Alaya imputa a una monja de clausura que presidió una cooperativa

Carmen Muñoz Rivas fue, antes de ingresar en un monasterio de Constantina, presidenta de una cooperativa textil que recibió una subvención de 44.000 euros de la Junta de Andalucía.

el 12 feb 2015 / 13:15 h.

La jueza Mercedes Alaya a su llegada a los Juzgados de Sevilla. La jueza Mercedes Alaya a su llegada a los Juzgados de Sevilla. La juez que investiga el caso de los ERE, Mercedes Alaya, ha citado a declarar como imputada a la monja de clausura Carmen Muñoz Rivas, que antes de ingresar en un monasterio de Constantina (Sevilla) fue presidenta de una cooperativa textil que recibió una subvención de 44.000 euros de la Junta de Andalucía. La monja, que lleva casi tres años en el Monasterio de las Jerónimas de Constantina y ha mostrado su disposición a acudir al juzgado con sus hábitos, es una de las 34 nuevas personas imputadas en la causa por la juez, que ya ha acusado en el caso de los ERE a 265 personas. En la últimas imputaciones, Alaya analiza una treintena de ayudas concedidas a empresas de la Sierra Norte de Sevilla por valor de más de once millones de euros, la mayoría de ellas gracias a la amistad entre los empresarios y el ex director general de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, natural de la zona y que en ocasiones recibió regalos a cambio de facilitar las subvenciones. Según el auto de la juez, el 3 de marzo de 2006 Guerrero, en virtud del compromiso adquirido con la presidenta de la cooperativa, "ordenaría a Estudios Jurídicos Villasís el abono a esta empresa de 44.000 euros, que se realizó con cargo a fondos públicos, concretamente los que dispuso y transfirió Uniter a EJV procedentes de la Asociación Faja Pirítica. Esta ayuda se abonaría sin solicitud ni documentación justificativa alguna". La juez ha citado el 27 de marzo a la monja, de 68 años y cuyas superioras han rechazado hacer declaraciones. Las superioras se han limitado a apuntar que la monja acudirá con su abogado defensor a declarar porque no tiene nada que ocultar, y para esa comparecencia ya han mostrado su disposición a colaborar letrados personados en la causa de los ERE. Carmen Muñoz era presidenta de una cooperativa en Constantina SCA Megara, dedicada a confeccionar camisas, y en 2004, como la nave estaba muy deteriorada, decidieron arreglar el tejado y pidieron una subvención porque no tenían dinero y ninguna de sus compañeras ganaba más de 400 euros, según le dijo al periódico sevillano. La monja conocía a Guerrero del pueblo y de haber viajado con él en el autobús de Constantina a Sevilla, y ha asegurado que la subvención se la tramitaron desde el Ayuntamiento y que nunca pensó que fuera incorrecta.

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