La Audiencia de Barcelona condenó a 15 años y medio de prisión al hombre que mató a un vendedor de cupones sordomudo lanzándolo a las vías del Metro de Barcelona cuando entraba un convoy, en febrero de 2007. También deberá indemnizar a la hija de la víctima con un total de 120.000 euros.
A principios de mes, David Z.G., un barcelonés que ahora tiene 31 años, fue declarado culpable por unanimidad de asesinato con alevosía con la agravante de disfraz y la atenuante analógica de anomalía psíquica. El acusado tenía sus facultades mentales alteradas a causa de la esquizofrenia que sufría -diagnosticada en 1998-, pero no sufría ningún brote psicótico en el momento del crimen.
Basándose principalmente en las imágenes captadas por la cámaras de seguridad, el jurado declaró probado que, sobre las 15.20 horas del 21 de febrero de 2007, David Z.G., que frecuentaba un comedor social del barrio de Navas, llegó al poco concurrido andén lateral de la estación hacia Hospital de Bellvitge y se paró a escasos metros del túnel por donde entran los convoyes.
Poco después llegó la víctima -quien iba hacia la avenida de Madrid, en el barrio de Sants, donde vendía cupones-, y, cuando el tren entró en la estación, le propinó un fuerte empujón por la espalda y huyó por las escaleras. Segundos después, varios testigos y un joven que iba a entrar a la estación alcanzaron al procesado -que en todo momento actuó con la cara semicubierta para evitar ser identificado- y le retuvieron hasta que llegaron los Mossos d'Esquadra.
Los trenes entran en las estaciones a 35 kilómetros por hora, por lo que la conductora del convoy no pudo evitar atropellar a la víctima, que murió en el acto por la insuficiencia respiratoria.