañas criaturas que aparecen pintadas en el Sego Canyon en Utah (Estados Unidos), se le data en el tiempo en torno al año 5.500 a.C. y representa forma de seres de cabeza amorfa, grandes ojo y adornos a modo de antenas. Se les "reconoce" como dioses y en las antiguas epopeyas indias narran como eran "seres superiores venidos de las estrellas".
En Tanzania tenemos igualmente la representación en sus cuevas de formas discoidales que parecen volar, con una inequívoca forma de sombrero o de unos "humanoides" o personajes en los que encontramos esas extrañas formas que parece estar capturar o sostener a un tercero, destaca la extrañeza en la que es pintado por sus pintores primitivos, y que también es explicado como hombres "cazando".
En los relatos de obras literarias o sagradas también encontramos algunos buenos ejemplos de ello.
Personajes que vieron lo imposible
Carlomagno, rey de los francos y emperador de occidente, también tuvo su contacto con lo inexplicable, sus enemigos atribuían sus victorias a una alianza divina, fue tal el grado de importancia que tuvo que el monje Lorenzo lo recogió en sus Annales Laurissenses: "[...] la gloria de Dios apareció en manifestación encima de la iglesia en el interior del castillo. Los que lo observaron dijeron que tenía aspecto de dos grandes escudos de color rojo llameante, y que se movían por encima de la iglesia. Y cuando los paganos vieron este signo quedaron aterrorizados por el pánico, huyendo precipitadamente".
Otro encuentro impactante sucedió en el Antiguo Egipto teniendo como protagonista a un faraón, se trataba de Tutmosis III, de la XVIII, eran objetos luminosos en el cielo lo que pudieron ver y que dejó constancia uno de sus escribas en el denominado como “Papiro Tulli”: “[...] en el vigésimo segundo año, en el tercer mes de¡ invierno, a la sexta hora del día [...], los escribas de la Casa de la Vida notaron que un círculo de fuego llegaba del cielo. Brillaban en el cielo más que el Sol. Poderosa era la posición de las bolas de fuego. En esto que se elevaron dirección sur [...]”.
Otros personajes que la Historia inmortalizó por sus gestas, conquistas o pensamiento y que vieron “lo imposible” fueron Julio César, Constantino “el Grande”, Pedro Cieza de León -cronista del siglo XVI-, Cristóbal Colón o el religioso Fray Junípero Serra. Ejemplos de esos narradores o testigos de lo imposible en un tiempo en el que el concepto “OVNI” ni siquiera estaba imaginado, tal vez la pureza de esos testimonios justifiquen un secreto o el miedo a ser tildados de herejes, que reflejaran una realidad tal cual la veían o, simplemente, la casualidad se alía con el misterio para ser tildado, erróneamente, de “inexplicable”... ¿Quién sabe?