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Una romera encinta enjuaga su barriga con las aguas del Guadiamar. / Rafael Avilés
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Besos por el camino. / Rafael Avilés
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La hermandad de Utrera, en el vado del Quema. / Rafael Avilés
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Una romera es bautizada con las aguas del río Guadiamar, un rito que se repite cada año con aquellos que se estrenan en el camino. / Rafael Avilés
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Tras los bautizos, abrazos en el ‘Jordán’ sevillano. / Rafael Avilés
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Una niña montada en el yugo de los bueyes de Sanlúcar la Mayor. / Rafael Avilés
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Una pareja de romeros, durante el vado del río Guadiamar de su hermandad. / Rafael Avilés
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Dos romeras a caballo de Sanlúcar la Mayor conversan mientras su Simpecado está vadeando el Quema. / Rafael Avilés