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'Ahora somos ya rehenes de las dos partes'

Tras toda una noche sin dormir por los bombardeos y tiroteos entre israelíes y palestinos de la resistencia, María Velasco, la sevillana atrapada en Gaza con su marido y sus dos hijos, tenía miedo ayer de verse secuestrada por una u otra parte como moneda de cambio en el conflicto.

el 15 sep 2009 / 20:48 h.

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Tras toda una noche sin dormir por los bombardeos y tiroteos entre israelíes y palestinos de la resistencia, María Velasco, la sevillana atrapada en Gaza con su marido y sus dos hijos, tenía miedo ayer de verse secuestrada por una u otra parte como moneda de cambio en el conflicto. Sigue denunciando la falta de acción diplomática para sacarla de allí.

A pesar de todo, María aún fue capaz de hacer la noche del lunes una tortilla de patatas, en las pocas horas, dos o tres diarias, en que tienen luz en su casa de Jan Yunis, al sur de Gaza, donde el ejército israelí se está ensañando con la población civil durante su ofensiva terrestre. Sus esfuerzos por salir, iniciados un mes antes de comenzar la invasión israelí porque la familia quiere trasladarse a España "definitivamente", se frustraron cuando no pudieron aprovechar el viaje en el que se permitió salir a los extranjeros el pasado viernes, justo antes de la entrada de las tropas. La sevillana culpa al Consulado español en Jerusalén, al que acusa de haberse ocupado de su caso "demasiado tarde", mientras que fuentes de Exteriores aseguran que tardaron muchoen recibir su solicitud.

Ahora, las posibilidades de salir son remotas. Israel no lo admite, y las bombas arrecian a su alrededor; su casa es un lugar muy poco seguro, porque está cerca de un enclave de la resistencia. Junto al peligro de los proyectiles, María y su familia -su marido, su hija Halima de 24 años y su hijo pequeño Nizar, de sólo dos años- tienen ahora un nuevo temor: que se les use como moneda de cambio, ser secuestrados por una u otra parte. Lo sospechan desde que el lunes mantuvieron nuevas conversaciones para desplazarse hasta la frontera y los palestinos comenzaron a bombardear. "Les conviene que estemos aquí, a unos y a otros: a los israelíes, para acusar a los palestinos de usarnos como escudos humanos si morimos; y a los palestinos para saber que la atención de España está puesta en Gaza porque hay españoles aquí. Son iguales unos y otros".

Su deseo sigue siendo el mismo: "Salir de aquí como sea. Que esto acabe ya". Pese a que el Ministerio español de Exteriores insiste en que ya no será posible hasta que acabe la invasión, siguen viendo soluciones, como que se negocie que junto a la ayuda humanitaria pueda entrar a buscarlos un coche con salvoconducto diplomático por Egipto. Su frontera está mucho más cercana que la de Israel a través de Erez, por la que se ha negociado su salida hasta ahora, sin éxito. Aunque incluso esto es difícil, porque con los tanques en la calle, María admite que es muy complicado convencer a un conductor para que se arriesgue a hacer el trayecto.

Entretanto, sin nada que hacer, María aprovecha las pocas horas de luz eléctrica para distraerse cocinando platos como la "tortilla española" que pensaban comer ayer, porque habían tenido suerte y habían encontrado algo de comida, que hace tiempo que escasea. Sólo tienen reservas más o menos seguras de mortadela, queso y galletas.

También actualiza su blog, Anhelo del pasado, en el que desde hace años esta sevillana casada con un palestino reflexiona sobre el conflicto palestino. Ahora también plasma sus temores en el horror en el que vive, sus quejas ante la falta de ayuda del Gobierno español y agradece a los que entran para dedicarle palabras de ánimo. "Me conmueve ver que la gente nos apoya".

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