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Niño rata: joven imberbe que juega a videojuegos y se enfada cuando no gana.
David Cánovas es un chico murciano de 23 años que ha revolucionado el mundo de la transmisión on line. El pasado lunes fue capaz de congregar a más de dos millones de personas simultáneamente en un directo que realizó en la plataforma Twitch, una especie de Youtube dedicada a los eventos en vivo de videojuegos.
David, conocido en el mundo de internet como The Grefg, empezó hace unos nueve años a subir vídeos a Youtube.
Tras el Rubius o Willyrex, (Youtubers que consiguieron su fama gracias a su forma de comentar las partidas que jugaban) años más tarde llegaron una nueva generación de youtubers dispuestos a emular a sus mentores. Muchos se quedaron por el camino, otros se mantienen con un buen número de seguidores y por último está David, que rompe récords de audiencia.
#NewVIDEO
— Grefg =) (@TheGrefg) January 12, 2021
???? WORLD RECORD CON MI SKIN DEL STREAM MÁS VISTO ????
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Sus inicios, como el de la mayoría de estos chicos que logran la fama, se labró desde abajo. Una cámara, una consola y su cuarto en una buhardilla fueron durante sus comienzos sus herramientas de trabajo. Ahora ha añadido mejores medios, pues es la forma que tiene de ganarse la vida.
Este joven murciano ha cambiado la forma de comunicar. Su tono desenfadado, sus giros de cámara y esa naturalidad frente a ella ha conectado con más de diez millones de personas que siguen su canal de videojuegos.
A pesar de su edad, The Grefg ha demostrado que se pueden hacer muchas cosas dentro del mundo de la comunicación y que no está todo inventado.
Este joven vive ahora en Andorra, algo por lo que lo crucifican muchas personas porque la finalidad es ahorrarse varios miles de euros de impuestos que pagaría en España. Lo cierto es que este tipo de trabajos, pues le dedica muchas horas de creación, elaboración y edición a cada vídeo, te puede llevar de lo más alto a lo más bajo en un sólo día. Muchos youtubers que parecían intocables terminaron cayendo y pensarán que es mejor hacerlo con la cuenta corriente llena.
David no pasó por una facultad de comunicación ni tampoco hizo prácticas en un medio. Todo lo ha conseguido de manera autodidacta, y ha reinventado las normas de la comunicación en unos tiempos en los que es muy difícil conectar con el público gracias a las diferentes opciones que hay.