«Necesito dinero. Voy a hacerme un OnlyFans», «ahora que no me han cogido en ninguna carrera estoy pensando seriamente en crearme una cuenta de OnlyFans», «acabo de ver todo lo que necesito para independizarme y me toca prostituirme con OnlyFans», «si me rechazan otra solicitud de trabajo, me abro un OnlyFans». Estos son algunos de los mensajes que más se han repetido en las redes sociales en los últimos días; todos ellos escritos por usuarios de diferentes edades que se plantean crear una cuenta de OnlyFans. Personas con ilusiones, sueños y metas que se han visto desamparadas y al borde de la necesidad económica, en la mayoría de los casos, debido al confinamiento; un escenario que ha sido perfecto para que la «industria del porno» se reinvente con vídeos caseros en plataformas como OnlyFans, un espacio que ha facilitado el éxodo de la prostitución en las calles a la red. No obstante, ¿qué es exactamente esta plataforma?

OnlyFans es una página web británica fundada en 2016 por Tom Stokely, también conocido como «el Mark Zuckerberg del porno», con cada vez más popularidad e influencia en España. Se vende como «una herramienta muy útil para youTubers, entrenadores de fitness, modelos y otras figuras públicas o influencers», según la página oficial. Sin embargo, la realidad es que «el 99 por ciento de las personas que utilizan esta página lo hacen para contenido pornográfico», explica una chica que lleva en OnlyFans desde hace un año. De hecho, esta web se ha hecho viral por dicho contenido pornográfico sin censura (desnudos, masturbación, sexo online), e incluso, ha llegado a alcanzar los 30 millones de usuarios en mayo de 2020. Muchas actrices y modelos que se han dedicado al porno antes en otros sitios web, como Pornhub, ahora lo hacen en este espacio como una alternativa a los rodajes pausados por la pandemia.

En esta página existen dos tipos de usuarios: creadores de contenido y fans. Los fans tienen que pagar una cuota mensual para suscribirse a los perfiles de los creadores de contenido, para así ver el contenido que publican. Según una creadora de contenido de OnlyFans, prveegaa28 (utilizamos su nombre de usuario para preservar su nombre real), «mi cuota mensual del primer mes es de 3,85 dólares y si esa persona quiere renovar al mes siguiente es de 10,99». De esa suscripción, OnlyFans se llevaba al principio un 20 por ciento, pero desde hace poco ha empezado a aplicarse un 40 por ciento con el triunfo de esta plataforma; un dinero que «la empresa no explica a qué va destinado», manifiesta prveegaa28. Sin embargo, desde OnlyFans aseguran que es para cubrir «el procesamiento de pagos, alojamiento y todos los demás costos asociados con la ejecución del sitio web de OnlyFans».

Una contradicción que tiene esta página es que pese a que aseguran que las publicaciones están ocultas y solo se puede acceder a ellas cuando se paga la suscripción, en los términos y condiciones afirman que «si no estás satisfecho con el contenido que se está publicando, puedes darte de baja de ese perfil en cualquier momento, asegurándote de que no se te cobrará al final del ciclo de facturación (30 días después de la suscripción inicial)». En definitiva, una persona puede pagar y luego decir que no le gusta el contenido para recibir la devolución del dinero, pero habiendo visto ya las publicaciones. A esto se suma que, cuando la empresa recibe el dinero del fan, lo hace en nombre del creador y, según afirma la empresa OnlyFans, «el creador no tendrá derecho de acción contra el fan por falta de pago y este estará obligado a permitir que el fan vea el contenido del usuario o use la interacción del fan».

Esta plataforma de contenido pornográfico se ha convertido en una entrada a la pornografía para las nuevas generaciones e incluso, hace poco comentaban en un foro que «habrá muchas chicas que hace cuatro meses nunca se habrían planteado nada relacionado con la pornografía o la prostitución y ahora seguro que sí se lo plantean». Empleando las palabras de Sandra D. Guerrero, miembro de la asamblea abolicionista de Madrid, «seguramente vaya a empujar a muchas chicas a la pornografía de verdad grabada con productoras, porque una vez que vendes tu intimidad, quedas atada».

