Secretos ocultos en la fachada del Ayuntamiento de Sevilla
Sevilla es una ciudad que está llena de curiosidades, de elementos que pasan desapercibidos pero que, de cara al curioso, de cara a aquel que quiere ver más allá, hay mucho margen para la sorpresa y la admiración. Hoy les quiero llevar a conocer uno de esos lugares mágicos cargado de Historia e historias.
En el Ayuntamiento de Sevilla se esconde el rostro de una princesa y conocida actriz de Hollywood. Se trata de la fallecida Grace Kelly, con películas como «Atrapa a un ladrón» y la musa de Alfred Hitchcock. Ella está en una parte de nuestro Ayuntamiento, en un lugar de honor, en un rosetón que mira a la plaza de San Francisco.
Fue obra del escultor Manuel Echegoyán -cuya firma también aparece en la fachada- y es el particular tributo a la princesa de Mónaco. Este detalle escultórico era muy del gusto de la época, de la década de los 60 del pasado siglo XX.
La princesa de Mónaco, Grace Kelly, visitó Sevilla en 1966, estuvo en nuestra Feria de Abril y disfrutó del ambiente que da esa ciudad efímera llena de luz y calor humano. Fue la protagonista de la Feria de aquel año con su personalidad y belleza-
Por eso el escultor decidió inmortalizarla en la fachada plateresca del Ayuntamiento en la que también podemos ver a otros ilustres de la Historia que tuvieron paso, o sede, en la vieja Híspalis, desde tiempos mitológicos hasta nuestra época más reciente.
Cómo si fuera un libro en piedra en la fachada podemos encontrar a nuestro Melkart, a nuestro Hércules, o a Julio César que rindió honores a Sevilla. El emperador Carlos I de España, V de Alemania junto a su esposa, Adriano, Trajano y Escipión «el Africano» o, incluso, retomando el gusto de la época, el director Orson Wells cerca de Grace Kelly.
Al respecto era la moda de la época, se trataba de completar la decoración modernizándola con guiños de este tipo.
Otros elementos que llaman la atención
Si seguimos observando la fachada del ayuntamiento veremos el llamado «bucráneo» que es la osamenta de un buey y es otro recurso decorativo así como los numerosos tondos donde podemos encontrar inscritos los rostros de esos personajes que la Historia fijo a nuestra ciudad.
Me llama la atención los niños que portan un cráneo en sus manos, la vida y la muerte, el destino del hombre, del ser humano, el «Nascendo Moritur» que nos viene a decir que nada más nacer ya se comienza a morir, poco a poco.
Igualmente encontramos numerosas guirnaldas así como grutescos, a caballo entre lo humano y lo mitológico, lo salvaje, lo animal sin confundir con las cabezas de Gorgonas, de Esteno, Medusa y Euríale, hijas de Forcis y Ceto, dioses marinos.
Finalmente encontramos el Tarja en formación de escudo y en el que sobresale, en su parte inferior, un cordero que es el Toisón que es el símbolo de Cristo así como de la Orden del Toisón de Oro, borgoñón y monárquico.
Así, con tanto de lo que disfrutar nuestros sentidos sólo me resta la famosa frase de Antonio Gala: «Lo malo no es que los sevillanos piensen que tiene la ciudad más bonita del mundo...lo peor es que puede que tengan hasta razón».