No estamos ante un posible adelanto electoral, sino ante una ruptura del acuerdo de Gobierno que sería unilateral. IU ha interiorizado finalmente que nada puede corregir ya el rumbo de la presidenta Susana Díaz hacia la convocatoria precipitada de las elecciones autonómicas, previsiblemente el próximo 22 de marzo, y esta mañana ha descrito un escenario postelectoral apocalíptico: Si hubiera una ruptura del pacto, ha advertido el portavoz parlamentario de la coalición de izquierdas, José Antonio Castro, se abriría un gran ciclo de inestabilidad política en Andalucía como no se conocía en décadas, una situación que trasciende a esta comunidad autónoma. Con este mensaje, IU advierte a la presidenta andaluza de que si el PSOE rompe el Gobierno con ellos, después de unos comicios donde los sondeos apuntan a que no habrá mayoría absoluta, no sólo se negará a reeditar el pacto o a llegar a acuerdos puntuales con los socialistas a nivel autonómico, tampoco lo haría en los ayuntamientos (con los que ahora gobierna en medio centenar de municipios) ni a nivel estatal. ¿Qué escenario pintan las encuestas para las autonómicas? Si se rompe el acuerdo porque no hay confianza, ¿dónde se depositará la confianza después de unas elecciones, en el PP?, se pregunta Castro.
Las primeras elecciones de 2015, sean las andaluzas en marzo o las municipales el 24 de mayo, vienen a poner a prueba la fragilidad del bipartidismo PSOE-PP ante la indignación ciudadana aplastada por la crisis, y la irrupción del fenómeno Podemos, que ha catalizado todo ese descontento social. Los sondeos dibujan un Parlamento más fragmentado, con la entrada de más partidos desde el ala izquierda, y una pérdida de confianza en las fuerzas tradicionales. En Andalucía, algunas encuestas sitúan a Podemos como primer partido en intención de votos, y otras como tercera, por detrás de PSOE y PP. Pero la marca de Pablo Iglesias aún está por conformar en esta comunidad, y todo apunta a que Susana Díaz se arriesgará a ser la primera en medirse con el efecto Podemos, porque confía en su propia fortaleza política y en los sondeos internos que le dan mayoría. Mayoría simple, es decir, esto le permitiría gobernar en minoría con apoyos puntuales de otros partidos, o conformar otra coalición de Gobierno con otro partido. En ese escenario se ha situado hoy IU, para advertir a la presidenta de que el PSOE encontraría su puerta cerrada si ahora nos echa de su casa. Castro ha usado una metáfora para explicar que, si eso ocurre, es decir, si se instala la desconfianza entre los partidos de izquierda, será responsabilidad de Susana Díaz si una carambola electoral permite gobernar a la derecha en Andalucía. Si alguien me echa de la casa que tenemos alquilada de malas maneras y sin una justificación objetiva, ¿al día siguiente me va a llamar para alquilar otro piso?.
Lo que se plantea aquí es si los dos partidos de izquierda que han gobernado juntos en Andalucía los últimos tres años de crisis van a protagonizar una ruptura tan sonora que arrase toda posibilidad de reconciliación tras las elecciones y abra al PP la puerta de San Telmo, de cientos de ayuntamientos andaluces e incluso de la Moncloa. IU carga al PSOE-A y a Susana Díaz la responsabilidad de permitir que gobierne la derecha, y los socialistas han respondido con la misma moneda a sus socios. Si dicen que no se conformarán gobiernos de izquierdas, es porque se hacen gobiernos de derechas. Esas expresiones generan desconfianza en los ciudadanos, ha respondido el portavoz socialista en el Parlamento, Mario Jiménez.
Jiménez ha acusado a IU de dinamitar de forma sistemática la estabilidad del Gobierno andaluz, especialmente desde la llegada de Alberto Garzón (candidato a liderar IU a nivel federal), que dice que la Junta es un lastre para su estrategia de convergencia con otros partidos. Jiménez reprocha a Garzón que cuestione la honestidad del Gobierno andaluz e insulte a la presidenta. Sobre las palabras del diputado nacional, que tildó de indecente a Susana Díaz, también se ha referido el portavoz de IU, que ha desautorizado por primera vez a Garzón, y ha advertido de que la última palabra la debe tener Maíllo.
El coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, se ha reunido hoy con sus líderes provinciales ante el posible adelanto electoral, y todos han apoyado la continuidad de la formación en el Gobierno. Pero el PSOE-A, que ayer dio carta blanca a Díaz para adelantar los comicios, actúa ya como si la crisis fuera irreversible. Ni las declaraciones de Maíllo matizando la convocatoria del referéndum de la militancia de IU sobre su continuidad o no en el Gobierno pueden reconducir la alianza. Los socios han pasado de ser enemigos íntimos a ser directamente enemigos. Díaz debe convocar aún un Consejo de Gobierno extraordinario para anunciar la fecha de las autonómicas, que debe ser antes del lunes. Algunas fuentes señalan que será entre el jueves y el viernes.
