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347 empresas dan una oportunidad laboral a los menores infractores

Encontrar el trabajo perfecto es misión imposible pero tampoco la selección de empleados es tarea fácil. Estar en un centro de menores por haber infringido la ley antes de cumplir los 18, en principio, no da puntos, pero hay empresarios dispuestos a ofrecer una segunda oportunidad. Foto: Javier Cuesta.

el 15 sep 2009 / 18:03 h.

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Encontrar el trabajo perfecto es misión imposible pero tampoco la selección de empleados es tarea fácil. Estar en un centro de menores por haber infringido la ley antes de cumplir los 18, en principio, no da puntos, pero hay empresarios dispuestos a ofrecer una segunda oportunidad.

Son empresarios que tienen "un puntito vocacional", según reconoce el director del Círculo Andaluz de Empresas con Responsabilidad Social-Fundación Diagrama, Alfonso González, organización que actúa como intermediaria entre la Consejería de Justicia y los empresarios. El círculo está formado por unas 2.500 empresas y ya hay 347 con convenios específicos para participar en el programa de inserción sociolaboral de menores infractores, si bien otras 450 contratan ocasionalmente a estos jóvenes. Desde que se puso en marcha el programa, en enero de 2006, 1.583 menores se han beneficiado de la posibilidad de hacer becas formativas en empresas o trabajar con contrato mientras cumplían las medidas judiciales.

Los jóvenes son evaluados por un equipo de orientadores de la Consejería de Justicia y una comisión mixta formada por profesionales de la administración y de la Fundación Diagrama realiza un itinerario personalizado para cada uno, dirigido a la formación (reglada o profesional), la orientación en la búsqueda de empleo, las prácticas profesionales o los contratos de inserción. Alrededor de un 12% de los menores o jóvenes internos realizan actividades laborales mientras saldan sus cuentas con la justicia y entre los que se encuentran en régimen semiabierto el porcentaje asciende al 23%.

No hay requisitos cerrados sobre el perfil del joven, su "delito" o el tiempo y tipo de pena que debe haber cumplido para participar en el programa, sino que se trata caso a caso.

Descubrir capacidades. Tampoco hay uniformidad en cuanto a las empresas colaboradoras, aunque predominan las pymes. Hay en todas las provincias y de todos los sectores. "En Málaga hay muchas de hostelería y en otras, hasta hace poco, dominaba la construcción, pero está muy diversificado", señala González. En general, son trabajos que no requieren alta cualificación aunque sí capacidades y habilidades que los orientadores intentan descubrir para buscar a cada joven el empleo donde mejor pueda desarrollar esas potencialidades y a cada empresa el perfil que necesita. "Ellos siempre te dicen que no saben hacer nada pero si uno se dedicaba al trapicheo de drogas, pues a lo mejor tiene dotes comerciales o habilidades sociales", afirma el director del Círculo de Empresas.

"Captar" a empresarios dispuestos a colaborar es una de las funciones de la Fundación Diagrama y para ello, González defiende que lo mejor es "la franqueza". "Legalmente no les podemos decir qué han hecho pero sí dejamos claro que son chavales que están cumpliendo medidas judiciales", explica.

El programa, financiado por el Fondo Social Europeo, implica que los dos primeros meses la administración sufraga el contrato del joven y posteriormente el empresario tiene bonificación en las cuotas a la Seguridad Social por emplear a personas en riesgo de exclusión social.

Cambiar su mundo. Para el director del Círculo de Empresas con Responsabilidad Social, el "éxito" del programa no se mide sólo por el número de jóvenes que, tras cumplir su pena, logran un trabajo gracias a su paso por el programa."El mero hecho de tener una experiencia laboral ya cambia su forma de ver la vida, conocen otro mundo, estar desubicados en un entorno normalizado les hace cambiar su conducta y tener unos compañeros, cumplir un horario y todo lo que conlleva normaliza tanto o más que un psicólogo o un educador social", subraya.

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