Aficionados portugueses viendo el partido
Aunque los portugueses no fueron los únicos que vieron el partido en el restaurante luso, también había grupos de españoles que se reunieron allí.
Los aficionados de Portugal no dejaron de animar a su selección, mucho jaleo de pitos, gritos y canciones, pero veían con pena como las ocasiones de gol no se hacían realidad.
Hasta la segunda parte, todos, españoles y portugueses, estuvieron esperando que ocurrieralo que tenía que ocurrir y finalmente fueron los españoles los que pudieron celebrar el ansiado y único gol.
Al final del partido, caras de alegria en los españoles y caras serias en los portugueses, pero ante todo siempre ha habido respeto entre los dos grupos de aficionados.