- Balcón Rosina / ECA
Una de las óperas más populares del mundo es “El barbero de Sevilla”, con tintes cómicos y música del célebre Rossini con libreto de Cesare Sterbini, hunde sus raíces en la obra de Pierre-Agustin de Beaumarchais del siglo XVIII. Fue estrenada en 1816 y que llegó a España tan sólo un par de años después.
La ópera cuenta la historia de una pareja de enamorados, él es Lindoro, el conde de Almaviva, y ella es la huérfana Rosina, a la que Bartolo, su preceptor, pretende, siendo él mucho mayor que ella.
De esta forma los enamorados pueden la ayuda de Fígaro, barbero sevillano, que consigue engañar a Bartolo y mediando para que el amor de ambos jóvenes pueda reinar en sus corazones (uy, qué romántico).
Uno de los lugares destacados de la ópera es el llamado “Balcón de Rosina” que tiene una identificación en Sevilla dentro todos los lugares que aparecen en óperas como “El barbero de Sevilla”, “Carmen” (de Bizet) y “La fuerza del destino” (de Verdi).
De hecho si está atento/a al pavimento del suelo de la ciudad verá unas placas doradas, en bronces, que le recuerda que es un lugar vinculado a la ópera.
Una de las placas que el Ayuntamiento de Sevilla colocó fue en la casa del barbero, de Fígaro, en la calle Santo Tomás, aunque es dudoso y la mayoría la ubican, con mayor exactitud en la calle Santander próximo a la Avenida de la Constitución.
La casa de Rosina en Sevilla, donde estaba el balcón, sería en uno de los edificios de la popular Plaza Alfaro, con lo que la ficción de torna realidad.
Este balcón es importante –en la ópera- pues fue al que trepó el conde de Almaviva, estando ubicado junto al Jardín de las Tres Fuentes en el edificio que hoy es un hotel. Ese es el “Balcón de Rosina”.