La presentación formal ante los focos será el viernes, pero los deberes de verdad para Juan Espadas empezarán la semana que viene, que será cuando le llegue el momento de empezar a ganarse a los suyos. El primer reto es darse a conocer ante la propia militancia, y para eso nada mejor que patearse todas las agrupaciones socialistas de la capital para conocer cómo respiran y qué es lo que le van a pedir como candidato.
Aunque trufado con actos más ciudadanos, la primera fase de introducción de Espadas será básicamente orgánica, en lo que se afanará durante junio y julio, y siempre con el paseo por el barrio de turno para ir aireándose. Después llegará el momento de pisar de verdad la calle, de buscar un contacto más directo con el ciudadano. En esta tarea le ayudará el partido montándole despacho en la sede provincial de Luis Montoto y con un equipo propio, que se encargará también de las labores de enlace con el grupo municipal socialista.
Dentro de esta línea de darlo a conocer, el primer objetivo ahora es subrayar el perfil de Espadas, para lo que ya ayer se usaban como argumento las palabras del presidente andaluz, José Antonio Griñán. Éstas se interpretaban como que tuvo que hacer el sacrificio de no contar con uno de sus mejores consejeros, para así destinarlo al fin mayor de la candidatura socialista de Sevilla.
Y ante la estrategia del PP de preguntarse quién es Juan Espadas, la intención del PSOE es subrayar su trayectoria profesional. Así, ayer ya se recordaba que en sus años en la Junta introdujo la lucha contra el cambio climático en Andalucía, coordinó la recuperación del Guadiamar tras el vertido de Boliden, aprobó el Potaus e impulsó las VPO.
