Cultura

Algo más que un concierto

‘El fantasma de la ópera’ aterriza en Fibes con un espectáculo de alto nivel, tanto en lo musical como en su escenografía, en una producción del Liceo Municipal de la Música de Moguer

el 13 oct 2014 / 09:39 h.

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El Fantasma de la Ópera **** El fantasma de la ópera, de Andrew Lloyd Webber, Charles Hart y Richard Stilgoe, en concierto. Una producción de la Fundación Primitivo Lázaro y el Liceo Municipal de la Música de Moguer. Iván Macías y Pablo Martínez, directores. Directores: Iván Macías y Pablo Martínez. Dirección escénica y vocal: Virginia Carmona. Sonido: Miguel Ángel García Osorno. Iluminación: Valentín Álvarez. Vestuario: Fran Tamayo. Banda Sinfónica y Coro del Liceo Municipal de la Música de Moguer con Martín Fernández, Soraya Méndez, Pablo López, Virginia Carmona, Vicente Bujalance y Marisa Pérez. Auditorio Fibes. Domingo 12 de octubre de 2014. fantasma-opera Escena del musical ‘El fantasma de la Ópera’, un sensacional montaje que tras estrenarse en Huelva va a estar de gira por toda España. / José Luis Montero Ya hemos comentado en otras ocasiones la dificultad de equilibrar música y palabra en las enormes instalaciones de Fibes, recurriéndose a una amplificación sonora no siempre bien ensamblada, como ocurrió en esta ocasión en la que un elevado porcentaje de diálogos y letras cantadas apenas lograron apreciarse. Sin embargo quedamos tan gratamente sorprendidos por el elevado nivel del espectáculo, tan satisfechos por tratarse de una empresa local, humilde y sin pretensiones, que es esto lo que queremos destacar. Al fin y al cabo el público suele asistir a estos musicales tan familiarizado con las canciones y el argumento que las posibles distorsiones y estridencias de una ingeniería mal ajustada no logran empañar unos resultados tan gratificantes como los de esta singular propuesta. No se trata exactamente de una versión de concierto, como la que se ofreció en el Royal Albert Hall de Londres en 2012 con ocasión del vigésimo quinto aniversario de este musical. El hecho de que la orquesta, en esta ocasión banda reforzada con una sección de cuerda, permaneciera en varios pasajes semioculta, y que el uso de vestuario y una reducida pero efectiva escenografía potenciara la dramatización de este cuento gótico, aleja la propuesta de la mera versión de concierto y va más allá. Cuando además se emplea tanta ilusión, esfuerzo y cariño, con tanto respeto y elegancia, el resultado se antoja de una elevada categoría. La orquesta ofreció un sonido robusto y enérgico, con maderas supliendo cuerda sin que apenas afectara al conjunto, y con crescendi tan brillantes y emocionantes como los que acompañaron las amenazas del fantasma o la declaración de amor de Raoul y Christine (Solo eso pido yo). Las aportaciones del coro en números como Prima Donna o Carnaval iluminaron una puesta en escena minuciosa y perfectamente controlada, mientras en el elenco destacamos la dulce y entonada voz de la cartayera Soraya Méndez, capaz de solventar con éxito los exigentes cambios de registro en canciones como Cuánto quiero yo volverte a ver. Virginia Carmona, responsable del acabado vocal y escénico de la obra, brilló como comedianta y soprano de poderoso y muy adecuado (estridente) timbre; Pablo López superó con notable su registro ligero, tal como hizo el joven Vicente Bujalance como tenor de considerable potencia y proyección, mientras Martín Fernández bordó tanto en lo vocal como en lo dramático su romántico personaje del frustrado y enamorado fantasma. Sin duda es un lujo poder disfrutar de esta sensacional partitura en formato sinfónico, mirando muy de cerca la versión orquestada para la película de Joel Schumacher. Un trabajo bien hecho y un excelente arranque, tras el debut el pasado verano en Huelva, para una gira por la geografía española que auguramos triunfante.

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