«Recuerdo que había mucha gente por las redes sociales que me hablaba de OnlyFans y me decía que podía ganar dinero fácil, por lo que decidí empezar a utilizarla», cuenta prveegaa28. Al igual que ella, muchas chicas están comenzando en el mundo de la pornografía por la misma razón: conseguir dinero «fácil»; y las redes sociales, como Twitter, están siendo el escaparate ideal para que muchos jóvenes se planteen esta opción, ya que los creadores de contenido se promocionan por estos espacios publicando pequeños fragmentos de vídeos o fotografías de carácter íntimo. De hecho, la empresa OnlyFans señala que «permiten a los usuarios conectar una cuenta de Twitter y publicar cualquier publicación de OnlyFans ahí». En definitiva, Twitter se ha convertido en la principal área de promoción y en una red social cómplice de OnlyFans; un lugar que ofrece un falso empoderamiento relacionado con una vida ficticia tras la pantalla, un peligro para las nuevas generaciones que se sienten atraídos por el eslogan de «ganar dinero fácil» sin saber lo que hay realmente detrás de este mundo pornográfico y las consecuencias que pueden acarrear. Además, tal y como expresa la abogada especializada en violencia de género, Amparo Díaz Ramos, «OnlyFans nos vende la cosificación del ser humano reduciéndolo al cuerpo como algo glamuroso, y esto afecta, sobre todo, a las mujeres. Es una plataforma en la que hay bastantes estrellas del porno que tienen naturalizado la cosificación del cuerpo, pero en la práctica, hay muchas mujeres que están ahí por una situación de precariedad económica o por una situación de coacción por parte de su pareja».

En opinión de Amparo Díaz, «hay una vinculación entre la pornografía y el capitalismo que incentiva y promociona el hecho de ganar dinero a través del contenido íntimo sin tener en cuenta otros inconvenientes como: ¿Qué va a pasar con esas imágenes después?». Muchas mujeres jóvenes están empezado a utilizar aplicaciones como OnlyFans sin saber que están subiendo un material que nunca se va a borrar de la red; unos vídeos por los que luego toda la vida «pueden estar estigmatizadas». Sandra D. Guerrero, miembro de la asamblea abolicionista, cuenta que «una vez que se sube el contenido a internet, no puedes controlar lo que la otra persona está haciendo. Esto es una manera de hacerles perder el control sobre su propia imagen; es una trampa de propaganda para ellas, primero porque se lo venden como algo bueno y luego porque las amenazan con ello, entonces las tienen sujetas por ambos lados».

A esto se suma la sexualización hacia la mujer: «si no se palian los mensajes con contenidos misóginos o de abusos hacia las mujeres, se acaban normalizando de tal manera que luego no se le da la importancia que debería cuando se da un caso real de abusos o agresiones e incluso, puede ser un precedente para convertirte en agresor o violador, aunque no siempre sea así». En este sentido, la pornografía provoca muchos estereotipos en la sexualidad de las personas y, tal y como explica la psicóloga y sexóloga, Laura Marcilla, «se crean muchos complejos, por lo que a la hora de vivir tu sexualidad, no lo vas a hacer libremente y estarás mucho más condicionado por el modelo imaginario y el ideal que la pornografía ha creado en tu cabeza».

Prveegaa28, una chica que comparte contenido íntimo en OnlyFans, indica que, en cuanto a creadores de contenido, la mayoría son mujeres o hombres homosexuales porque «el 95 por ciento de los clientes son hombres». Citando a la abogada Amparo Díaz Ramos, «en la mayoría de estos vídeos se ve a la mujer como un objeto a un nivel mayor que al hombre, porque estamos en una cultura que cosifica más a la mujer, aunque también hay creadores de contenido hombres que suben contenido para suscriptores homosexuales. Al final, también se cosifica al hombre para el uso de otros hombres. En definitiva, el hombre es el comprador de este tipo de servicios que cosifica al ser humano, normalmente compra a mujeres y otras veces a hombres».

La psicóloga Laura Marcilla destaca las posibles secuelas psicológicas que pueden sufrir, en este caso, los creadores de contenido de OnlyFans que ejercen este tipo de trabajos: «Las consecuencias psicológicas no vienen directamente de ejercer este trabajo, aunque algunas veces sí sea así, sino de cómo los consumidores de esos contenidos y el resto de la sociedad tratan a estas personas». De hecho, las redes sociales se han convertido en un espacio para que los creadores de contenido se promocionen, pero también, un lugar en el que están sufriendo acoso sexual en la red. Prveegaa28, una chica que lleva 1 año compartiendo contenido en OnlyFans, explica que recibe muchos comentarios negativos sobre su trabajo en la plataforma. Subir contenido íntimo no debería ser un pretexto o una excusa para que alguien falte el respeto o invada la intimidad de dicha persona. Al final, las consecuencias más graves sobre estas personas son provocadas por la reacción del contexto social más cercano al trabajo que ejercen. «En una sociedad donde la libre expresión de la sexualidad, la exposición de tu cuerpo voluntariamente y la difusión de tu desnudez no te afectara negativamente, el hecho de que tu hubieras subido una foto desnuda a las redes sociales no debería afectarte en el futuro», añade Marcilla.

