Gastronomía

La abacería de la calle Feria que es una embajada de Barbate en Sevilla

En una esquina de este mercado de abastos está La Almadraba, un local que lleva 11 años con la misma filosofía: despachar salazones y semiconservas de pescado de este municipio gaditano

Paulino Varo, copropietario de la abacería La Almadraba

Paulino Varo, copropietario de la abacería La Almadraba / Jorge Jiménez

Carlos Doncel

Carlos Doncel

En una esquina del popular mercado de la calle Feria hay un trozo de Barbate. Como los consulados resultan ser tierra propia en otro país, La Almadraba representa a este municipio gaditano en la capital de Andalucía. La carta de esta abacería lo corrobora: atún, atún y atún. Y no solo a nivel de comida: todos los vinos que ofrecen, claro, son de Cádiz.

"Hace tiempo, los amigos me pedían siempre que les trajera latas de conserva cada vez que me iba al pueblo. Ahí nos surgió la idea a mi socio y a mí de dar el paso y traer los productos de Barbate a Sevilla", cuenta Paulino Varo, copropietario de este establecimiento. Eso fue hace 11 años, y aún mantienen la misma filosofía de entonces: "Nunca hemos renegado de nuestra seña de identidad. Todavía me cuesta mucho meter cosas de afuera en la carta", confiesa.

Cuando este historiador del arte reconvertido a hostelero abrió su local, "el atún no estaba tan de moda como ahora". "Había mucho desconocimiento sobre qué eran las huevas de maruca o la ijada, por ejemplo. Aquello le dio un valor añadido al puesto, porque por entonces no había en la ciudad tanta variedad de salazones y semiconservas", comenta Paulino.

Ahora, después de más de una década sirviendo mojama, sarda, melva o corazón de atún rojo, el panorama es bien diferente: "La gente entiende mucho más que antes. Por suerte tengo una clientela que se interesa y valora la gastronomía de mi tierra", afirma Varo, de 47 años. "Y el que viene sabe ya que soy de Barbate y que siempre he querido vender mi pueblo por todos lados".

Una embajada en un mercado de moda

Paulino Varo vivía cerca de la calle Feria, por eso se decidió por este lugar para montar el negocio: "Además, si queríamos dar salida este tipo de productos, tenía sentido que fuera en una plaza de abastos", explica. Un espacio que también ha vivido una profunda renovación en este tiempo: "Recuerdo que al principio solo estábamos una heladería y nosotros. Hoy día el mercado se ha puesto de moda, y ya hay muchos tipos de comida".

Paulino Varo, copropietario de ´La almadraba`

Paulino apoyado en una de las mesas altas del local / Jorge Jiménez

"Se nota también que mucha gente del barrio se han tenido que ir por el precio del alquiler. Aun así, mucha de nuestra clientela es de esta zona", señala el copropietario de La Almadraba. "El turismo supone un empuje, pero si no fuera por los vecinos que me ayudaron durante la pandemia, hoy no estaría aquí trabajando".

"Pese a que en los inicios a algunos le chocaba nuestro concepto, estoy superorgulloso de que Sevilla haya acogido tan bien nuestro puesto, me siento muy querido", dice Varo. "También me alegra mucho que vengan mis paisanos al local. Recuerdo que me emocionó cuando uno me dijo que era la embajada de Barbate en Sevilla".

Rodeado de latas de Gadira, Felisa y Herpac, entre dibujos de atunes y el escudo del Cádiz, Paulino limpia la barra antes de que lleguen los primeros clientes. Hace ya 11 años que abrió una abacería en el centro de la calle Feria, a cientos de kilómetros de Barbate. Desde una de las mesas altas que tiene junto al local, sin embargo, parece que nunca se marchó del pueblo.