El presidente de la Reserva Federal (Fed) de EEUU, Ben Bernanke, afirmó que tras una contracción "drástica" de la economía, la recesión aparentemente ha tocado fondo en Estados Unidos y el resto del mundo, "y las perspectivas para una vuelta al crecimiento parecen ser buenas".
No obstante, alertó de que las condiciones financieras continúan "bajo una presión alta" y pidió acciones "urgentes" para subsanar las debilidades "estructurales" del marco regulador, de forma que no se repita una crisis como la actual.
Bernanke hizo estas declaraciones en la Institución Brookings, un centro de estudios independiente, cuando se cumple un año de la bancarrota del banco de inversiones Lehman Brothers. "Persisten tensiones en muchos mercados financieros en todo el mundo, las instituciones financieras afrontan pérdidas adicionales significativas y muchas empresas y hogares siguen experimentando una dificultad considerable para acceder al crédito", dijo Bernanke.
Por ello, el jefe de la Fed concluyó que la recuperación probablemente sea "relativamente lenta al principio y el desempleo sólo bajará gradualmente" en Estados Unidos. Así, en su discurso hizo una llamada a la acción para reformar la normativa financiera, al igual que lo hizo el lunes el presidente de EEUU, Barack Obama, en un discurso en Wall Street.
En este sentido, destacó que en la actual crisis la reacción de los Gobiernos ha sido rápida y enérgica en todo el mundo, si bien el impacto y los trastornos de una crisis bancaria "no conoce fronteras".