“No nos permiten hablar de ello para no asustar a los usuarios. Hoy mis compañeras y yo nos hemos animado a poner la grabadora en marcha en una de las zonas calientes del edificio. Hoy no había consultas, pero una de las limpiadoras dijo que se habían escuchado muchos golpes en “Alergias” y estaban todas las ventanas cerradas, pues ella misma las había cerrado” me decía cariacontecida por los hechos que ha tenido la oportunidad de vivir.
Debido a esos ruidos y con la emoción de esos momentos “nos animó a subir y pusimos las grabadoras de los móviles a funcionar o había corrientes de aire que justificaran los golpes, en las grabaciones hay mucho ruido externo, de coches, ambulancias, viento pero también interno, de nosotras, de otros trabajadores” mientras que me enviaba, en mi presencia, un buen número de grabaciones de todo ello.
“Todo está grabado en horario de trabajo. Te pido confidencialidad para no perjudicarnos en el trabajo” y, por ello, omito el nombre de estas trabajadoras así como la fecha, que sea en el hospital del conjunto del Virgen Macarena es algo que es conocido ya por todos los sevillanos.
“Yo reconozco que no percibo más que una luz apagada que se enciende, una puerta cerrada que se abre o viceversa [y ya es mucho]. Yo no escucho pasos ni veo sombras como le ocurre a otras personas del trabajo” afirmaba y que son los hechos cotidianos que tienen la oportunidad de vivir a diario.
“Cuando estábamos grabando una compañera escuchó un quejido, en otra sala, pero también un golpe. La otra compañera cree escuchar en su grabación «¡Hola!». Tú sabrás distinguir los sonidos con tus instrumentos y experiencia. Esta grabación la hizo mi compañera. Los golpes que se oyen no se escucharon en la sala, las dos estaban en silencio. Todas las grabaciones son del mismo servicio. Está dividido en consultas y grabamos en varias de ellas y el pasillo interno”.
En esta sucesión de fenómenos extraños me decía: “La pena es que no podemos hacerlo de otra manera y tiene que ser a escondidas de las cámaras. Supongo que te imaginarás el lugar. Estamos entre el Hospital Virgen Macarena y el Parlamento Si es interesante para ti y podemos hacer algo más, dentro de nuestras posibilidades, dímelo” se prestaba.
Otro fenómeno fue el que captaron en directo, en un día posterior, ella me decía: “Ya habían apagado las luces del pasillo exterior y cada una hizo fotos con su móvil. La secretaría estaba apagada también. En algunas fotos se ve oscuro el fondo, que corresponde con la secretaría y en otras aparece iluminada como si la luz se hubiese encendido. Me han dicho que en ningún momento se encendió la luz de la secretaría. Mientras me contaban esto en el mostrador de la planta baja, donde yo trabajo, salió disparado el protector de espuma del micrófono”.
Nuevamente mi testigo me refería una posterior experiencia: “El viernes pasado, las compañeras también estuvieron grabando en ORL, por si captaban al niño que se escucha llorar. No lo escucharon. X grabó con su móvil que tiene la opción de escribir lo que se graba. Te las envío con su transcripción correspondiente para que las analices cuando puedas y veas si tienen algún sentido. XX intentaba grabar, pero no podía. Hemos comprobado que la grabadora funciona así a veces y entendemos que no nos dejan grabar. Ayer estábamos merendando y sobre nuestras cabezas se escuchaban pasos. Para mí había una mujer caminando en las consultas de alergia. XX dijo que las limpiadoras ya habían terminado allí y no había nadie. Es un taconeo de “Alergias” en el cuartillo” y el sonido se escucha de forma bastante clara.
La última experiencia es demoledora: “nos dividimos, al escuchar ruidos, cada una por cada punta del pasillo y “pillar” lo que fuera, pero no había nadie allí, excepto nosotras. XX salió para cerrar otras consultas y X y yo seguimos en “Alergia”. De pronto se escuchó un golpe de puerta al cerrar. Volvió XX y le preguntamos si había cerrado de golpe alguna puerta y nos dijo que no. Volvimos nuestros pasos y había una puerta cerrada que X había dejado abierta y con la que podía tener corriente, estaba cerrada. Intentó grabar donde había ocurrido este hecho y donde se supone que estaba andando la persona de los taconazos y la grabadora no iba bien. Saltaba muy rápido y volvía para atrás. Entendemos que si se trata de un espíritu, no quiere ser molestado” concluía.
Hechos extraños en un hospital donde ocurren hechos extraños y donde la relación con el pasado es más que evidente.