Prveegaa28 cuenta a El Correo de Andalucía que en el entorno de amigos no ha tenido ningún problema cuando se han enterado de que trabaja publicando contenido íntimo en OnlyFans, sin embargo, su familia no se lo ha tomado demasiado bien. A este respecto, la sexóloga Marcilla expresa que tenemos normalizado el hecho de que la pornografía exista entre nosotros, pero cuando descubrimos que una persona cercana a nosotros se dedica a ello, de repente, el trato que le damos cambia. «Hemos crecido en una sociedad que paradójicamente está hipersexualizada, pero a la vez, tiene muchos prejuicios contra la sexualidad».

El debate sobre la regulación o el abolicionismo de la prostitución tiene mucha relación con este tipo de pornografía en la red y plataformas como OnlyFans y, según Marcilla, «el debate es completamente válido. Hay diversidad de opiniones y hay argumentos muy potentes tanto en el lado pro-abolicionismo como en el que está a favor de la regulación. Sin embargo, he observado en las redes sociales que en estos debates muy a menudo se caen en las desvaloraciones e insultos hacia las personas que hacen este tipo de trabajo y, en cualquier caso, estas personas son las víctimas, no las personas que mantienen esta industria. Respeto ambos debates, pero nunca voy a respetar que en medio de ese debate se falte el respeto a las personas que se han visto incluidas en este sistema».

Chats privados

Otro aspecto que destacar de la plataforma es el contenido personalizado que va más allá de grabar o fotografiarte a ti mismo: existe un chat privado que permite que los fans interactúen con los creadores de contenido; un espacio en el que realizar cualquier petición a cambio de un dinero extra. Citando a la página oficial, «además de tener acceso exclusivo a todo el contenido privado que publica ese usuario de OnlyFans, también tiene la ventaja de poder comunicarse con ellos directamente a través de la interfaz de mensajes directos».

Esto supone una encrucijada para los creadores de contenido que están en OnlyFans por necesidad económica, porque si realizan determinadas peticiones no se van a sentir cómodos, pero si no lo hacen corren el riesgo de perder un suscriptor. Por tanto, las peticiones es uno de los temas más polémicos dentro de esta plataforma, por el hecho de que hay creadores de contenido que se sienten condicionados a la hora de realizar una práctica sexual con la que es posible que no se sientan del todo a gusto. De esta forma, podría llegar a verse coartada la libertad de la persona a la hora de decidir por sí misma. Dicho con palabras de Laura Marcilla, psicóloga y sexóloga, «en cualquier ámbito de la sexualidad, hacer algo que no queremos hacer por presión, obligación o compromiso constituye un abuso sexual». De hecho, tal y como se detalla en el Código Penal español, supondría un abuso sexual «cuando el consentimiento se obtenga prevaliéndose el responsable de una situación de superioridad manifiesta que coarte la libertad de la víctima».

Laura Marcilla manifiesta que, «en los casos más extremos, verte obligada a realizar algo con lo que no te sientes cómoda puede incluso llegar a desarrollar en la persona trastornos postraumáticos, disfunciones sexuales o aversión al sexo. Esto sucede cuando acabas relacionado el sexo con algo con lo que te sientes vulnerable e insegura o incluso, cuando te ves haciendo cosas que consideras humillantes».

Prveegaa28 explica a este periódico que lo que más le suelen pedir a través de ese chat es «quedar en persona para trabajar como escort o realizar servicios sexuales». Aunque ella afirma no realizar ese tipo de servicios, sí que conoce a chicas que sí que lo hacen a través de OnlyFans. «También te piden que hagas vídeos personalizados o que hagas una determinada práctica sexual y eso lo suelo hacer, a no ser que sea algo muy extremo», expresa prveegaa28. Sin embargo, la empresa asegura que no se hace responsable de ninguna interacción ni transacción entre los usuarios y en principio, los términos del sitio web detallan que no se puede «promover o anunciar servicios de acompañantes o cualquier acto ilegal».

Desde el punto de vista de la catedrática de Derecho del Trabajo de la Universidad de Granada, Sofía Olarte, «mucha gente que se dedica a esto lo elige porque es una forma de ganar dinero que le resulta menos desagradable que otras. Sin embargo, si hubiese una relación laboral, probablemente estarían protegidos. Por eso, yo propongo una relación laboral de carácter especial, para que así los trabajadores del sexo tengan el derecho de autodeterminación a la hora de negarse a prestar determinados servicios o prácticas sexuales libremente; ya que la situación de desprotección de estas personas es total».

OnlyFans se vende como una ‘red social’ en la que poder subir todo tipo de contenido sin censura y mediante la ‘libre elección’. Sin embargo, según Sandra D. Guerrero, miembro de la Asamblea abolicionista de Madrid, «esta aplicación se ha convertido en un escaparate de explotación sexual. Los fans están exigiendo continuamente peticiones a los creadores de contenido, porque para que te paguen te exigen, esto es la ley del mercado. Quien paga manda, por lo que es un escaparate de carne donde la mayoría son mujeres». En este sentido, prveegaa28 explica que «tienes que ser consciente de que vives de tus clientes. Si la gente me solicita un cierto contenido, yo intento hacer lo que me piden. Cada uno decide si hace solo lo que le apetece o si se obliga un poco más a realizar algo que a lo mejor en ese momento no le apetece hacer».

