La Caixa, así, en catalán, es la más importante caja de ahorros de España y su expansión financiera es proporcional a su proyecto cultural. Han sido capaces de trascender las memorables exposiciones de sus antiguas sedes de Barcelona y Madrid en el proyecto Caixa Forum, primero en Barcelona, rehabilitando y extendiendo la antigua fábrica modernista Casaramona, de Puig i Cadalfach, y más tarde en Madrid, realizando una extraordinaria mutación de la que fuera Central Eléctrica de Mediodía.
Para la intervención en Barcelona, junto a los arquitectos Asarta, Brufau e Isozaki, la Caixa contó con el arquitecto sevillano Roberto Luna, sin que entre nosotros tuviera el eco debido. El proyecto de Madrid se encargó a los célebres Herzog & de Meuron. Después de Palma de Mallorca y otros centros en Cataluña, Caixa Forum prolonga su proyecto en Andalucía mediante el acuerdo alcanzado con la Consejería de Cultura de la Junta para la cesión por 75 años de las Atarazanas de Sevilla, comprometiendo una inversión de 20 millones de euros en su instalación y otros 5 anuales en su programación.
En mi opinión, tenemos una oportunidad para reflexionar sobre nuestra política cultural, necesitada de un gran salto cualitativo, potenciando la idea-fuerza de lo que representa la cultura en el desarrollo social y económico del pueblo andaluz. No bastan las manifestaciones folklóricas y tradicionales, con frecuencia invenciones recientes, cuando escasean los recursos dedicados tanto a la puesta en valor de los bienes patrimoniales (a veces concentrados en apuestas discutibles, la dedicada al Barroco, por ejemplo), como al fomento de la creación contemporánea (con el CCC de Córdoba ralentizado).
Las Atarazanas son uno de los monumentos más elocuentes de la Historia de España. No es un contenedor cualquiera. Los excesos en el procedimiento seguido cuando se pensó ubicar allí el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, derivó en una larga etapa de paños calientes. Quienes pensamos que debían llegar iniciativas y recursos del Gobierno central para su puesta en valor y su destino cultural, hubimos de consolarnos con el inestimable impulso ciudadano a favor de las Atarazanas y la creación de su Fundación. Ahora, la Junta de Andalucía considera que la propuesta de la Caixa es la solución.
Yo también lo pienso. Celebro que cuando no se cuenta con recursos presupuestarios, se atraiga financiación externa. ¿Hemos de sentir que no sea la non nata "caja única" quien lo haya planteado?. Ni está ni se le espera ni mucho menos existe hoy un proyecto cultural andaluz como Caixa Forum. Es mucho lo que se ha tragado Isla Mágica. Pero hay que conseguir que la Caixa invierta en las Atarazanas lo justo y necesario.
Si los cinco millones de inversión anual en programación expresa un propósito serio de gestión, los veinte para su adecuación son escasos; recuérdese que en Madrid se dedicó tres veces más. Se les ofrece por 75 años un monumento excepcional que debe ser intervenido y mostrado en todo su valor.
Catedrático de Arquitectura de la Hispalense
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