Krychowiak, Iborra, Banega y Mbia son cuatro de los cinco centrocampistas que tiene el Sevilla en nómina. Foto: Manuel Gómez.
Dos días antes de cerrarse el mercado de fichajes el Sevilla anunció que Mbia regresaba al club un año más. Era una posición que el propio entrenador había demandado que se reforzase, ya que veía que su plantilla se podía quedar coja justamente en la sala de máquinas. Los motivos eran los siguientes: Carriço retrocedía su posición al centro de la defensa; Cristóforo seguía con la recuperación de su lesión de rodilla y las consecuencias de la misma se desconocían en ese momento; Banega y Krychowiak, dos recién llegados, eran dos melones por calar; e Iborra sigue sin convencer a Emery en sus prestaciones como mediocentro.
Este cúmulo de circunstancias propiciaron que el centrocampista camerunés, pese a las reticencias del propio cuerpo técnico debido a sus continuos problemas físicos, firmara por el conjunto nervionense. Pero había un problema en el horizonte: la Copa de África. Todo el problema y la alarma social causada por el ébola habían dado esperanzas al club sobre la posibilidad de que Mbia no la disputase. Encima, Camerún llevaba dos competiciones consecutivas sin acudir. Sin embargo, los peores presagios se han cumplido y el africano dejará el Sevilla en enero. Más de un mes de competición podría perderse. Desde la entidad se habla de puertas cerradas a una incorporación en el centro del campo puesto que, según han expresado públicamente director deportivo y entrenador, la plantilla es lo bastante larga y compensada. Argumento cierto.
Otra circunstancia es que los elementos que tiene Unai a su disposición les sean de utilidad. La primera piedra en el camino la ha puesto esta semana Cristóforo. El uruguayo lleva casi un mes entrenando a buen ritmo. Incluso participó en el partido de Copa del Rey frente al Sabadell como titular. No obstante, los servicios médicos del club desvelaron que el mediocentro deberá realizar trabajo específico de fuerza, al tiempo que se le administran factores de crecimiento en la rodilla operada, con el objetivo de prevenir daños en la plastia de articulación intervenida. Esta es la decisión tomada, de común acuerdo con el doctor Cugat, que fue quien lo operó de la lesión del ligamento cruzado anterior, y del propio futbolista.
Panorama actual Con estos ingredientes, Unai Emery se queda con Krychowiak, Banega e Iborra en una parte crucial del curso, cuando el calendario se aprieta con el nuevo año debido a que las eliminatorias coperas se concentran en el mes de enero. Sólo el polaco ha demostrado hasta la fecha el ser un jugador solvente e importante para el equipo. Emery espera mucho de Banega, aunque hasta la fecha el argentino no le está respondiendo. El caso de Iborra, por su parte, es singular. Unai lo quería para su Valencia y se lo trajo al Sevilla, donde no le da continuidad. Una solución podría ser acudir al mercado, donde ya han situado a Juan Domínguez en la órbita del Sevilla. Además, Pepe Castro no lo descarta...