Como expresa la psicóloga y sexóloga Laura Marcilla, el problema de esta plataforma reside en que «son temas tan tabúes, que muchas veces es difícil conseguir que las personas que están subiendo contenido pornográfico de manera obligada, por presión económica o razones que coartan la libertad de elección hablen y visibilicen sus experiencias». Asimismo, la psicóloga resalta que «la libre elección cien por cien no existe en casi ninguno de los aspectos de nuestra vida, como el laboral, porque estamos muy limitados por la sociedad y diversos factores, como nuestras circunstancias, experiencias y preferencias; aun así, es importante asegurarse de que nadie está sufriendo abuso sexual o explotación laboral en estos ámbitos de trabajo, donde la sexualidad y dignidad de la persona está en juego».

La abogada Amparo Díaz señala que las personas que están en OnlyFans no actúan con plena libertad individual en muchos casos, porque «en la práctica hay personas que están allí por necesidad, otras por algún tipo de problemática y otras están forzadas. Dentro de este forzamiento, hay varias fases: forzar a vender tu imagen, al desnudo, a dar un vídeo manteniendo relaciones sexuales, a realizar una práctica sexual que no quieres hacer o que alguien te concierte citas con los suscriptores. Esto está muy relacionado con la cosificación del ser humano».

El cibersexo que se practica en la plataforma OnlyFans está permitido como una actividad económica, en cuanto no se considere prostitución, según dice la catedrática de Derecho del Trabajo, Sofía Olarte. Teniendo en cuenta esto, se considera prostitución «cuando hay una relación sexual del tipo que sea a cambio de una retribución económica en una habitación física, mientras que no consideramos prostitución las prestaciones sexuales por vídeo, sistema androide o internet». No obstante, la abogada Olarte también explica que si hay una prestación de servicios sexuales online continuados o habituales a cambio de una retribución podría asemejarse a la situación de los clubes de alterne e incluso, considerarse una relación laboral a través de la empresa que proporciona el soporte tecnológico.

La nueva novedad que trae este sitio web es «Onlyfans house», un espacio en el que los creadores de contenido quedan para realizar vídeos pornográficos. Como expresa prveegaa28, «alquilamos una casa e invitamos a gente que también se dedica a OnlyFans. Lo que hacemos es cobrar lo que cuesta el alquiler de la casa por persona y ya allí la gente graba y crea contenido para sus páginas». De esta forma, este nuevo uso de la plataforma te remite a la definición que antes proporcionaba la abogada Olarte.

El sitio web asegura que solo está disponible para usuarios mayores de 18 años y, además, posee un proceso de verificación en el que hay que subir un pasaporte o la foto del carné de conducir para empezar a ganar dinero en el caso de los creadores de contenido, mientras que los fans no necesitan especificar su edad. Esto es uno de los temas más preocupantes de la plataforma, porque hace un par de meses un nuevo documental de la BBC Three, Nudes4Sale, ya adelantó que había encontrado evidencias de que el proceso de verificación de edad se elude constantemente. Esto significa que muchos menores de 18 años pueden vender ilegalmente contenido explícito de sí mismos en el sitio.

Según la investigación de la BBC, «en un solo día, un tercio de todos los perfiles de Twitter analizados para el estudio podrían haber pertenecido a una persona menor de edad. La investigación analizó 7.728 perfiles que anunciaban "nudes4sale" o similar en varias plataformas, no solo OnlyFans». De hecho, prveegaa28 afirma que «puede ser que haya una persona que verifique la identidad por ti y luego sea otra la que suba el contenido».

La abogada especializada en violencia de género, Amparo Díaz Ramos, explica que el problema está en que «si todo se basa en imágenes o vídeos es muy difícil tener la garantía de que las personas que aparecen en el contenido no sean menores de edad». Igual sucede con la ‘voluntariedad’ de los contenidos. Amparo cuenta que vídeos que hayan sido desarrollados de manera voluntaria pueden terminar en OnlyFans sin el permiso de la persona que aparece en él. «No creo que el contenido esté controlado para que no aparezcan menores de edad o sea siempre contenido voluntario. Es un riesgo».

Nudes4Sale saca a la luz una realidad: muchos menores de edad comienzan en la pornografía de una forma inocente y para ganar dinero y, al final, acaban en muchos casos en la prostitución. Esta exposición de los menores en OnlyFans debe estar duramente perseguida porque ya estaríamos hablando de pornografía o explotación infantil.